“Juntas luchamos, juntas avanzamos”: el feminismo vuelve a teñir de morado las calles de Andalucía otro 8M
“Juntas luchamos, juntas avanzamos”. Como cada 8 de marzo, las andaluzas y los andaluces han teñido las calles de morado por el Día Internacional de la Mujer para reivindicar una igualdad real entre hombres y mujeres. Las capitales de las provincias andaluzas han acogido manifestaciones unitarias salvo en el caso de Sevilla donde se han organizado dos marchas, al igual que ha ocurrido en Almería. Sindicatos y estudiantes también se han movilizado, en este caso por la mañana. Así hasta un total de 67 manifestaciones han sido comunicadas por parte de la Delegación del Gobierno de España en Andalucía en todo el territorio autonómico para este miércoles.
El movimiento feminista, que ha reunido en Sevilla a unas 10.000 personas según la Policía Nacional, ha hecho temblar la capital andaluza “por cada vez que temblamos nosotras al volver a casa”, como advertía una de las pancartas que se han desplegado por las calles de la ciudad reivindicando “igualdad real”. El primero en hacerlo ha sido el Puente del Cachorro al paso de la marcha convocada por la Asamblea Feminista Unitaria de Sevilla (AFUS), que ha partido de Torre Sevilla a las 18:30 en dirección a la Plaza San Francisco.
La multitud que se ha congregado en torno a esta primera convocatoria ha aprovechado el Día internacional de las Mujeres para denunciar diferentes causas como el supuesto asesinato machista de Ana Buza con proclamas como “basta ya de justicia patriarcal” o “no es un caso aislado, se llama patriarcado”, así como para reivindicar que “no es no y lo demás es violación ” y que se reconozca la labor de las trabajadoras del hogar, junto a otras causas y derechos que se han defendido a través de los carteles levantados y las consignas gritadas durante el recorrido.
El magma morado que ha aglutinado a una miríada de organizaciones feministas se ha extendido también sobre el río Guadalquivir de la mano del equipo Dragon Boat de piragüismo que ha desplegado en el agua una pancarta por la igualdad. Entretanto, las calles de Sevilla se han llenado de palabras que exigían la libertad y el empoderamiento de las mujeres, mientras se condenaba el miedo que sienten al volver solas a casa y se defendían causas políticas como la del “solo sí es sí”.
El latido de esta marcha lo ha marcado la batucada de mujeres Yemú Yembá y el ritmo de himnos feministas como 'Ay mamá' de Rigoberta Bandini o el clásico 'A quién le importa', que ha unido a diferentes generaciones en torno a una misma lucha. De hecho, los jóvenes han sido protagonistas de la movilización feminista en Sevilla, tomando el relevo el de sus antecesoras: “Mi abuela luchó, mi madre luchó y aquí estoy ahora luchando yo”. En este sentido, una de las madres que acompaña a sus hijas sostiene que es necesario hacerlas participes para que “desde pequeñas tengan conciencia de que tienen que seguir luchando porque nadie lo va a hacer por ellas”.
Una hora después, a las 19:30, ha arrancado en Plaza Nueva la manifestación del Movimiento Feminista de Sevilla 8M que lleva celebrándose de forma ininterrumpida desde el año 97. Esta movilización ha ido avanzando en paralelo a la anterior, recorriendo un trazado diferente y acogiendo a colectivos diversos, pero sumando también a miles de personas que han coreado proclamas similares contra la “justicia patriarcal”, transmitiendo “unidad por la igualdad” y la idea de que “juntas luchamos, juntas avanzamos”.
En su marcha hasta la Alameda de Hércules, tras la caída del sol, han demostrado que “la calle y la noche también son nuestras”. Y han hecho honor con sus consignas al lema de esta edición: “por los derechos de las mujeres, ni un paso atrás”. De ahí que hayan clamado por algunos de sus postulados (“Mi cuerpo mi vagina ni se compra ni se alquila”), y hayan condenado la violencia que se ejerce contra las mujeres por el simple hecho de serlo, gritando también “por las que ya no están”.
