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González estalla contra la gestión política de la crisis catalana: “Esta forma de hacer política nos lleva al desastre”

A pocas horas para que arranque la campaña electoral en Andalucía, el ex presidente del Gobierno, Felipe González, ha pronunciado una conferencia en Sevilla sobre el estado de salud de la Constitución y las tensiones políticas que vive España ante el desafío soberanista catalán. En primera fila, la presidenta de la Junta y candidata del PSOE a la reelección, Susana Díaz, que ha escuchado cómo González muestra su preocupación por que la campaña andaluza esté eclipsada por los mensajes nacionales de todos los candidatos, “salvo alguna excepción, o excepciona”, ha bromeado.

González ha sido muy duro por la “ausencia de política de Estado”, tanto para abordar una “necesaria reforma de la Constitución”, como para buscar una solución de consenso al problema catalán. El ex presidente del Gobierno se ha reafirmado, sin ser muy explícito, en su rechazo al delito de rebelión contra los políticos catalanes presos por el órdago secesionista de Catalunya. Y ha tildado a los dirigentes de PP y Ciudadanos de “bomberos pirómanos que no ayudan a ordenar el debate”.

Especialmente beligerante ha sido con la iniciativa del partido de Albert Rivera para confrontar un hipotético indulto al líder de ERC, Oriol Llunqueras, y el resto de políticos encarcelados. “Ahora vamos a hacer una huelga contra el indulto para alguien que aún no está juzgado ni condenado. Hay que expresarse en contra de un indulto, lo cual nos hace sospechosos respecto a la presunción de inocencia. ¡Nos estamos volviendo locos! Esta manera de hacer política nos lleva al desastre”, sostiene González, que recuerda que “todos son presuntamente inocentes, hasta que no sean condenados en firme. Les pido que recapaciten. ¿Por qué no razonan democráticamente, si han venido a traer oxígeno a una democracia que, en teoría, perdía oxígeno por los viejos partidos?”, ha remachado.

El ex dirigente socialista se ha reafirmado también en su defensa de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que permitió al Gobierno de Mariano Rajoy intervenir el autogobierno de Catalunya para frenar la deriva independentista. “Me ponían de extrema derecha. Lo que quería es que se hiciera política y la última reacción de la acción política se llama 155 de la Constitución. Y después de eso están los tribunales”, ha dicho.

González ha criticado al PP y a Cs por su demanda insistente al Gobierno de Pedro Sánchez para que vuelva a usar esa herramienta. “Ahora quieren aplicar el 155 para todo, aunque no haya justificación. Cualquier declaración que hacen los políticos catalanes, dicen: ¡artículo 155! No. Hagamos política. Ya que ellos se lo saltan a la torera, seamos garantistas. Yo oigo a Torra y parece que todos los días está dispuesto a reiterar el delito, pero aún no lo ha hecho”. Con todo, el ex presidente del Gobierno ha confesado que “no le gustaría verse en la piel de Pedro Sánchez, al que como Jesucristo, le niegan los independentistas y los constitucionalistas. Es difícil de gestionar”, subraya.

Felipe González ha recordado que el consenso sobre la Constitución del 78 fue más complejo y difícil que el que ahora necesitan los partidos para reformar la Carta Magna. “En el pasado, los que venían de trincheras distintas decidimos superar la política de trincheras para encontrar un espacio de convivencia en el que cupiéramos todos. Ahora que no vivimos en trincheras, veo a mucha gente empeñada en cavar trincheras que no nos sirven para nada”, advierte.

El socialista ha puesto el foco sobre los “síntomas de politización de la justicia”, como uno de las principales enfermedades de la sociedad actual. “Y no por responsabilidad de los jueces, sino por el impulso irresponsable de la política judicializando permanentemente los temas que deberían resolver los políticos”, dice. Y añade: “Si ven algo constitutivo de delito, yo recomendaría a todos los partidos que lo pongan en manos de la Fiscalía, pero que no se metan en acusaciones varias. Esto es una locura. Esta anormalización del sistema judicial llegará a perturbarlo”.