Un pueblo de Granada arranca todos los cipreses de su cementerio porque “los muertos se salían de las tumbas”
El cementerio de Benalúa de las Villas se ha quedado sin cipreses. El árbol más característico de los camposantos ha desaparecido de este lugar por decisión del Ayuntamiento de esta localidad granadina situada en la comarca de Los Montes y que tiene alrededor de mil habitantes. El Consistorio ha decidido talar cada ciprés que había en el cementerio antiguo del municipio y lo ha hecho sin contar con nadie, huyendo del consenso y sin pedir informes técnicos que lo avalen, porque no los necesita, según confirman fuentes consistoriales.
Así, la imagen que presenta este camposanto es aún más desoladora de lo que suele ser en estos lugares. Sin rastro de vegetación alguna, más allá de las flores que dejan los familiares de quienes están allí enterrados, pasear por las calles de este enclave resulta chocante. Ninguno de la treintena de cipreses que había da sombra ya y lo único que queda de ellos son los troncos que asoman del suelo en algunos puntos. Una situación que lleva así desde mayo cuando el Ayuntamiento de Benalúa de las Villas tomó la decisión de arrancarlos todos.
Según la alcaldesa de la localidad, María Angustias Cámara (PP), “los cipreses se cortaron a petición de los vecinos y no por gusto”. La regidora asegura que la decisión se adoptó al apreciar que “los muertos se salían de las tumbas”. Sin embargo, no aclara cómo se cursó la petición vecinal, si se hizo mediante una consulta, si se contó con permisos, cuántos sepulcros estaban afectados por las raíces de los árboles, ni si está previsto poner en marcha alguna alternativa.
Al respecto, la oposición del Ayuntamiento critica la actitud del equipo de Gobierno por haber realizado la tala sin contar con nadie. Ángel de la Cruz, de Izquierda Unida, explica que el Consistorio “contrató a una empresa privada para talar los cipreses” y que lo hizo sin informes técnicos “porque no son necesarios para ello” al tratarse de un lugar de titularidad municipal sobre el que tiene potestad el Ayuntamiento. “Evidentemente la decisión no se tomó en ningún pleno tras ningún debate, sino que fue una decisión unilateral del Gobierno local”.
Un problema de planificación
El portavoz de IU entiende que quizá algún ciprés “dañaba alguna tumba, pero en ningún caso era necesario talarlos todos”. Un extremo que confirman fuentes consistoriales consultadas por este medio que aseguran que existen “alternativas” a la tala masiva que se ha realizado. De hecho, según ha podido saber elDiario.es Andalucía, el problema con el respeto a la vegetación del municipio viene de lejos y desde el equipo de Gobierno no se cuenta con los técnicos especialistas en el cuidado del medio ambiente.
Sin ir más lejos, la oposición ha presentado diferentes proyectos para plantar nuevos árboles porque detectaban que el pueblo se estaba convirtiendo “en un desierto de cemento”, algo que es anómalo en una localidad que vive del campo. “Cada vez hay más cemento y menos naturaleza, cada vez nuestros pueblos son más grises y menos verdes, cuando la tendencia debería ser la contraria. Quienes vivimos en pueblos rurales, en el campo, debemos ser conscientes de la importancia del cuidado de la naturaleza y del medio ambiente pues en buena medida es lo que nos da de comer y lo que sigue permitiendo la viabilidad de nuestros pueblos pequeños”, afirma Ángel de la Cruz de IU.
Por eso, los vecinos de Benalúa de las Villas han expresado su descontento por la tala masiva de los árboles del cementerio. “No entiendo cómo han hecho una cosa así”, “como no tenía el pueblo bastante con su iglesia destruida, ahora le toca al cementerio”, “el otro día estuvimos y es una pena cómo está sin una sombra y el terreno mal cuidado”, “ya lo podrían arreglar que está muy abandonado”, son algunas de las quejas de los lugareños sobre el trato del Ayuntamiento al camposanto de Benalúa de las Villas.
Se da la circunstancia de que el cementerio de esta localidad granadina tiene adosada una parte nueva en la que sí se mantienen los cipreses, pero apenas se cuentan con los dedos de una mano. Fuentes expertas en la gestión forestal explican que este panorama podría haberse evitado. “Hay alternativas. Se pueden arreglar las tumbas con materiales nuevos, hacerse podas de renuevo, arreglar las lapidas dejando el fondo un poco peor, pero bueno, son seres vivos que no creo que estorben a los que ya no lo están”. De modo que, aunque había alternativas, la situación actual carece de solución y no se cuenta con ningún proyecto de renovación de cara al futuro, según confirman voces consistoriales a este medio.
1