A pesar de los puntos comunes que se han producido durante la doble manifestación celebrada en Sevilla, la jornada no ha estado exenta de tensión. Las discrepancias dentro del movimiento se ha dejado notar en el tramo final, durante la lectura del manifiesto 8M, en el que un grupo ha exigido la “dimisión” de la ministra de Igualdad Irene Montero, y se han escuchado abucheos ante la petición de abolir la prostitución o la defensa de que “ser mujer no es un sentimiento”.
Con todo, otros postulados como erradicar los roles sexistas o la brecha salarial entre hombres y mujeres, luchar contra la precariedad y el deterioro y desmantelamiento de la sanidad pública con perspectiva feminista, o exigir “una vida sin violencia patriarcal”, la visibilidad e igualdad plena de las mujeres sí han contado con el respaldo unánime de las manifestantes.
De modo que ha habido unidad en torno a la idea de que “una sociedad no puede ser democrática si se hace cómplice de las desigualdades” y que “el feminismo ha sido y sigue siendo el mayor valedor de la verdadera igualdad”. De ahí que la jornada de protesta en Sevilla haya concluido con una consigna que se ha gritado al unísono “por los derechos de las mujeres”: “Ni un paso atrás”.
Veteranas y veinteañeras
Unas 7.000 personas, según Subdelegación del Gobierno, se han manifestado en Málaga en un ambiente más reivindicativo que festivo. “Nunca pensé que escucharía determinadas barbaridades en el Congreso”, lamenta Milagros Bilbao (62), mientras pasa una pancarta: “Somos el grito de las que no tienen Vox”. Otras tiran de ingenio para apuntar a actitudes cotidianas: “Yo sé que me adoras, pero pon la lavadora”. Y Valle Lara (21) explica que hasta los 18 no comprendió que había un mundo diferente, porque proviene de una familia muy conservadora que ni le permitía vestir a su gusto.
Poco antes de la Plaza de la Marina, las veinteañeras Sara, Rocío y Estefanía ultiman unas pancartas que destilan una amarga ironía. Una, alusiva a Myself Flowers (Miley Cyrus). “Sin igualdad salarial no puedes comprar flores”. Otra, a Estopa: “El siniestro con el Panda no fue culpa de su falda, sino de quien la cosifica”, aclaran.
La desigualdad se agranda en el mundo rural. Aroa Palma (44) se dedica a la recogida de la uva pasa y viene de Almáchar con la Asociación la Yedra. “Quienes nos dedicamos a la agricultura, los almacenes de fruta o la limpieza tenemos más dificultad para acceder a las prestaciones. Nuestras madres no cobran pensión porque no tenían seguro agrario”, comenta. “Y la titularidad de la tierra es otro de los esquemas que tenemos que romper”.
Entre las asistentes estaban Gracia Acedo (57) y Belisa García (46), ambas mujeres con discapacidad. Exponen una ristra de datos para hacer ver la doble discriminación que sufren. “Necesitamos buena asistencia, intérpretes para personas sordas cuando denuncian por violencia de género, que podamos salir a la calle sin miedo…”, se lanza Acedo desde su silla de ruedas. “Y servicios de ginecología y casas de acogida accesibles”, completa García.
Explican que la brecha salarial se agranda un 14% cuando se trata de mujeres con discapacidad, que sólo llegan a cargos directivos en el ámbito de discapacidad y que sufren hasta un 20% más la violencia sexual. “Sobre todo, en el ámbito familiar y de los cuidadores”. A pesar de tener una tasa más alta de carreras universitarias, es frecuente que no puedan ejercer porque se las percibe como un problema en muchas empresas. “Y queremos que no nos señalen por ser madres. Creen que no estamos capacitadas y somos tan capaces como cualquiera”. Ambas son madres solteras.
La manifestación discurrió sin incidentes hasta enfilar la Calle Larios e improvisar un final en el extremo norte de la Plaza de la Constitución, la más simbólica de la ciudad. Este era el lugar previsto de cierre desde hace dos semanas, pero ahora está ocupada en su mayor parte por el Festival de Cine. Al final, la inmensa mayoría de las manifestantes no pudieron escuchar el discurso. Muchas enfilaban el comienzo de calle Larios cuando el manifiesto ya se había leído.
