Y es que en el mundo traidor, nada hay verdad ni mentira…

Según una encuesta el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) publicada en enero de 2024, el 89,8% de los españoles cree que hay mucha o bastante crispación política, y que los partidos tienen la obligación de alcanzar consensos políticos. El 87,7% señala que es muy o bastante importante que el PSOE y el PP alcancen un acuerdo sobre la renovación del CGPJ. Para el 80,7% de los encuestados, la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno. La encuesta se hizo con una muestra de 6.195 entrevistas del 11 al 15 de diciembre de 2023.

Nos tememos que la percepción de la crispación no habrá cambiado, a tenor de las burradas que se oyen en las sesiones parlamentarias, o en las declaraciones que en campaña electoral, o fuera de ella, se realizan sin ningún pudor.

¿Dónde la educación, las formas, la cortesía parlamentaria, la educación y el respeto al otro (el adversario político se ha convertido en enemigo); dónde el sentido común? Las comparecencias de control al Gobierno se han transformado en cacerías con licencia para matar. El matonismo está a la orden del día, la bravuconería, el lenguaje tabernario, insultos, odio, venganza, abucheos, invectivas, mofas, mentiras, “fake news”, injurias y calumnias son frecuentes en las intervenciones de “sus señorías”, sobre todo en la réplica y contra réplica. ¿Exagero?

Hace días celebramos el Día mundial del Medio Ambiente. Cuidar del Medioambiente social es también favorecer la convivencia, la tolerancia y el respeto entre los ciudadanos. La clase política debería dar ejemplo de civismo, respeto y educación, pero asistimos a un pandemoniun, y a un navajeo verbal insoportable y poco aleccionador para los españoles y españolas.

Es reprochable la actitud de determinados políticos, que no son todos, aunque el enfrentamiento y el odio se extienden por el hemiciclo como la pólvora. Expresiones a micrófono cerrado pero audibles como: ¡A la mierda!, proferidas por la Vicepresidenta Yolanda Díaz, son reprobables, pero también, ¿recuerdan?: ¡Hijo de puta!, frase proferida por Isabel Díaz Ayuso desde la tribuna de visitantes del Congreso, y luego manipulada por MAR y la propia Ayuso, transformándose en “me gusta la fruta”. Son comportamientos miserables e indignos de los representantes del pueblo, por no hablar de los insultos, mentiras y calumnias que escuchamos a diario, en unos y otros políticos.

Pero si somos justos, proliferan más los parlamentos bochornosos desde las bancadas del PP y de Vox. La cacería por parte de la jauría de la ultraderecha política, judicial y mediática, contra la señora Begoña Gómez, no tiene perdón de dios. ¿Dónde la presunción de inocencia? ¿Pretenden los ultraconservadores tapar las causas judiciales contra el hermano y la pareja de la Presidenta de la Comunidad de Madrid? Las diligencias abiertas por el juez Juan Carlos Peinado contra Begoña Gómez, esposa del Presidente del Gobierno Pedro Sánchez, citándola a declarar el 5 de julio, a cinco días de las elecciones europeas, por una denuncia de la Asociación ultraderechista Manos limpias (¿o Manos sucias, a tenor de su uso de recortes de prensa y noticias falsas para sus denuncias?), en la que se acusa a la señora Gómez de tráfico de influencias y corrupción por supuestas ayudas a determinadas empresas, son inexplicables cuando el juez conoce el informe de la UCO que no ve indicios de delito, y sin que éste haya escuchado a los testigos clave del caso. Esta actuación ha sido contestada desde estamentos políticos y judiciales. El Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo del Río, cree que “hay que respetar los tiempos electorales en las decisiones judiciales y apela a la neutralidad de los jueces”.

Este caso del juez Peinado (¿tiene motivaciones políticas?) nos recuerda actuaciones parecidas de la jueza Mercedes Alaya en el caso de los ERE, ¿recuerdan?. Ante la extraña y anómala decisión judicial, el Presidente Sánchez ha publicado una segunda carta en redes: “Lo que no lograron en las urnas pretenden lograrlo de una manera espuria”. Y por si determinadas actuaciones de los jueces resultan, cuando menos, chocantes con el Estado de derecho, el Tribunal Superior de Madrid ha autorizado una concentración el día de reflexión para “rezar el rosario por España”, en la calle Ferraz, cerca de la sede del PSOE, donde ya hubo manifestaciones fascistas de Vox y del PP durante semanas contra el Presidente Sánchez. ¿Aplican aquí los jueces su ideología política? ¿Hace falta una reforma de la Justicia en España, en aras de la imparcialidad, ante estos casos de juez y parte? 

Acudamos a los sabios: Aristóteles nos dijo: “El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona”. Montaigne: “Quien miente dice algo falso que ha tomado por verdadero, el que miente contraviene a su conciencia, pues habla contra lo que sabe, al inventar todo, o al disfrazar el fondo verdadero de las cosas”. Voltaire: defendía la tolerancia y creía en “una educación basada en la razón podría redimir la decadencia moral de Europa”. Jaime Balmes sobre la mentira: “Sucede muy a menudo que el hombre se engaña a sí mismo, antes de engañar a los otros”. José Antonio Marina: “Fanatismo es la aceptación de una verdad absoluta, rechazando someterla a critica”.                           

A los políticos, a los jueces, a determinados periodistas y medios que utilizan la mentira y las falsas noticias como moneda de cambio:¡Sigan con ese juego sucio y fangoso, y bravuconería de baja estofa tabernaria! ¡Sigan judicializando la política y politizando la justicia! ¿No les da vergüenza que el CGPJ siga sin renovarse? ¡Sigan publicando y opinando basándose en noticias falsas y no contrastadas, en vez de trabajar al servicio de la verdad! ¡Sigan erosionando a la democracia! Sigan y veremos como el fango aflora por las alcantarillas de nuestra sociedad y como aumenta la desafección ciudadana hacia la política, hacia la Justicia y hacia los “mass media”. Ante la crispación y la bronca, acudo a Campoamor: “Y es que en el mundo traidor/ nada hay verdad ni mentira/ todo es según el color/ del cristal con que se mira”

Según una encuesta el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) publicada en enero de 2024, el 89,8% de los españoles cree que hay mucha o bastante crispación política, y que los partidos tienen la obligación de alcanzar consensos políticos. El 87,7% señala que es muy o bastante importante que el PSOE y el PP alcancen un acuerdo sobre la renovación del CGPJ. Para el 80,7% de los encuestados, la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno. La encuesta se hizo con una muestra de 6.195 entrevistas del 11 al 15 de diciembre de 2023.

Nos tememos que la percepción de la crispación no habrá cambiado, a tenor de las burradas que se oyen en las sesiones parlamentarias, o en las declaraciones que en campaña electoral, o fuera de ella, se realizan sin ningún pudor.