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SALUD LABORAL

El Gobierno andaluz rechaza aprobar un nuevo Plan Integral contra la silicosis de los aglomerados de piedra artificial

Trabajadores del silestone protestan por la distinción a Martínez-Cosentino, en una imagen de archivo

Néstor Cenizo

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En 2009, el doctor Antonio León, del Hospital Puerta del Mar (Cádiz), diagnosticó mediante TAC el primer caso de silicosis provocada por el corte de los aglomerados de cuarzo. Aquel paciente chiclanero en la treintena, que se ahogaba al menor esfuerzo, había contraído la enfermedad clásica de los mineros por cortar sin protección suficiente un material por entonces (y todavía) altamente popular en las cocinas españolas: el aglomerado de cuarzo, en cualquiera de sus denominaciones comerciales. La principal, el Silestone fabricado por Cosentino (el gran proveedor en España), pero también otras, como el Cesarstone.

La enfermedad era consecuencia indirecta del boom de la construcción, que llevó aparejado el corte de miles de encimeras cuyas micropartículas de sílice se clavaron en los pulmones de cientos de trabajadores que las cortaban a pelo. Quince años después, la silicosis, una afección incapacitante que puede llegar a ser mortal, cuya única solución posible en casos graves es el trasplante de pulmón (no siempre exitoso), es la principal enfermedad profesional en Andalucía, donde se habían detectado 1.110 casos a 30 de junio de 2021, última cifra oficial de la que dispone la Junta de Andalucía.

Es una cifra que, sin embargo, nunca ha divulgado: fue desvelada en exclusiva por este medio hace ahora un año, y está incluida en el informe de seguimiento y evaluación del Plan Integral de la Silicosis en Andalucía (PISA), firmado en noviembre de 2021, justo cuando expiraba ese plan, que entró en vigor en 2017. El plan tenía como objetivo reducir la incidencia de la silicosis mejorando los sistemas de diagnóstico, prevención y notificación de la enfermedad, y también facilitar la reinserción laboral o el acceso a prestaciones de los afectados.

El PISA no cumplió los objetivos pero, tras caducar, no ha tenido continuidad. Y ello, a pesar de las peticiones de las asociaciones de afectados y de que el propio informe final llamaba a perseverar en al menos 23 acciones. Desde la Consejería de Empleo aseguran que el problema, “prioritario”, se aborda con actuaciones concretas y que estará contemplado en la próxima Estrategia de Seguridad y Salud en el Trabajo 2024-2028. Es decir: acciones individuales e integración en un plan general. Nada, por ahora, de un plan integral y específico. También explican que hay un protocolo suscrito por Empleo y Salud, para mejorar la coordinación de acciones entre ambas consejerías, una de las fallas del sistema.

Una epidemia persistente

La epidemia de la silicosis de los aglomerados no se ha resuelto desde que expiró el plan. En 2022, se comunicaron a la Seguridad Social 22 partes de enfermedad profesional por silicosis en el sector (identificado con el CNAE237) del corte y tallado de piedra en Andalucía (de un total de 43 casos de silicosis en Andalucía, y 162 en España), según los datos recabados y desagregados por Comisiones Obreras. En 2023 fueron 15 en Andalucía (47 en el total de la silicosis en Andalucía, y 188 en España -solo en CNAE237-).

Si se abre el foco, el panorama sigue siendo sombrío. “Hemos pasado de 15 partes comunicados por silicosis en España en 2000 [en cualquier sector] a 494 en el último año”, detalla Óscar Bayona, de la Secretaría de Salud Laboral de CCOO. El CNAE237 representa el 38% de esos casos. “No hay ninguna enfermedad profesional que tenga una evolución así en España”. En el total del país, los casos de silicosis en el CNAE 237 ha vuelto a repuntar: tocó techo en 2019 con 287 casos notificados, descendió hasta 2022, y en 2023 repuntó hasta los 188.

No parece que la tendencia se vaya a cortar. Hasta el 31 de mayo de 2024 se habían contabilizado 240 casos de silicosis y 9 de cáncer de pulmón asociados, sin que se puedan desagregar aún por territorio o CNAE.

En Andalucía, la enfermedad afecta a trabajadores que rondan la treintena (36,2 años de media), con baja cualificación, que pasaron su juventud cortando encimeras en pequeñas marmolerías sin apenas protección o inspecciones. En Montemayor (Córdoba), padece silicosis el 3% de la población. Su horizonte, en el mejor de los casos, es la jubilación por incapacidad permanente, pero no es un trámite sencillo.