Córdoba: “No habrá democracia sin igualdad”
Banderas trans, del pueblo gitano, andaluzas o de mujeres migrantes se han dado la mano en la marcha que ha mantenido la unidad del movimiento feminista en Córdoba. Organizada por la Plataforma Nosotras Decidimos -que incluye a todos los colectivos y asociaciones feministas de Córdoba-, la marcha ha vuelto a aunar el grito de mujeres de todas las edades, desde esas pequeñas hasta sus madres y abuelas, y también el de muchos hombres que las han acompañado. Varios miles de personas -3.500 según la Policía Local- han llenado el Paseo de la Victoria, Ronda de los Tejares y la calle Cruz Conde, para encaminarse hacia Claudio Marcelo y la Plaza de la Corredera como final de la marcha, informa Carmen Reina.
“No habrá democracia sin igualdad”, rezaba una de las cientos de pancartas que se han podido leer y que resumía la esencia del mensaje feminista. Junto a ella, mensajes “por las mujeres que fueron, por las que somos y las que vendrán”, y reivindicaciones en el ámbito laboral contra la brecha de género y poniendo el foco en las agresiones sexuales que sufren las mujeres. Claveles morados, bengalas también moradas y banderas con el mismo color han teñido la manifestación cordobesa que ha dejado muchas y muy diversas imágenes.
En Almería se han desarrollado dos manifestaciones, con una asistencia total de 4.500 personas. La primera cita ha sido organizada por la Plataforma de Acción Feminista de Almería, partiendo de la Puerta Purchena, mientras que la segunda ha sido convocada por la coordinadora de Colectivos Feministas de Almería, y se ha desarrollado entre el Anfiteatro de La Rambla y la Puerta Purchena. Esta organización está formada por mujeres con distintos puntos de vista, donde “ponemos en valor nuestras diferencias y juntas creamos una sinergia basada en un feminismo diverso, ya que es así como entendemos la lucha feminista, unidas para poder derrotar el sistema patriarcal que nos oprime en las diferentes esferas de nuestra vida”, según informa Europa Press.
En Jaén, después de tres años con manifestaciones por separado, el colectivo Feministas 8M y la Comisión para la Igualdad y Contra la Violencia de Género han convocado una única marcha en la capital jiennense bajo el lema 'Feminismo visible, mujeres invencibles', y en la que han participado “más de 2.200 personas”, según Policía Nacional. La protesta se ha desarrollado entre la Plaza de las Batallas y la Plaza de Santa María con gritos como 'Irene dimisión', 'Estamos de luto, no de fiesta' o 'Irene ministra clasista feminista'.
En Cádiz, la manifestación desde la Plaza de Asdrúbal hasta la Plaza de la Catedral bajo el lema 'Feminismos diversos unidos y en lucha' ha congregado a “unas 1.900 personas”, según Policía Nacional cifra que la organización eleva hasta “alrededor de 2.500”. Se ha desarrollado “sin incidentes”, y los participantes han vociferado consignas como 'Luego diréis que somos cinco o seis', 'Si nos tocan a una, nos tocan a todas' o 'Manolo, Manolito hoy cocinas tú solito', informa Europa Press.
Por su parte, en Granada, las Plataformas 25N/8M y Feminismo Unitario de Graná han convocado una manifestación “masiva” desde la plaza del Triunfo hasta el Paseo del Salón, en la que ya al inicio de la misma la Subdelegación del Gobierno contabilizaba “unas 18.000 personas” y la Policía Local sobre “18.000”. Además, el bloque de trabajadoras sexuales se ha paseado en la manifestación con paraguas rojos. En su manifiesto, las convocantes señalan que vuelven a ocupar las calles y “lo hacemos todas juntas, desde el convencimiento de que para avanzar en nuestros derechos es necesario encontrarnos y caminar unidas en nuestra diversidad”.
La manifestación organizada por el Movimiento Feminista de Huelva en la capital onubense, que también ha llamado a la unión de las mujeres este 8 de marzo porque “juntas son más fuertes”, ha congregado “a 4.500 personas”, según cifras de la Policía Nacional, que durante su recorrido entre el antiguo Estadio Colombino y la plaza de Las Monjas han cantado “que nos detengan que somos feministas, malas y abortistas” y han chillado lema como 'Sola y borracha quiero llegar a casa' o 'Que viva la lucha de las mujeres', informa Europa Press.
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