La Junta mete a la Escuela de Hostelería en el ISE Andalucía para garantizar su supervivencia
La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha resuelto incluir desde el próximo curso a la Escuela de Hostelería de Islantilla (Huelva) en el ISE Andalucía (Infraestructuras y Servicios Educativos), con el fin de garantizar que la escuela se mantenga abierta con toda su actividad y se pueda desarrollar, sin problemas, al menos el curso que comenzará a finales del inminente verano.
La resolución viene a determinar que la Escuela tendrá presupuesto propio desde el próximo curso, ya que estará metida en un departamento concreto de la Junta de Andalucía, con lo que terminará el limbo administrativo en el que se encuentra esta institución desde que en 2013 pasó su gestión de la Consejería de Empleo a la de Educación.
Así lo ha comunicado este martes el delegado de Educación en Huelva, Vicente Zarza, a representantes de los trabajadores y los alumnos del centro, en una reunión en la que se han puesto sobre la mesa las bases para mantener el centro activo y garantizar su supervivencia.
En la reunión se ha diseñado un calendario para que la Escuela de Hostelería de Islantilla inicie sus clases para el curso 2014/2015 el próximo 1 de septiembre, mientras que se abre ya en estos días el plazo para la entrega de las solicitudes de matrícula en el centro.
La reunión fue tensa, con algunos momentos concretos muy complicados, hasta el punto de que el portavoz de los alumnos, Israel García, fue “invitado” a abandonar la sala ante las reivindicaciones que planteó en el encuentro. Ya por la tarde, el delegado de Educación en Huelva, que no fue quien le pidió que saliese, le dijo personalmente que quería contar con él en el próximo encuentro.
Salvada la tensión, sobre la mesa se expuso el modelo de gestión que se quiere aplicar a la escuela, y ahora queda sólo esperar a ver si la idea es, realmente, efectiva, aunque aún quedan algunos flecos que pulir, y algunos pasan por el bolsillo de los empleados del centro.
Atrasos sin cobrar
Los trabajadores expusieron en esta cita, además de la supervivencia del centro, la necesidad de cobrar los atrasos que tienen en sus nóminas desde el pasado enero, lo que se solventará, según Zarza, cuando se firme la resolución correspondiente al presente curso, que se espera tener lista “en los próximos días”.
No obstante, el portavoz de los trabajadores, Blas Moreno, ha sido prudente a la llamada de eldiario.es/andalucia, al entender que “se garantiza la supervivencia de la escuela, pero no se sabe cuando cobraremos los atrasos, pendientes de una resolución que tiene que estar firmada antes del 31 de agosto.
En la parte positiva, los alumnos podrán retirar los certificados de profesionalidad que estén completos de este año o el anterior, con el fin de certificar su formación.
Trabajadores y alumnos han pedido a la Junta que libere fondos para pagar a los proveedores de la escuela, ya que mañana miércoles hará cuatro semanas que reabrió su restaurante, sin que los proveedores del centro hayan cobrado, lo que se ha condicionado igualmente a la firma de la resolución que dé viabilidad a todos los gastos del centro.
“Un discurso muy bien aprendido”
Prudente, e incluso escéptico, se mostraba tras el encuentro el portavoz de los alumnos, Israel García. Para los trabajadores la situación es un problema. Para los alumnos también. Sin certificados de clases no podrán poner sobre la mesa oficialmente qué han estudiado, aunque también comparten la preocupación de sus profesores por la situación que sufren. Por eso, explicaba que en la Junta “siempre empiezan las conversaciones con la misma película, estamos trabajando, esperamos, entre esta semana y la siguiente... y así para todo. Yo es que no me creo nada ya. Sólo hacen cambios, que si de plan de estudios, de sistema de gestión, de delegación, cambios cambios y cambios, y no solucionan lo que tienen aquí y ahora”.
Por eso, aunque la supervivencia de la escuela parece garantizada, el portavoz de los alumnos es tajante: “tenemos la sensacion de que se han encontrado con un problema que no quieren solucionar, ni quieren que les salpique un problema, y por eso escurren el bulto y han ideado el cambio de sistema de gestión”. Si la solución es eficaz, se verá en las próximas semanas.