Voto en contra de la PNL para recuperar el Plan Integral

Ni la Consejería de Salud ni la de Empleo han diseñado por ahora un plan o estrategia que sustituya y mejore al PISA, y este jueves quedó claro que no está entre sus prioridades a corto plazo. El Pleno del Parlamento Andaluz debatió una Proposición No de Ley (PNL) del PSOE, en la que se pedía que el Gobierno andaluz convocara a consejerías, empresas, afectados, representantes sindicales, mutuas y especialistas para reactivar y actualizar el PISA. También pedía concretar el dinero que se dedicaría a estas acciones en una memoria económica.

La PNL contaba con el respaldo de la Asociación de Perjudicados por la Silicosis en Andalucía (APSA), una de las dos más representativas entre los afectados por la enfermedad en Andalucía, junto a ANAES.

“Ante este repunte, la solución es activar el PISA y aplicarlo”, reclamó Olga Manzano (PSOE): “El Gobierno andaluz no puede desaprovechar y deshacer este documento. Sería una irresponsabilidad y una torpeza”. Recibió el apoyo de Inmaculada Nieto (Por Andalucía), quien pidió valorar una posible prohibición total del producto, tal y como ya ha ocurrido en Australia, y de Vox, cuyo representante considera al PISA un “buen punto de partida”.

Sin embargo, no salió adelante por el voto en contra del PP, que había presentado una enmienda que desnaturalizaba la petición. El Gobierno andaluz razona que no hay inacción, porque sigue trabajando en las acciones del plan, aunque formalmente caducara. La Consejería de Empleo asegura que se vigilan y controlan las condiciones de trabajo; subvenciona proyectos de prevención de riesgos; desarrolla actividades de información y sensibilización para empresas y trabajadores del sector; y acciones de vigilancia sanitaria de los trabajadores expuestos.

Plan (de momento) no, mesa sí

Durante años, la epidemia de silicosis no recibió especial atención política o mediática, a pesar de las alertas de los trabajadores. Cobró una nueva dimensión cuando, en febrero de 2023, un juzgado de lo penal de Vigo condenó a Francisco Martínez Cosentino a seis meses de prisión por no informar de forma adecuada durante años a los trabajadores de marmolerías externas del riesgo que implicaba manejar el Silestone sin protección adecuada.

Solo un mes después se anunció una mesa con los partidos políticos, dos neumólogos de prestigio (Antonio León -Hospital Puerta del Mar- y Juan María Rubio -Hospital de Montilla-), la asociación de afectados APSA y representantes de los marmolistas. Los presentes acordaron “instar una actualización de PISA”, según el acta de la reunión, que este medio ha podido consultar.

Sin embargo, eso no ha ocurrido y los problemas que recogía el informe final de PISA siguen lejos de resolverse. Por ejemplo, no hay censo de personas expuestas, no se ha protocolizado el sistema de alerta y el acceso a subvenciones para proyectos de prevención de riesgos está limitado a 15.000 euros. Una cantidad alejada de lo que cuesta adoptar sistemas que eviten la proliferación de polvo en suspensión mientras se corta la piedra.

“Es conveniente un plan que marque la línea de hacia dónde tenemos que ir. Sería bueno un PISA totalmente nuevo, con partida económica en cada Presupuesto, y que cuente con los que ya tienen silicosis”, reclama Paco Torrico, portavoz de APSA, quien acudió al Parlamento con varios afectados. Entre ellos, un hombre con los dos pulmones trasplantados, cuyo caso contó este medio, y otro que requiere oxígeno las 24 horas. Según asegura Torrico, tras varios encuentros entre bambalinas, ha obtenido el compromiso de las consejerías de Empleo y Salud reactivar la mesa en los próximos días y darle carácter oficial integrándose en ella.

Una Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud

La Junta de Andalucía (en particular, las consejerías implicadas) defiende que en la práctica se están continuando las medidas del PISA y que no hace falta un plan para articular eso. También, que todas las acciones quedarán subsumidas en un marco general contra las enfermedades profesionales, denominado “Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el trabajo 2024-2028”. “En lo relativo a la silicosis deja mucho que desear, empezando por que utiliza datos de 2019”, apunta Torrico.

Para APSA y la oposición, no es suficiente. “Esta iniciativa [la PNL] salió de la mesa de la silicosis que organizó APSA. Estaban ustedes y también dijeron que había aprobar el PISA. ¿Por qué ese cambio? ¿En la mesa sí y ahora no? ¿Su compromiso con la silicosis es intermitente?”, se preguntó Olga Manzano (PSOE), quien acusó al PP de querer “diluir” el plan contra la silicosis, descafeinando la iniciativa. “No pedimos la luna, sino la reanudación de un programa ya diseñado, que tiene equipos y estructura, y que puede erradicar una enfermedad de aquí a unos años”. 

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