Tribunales
La justicia italiana le deniega a Juana Rivas la custodia de su hijo menor
Juana Rivas no podrá volver a vivir con su hijo pequeño, al menos de momento. El tribunal de Cagliari (Italia) le ha denegado la custodia del menor de sus vástagos tras fallar de nuevo en su contra. Según avanza El Mundo y ha podido saber este medio por fuentes judiciales próximas al caso, el juzgado italiano se mantiene en un punto similar al que estaba después de cuatro años de litigios y numerosas denuncias contra su expareja, Francesco Arcuri, al que ha acusado en varias ocasiones de ser un “peligro” para los niños, hasta el punto de querellarse por presunto maltrato. Las primeras querellas fueron archivadas, pero está en curso una causa penal contra Arcuri por presunto maltrato contra los niños. Una cuestión a la que se agarra la defensa de Juana Rivas para no entender cómo la justicia le ha otorgado la custodia del menor de sus hijos. Por otro lado, el primogénito de ambos sí vivirá con Juana en España al haber alcanzado la edad para decidirlo.
Este fallo, en el que se establece un régimen de visitas y de manutención sobre cada uno de los menores, se ha producido tras varios aplazamientos porque el juez pedía informes psicológicos y de los profesores de los niños y supone un revés judicial para Juana Rivas tras meses de buenas noticias. Si bien se asegura convivir con el mayor de sus descendientes, y aunque llegó a ingresar en prisión en el centro Matilde Cantos de Granada hace ahora más de un año y medio, la granadina está en libertad desde que en la Navidad de 2021 se le concediese de forma vigilada y la Audiencia de Granada anulase en marzo de 2022 el fallo del juez Manuel Piñar que se negaba a dejarle en libertad pese al indulto parcial del Gobierno que rebajó su condena a año y medio de cárcel. Desde entonces, Rivas está en la calle.
Esta decisión judicial es la consecuencia de un periplo que empezó con los hechos que transcurrieron entre la primavera de 2016 y el verano de 2017. Durante ese tiempo, Juana Rivas estuvo residiendo en Maracena (Granada) junto a sus dos hijos tras haberse marchado de Italia. Lo hizo aprovechando unas vacaciones pactadas con el padre de estos, Francesco Arcuri, pero nunca volvió. Como la granadina expresó que no iba a regresar y pidió amparo al Centro de la Mujer de Maracena por presuntos maltratos, Arcuri movió ficha y reclamó la devolución de los niños que Juana desoyó hasta en dos ocasiones.
El 26 de julio de 2017, Rivas desapareció junto a sus hijos y no se presentó al punto de encuentro familiar donde debía entregarlos, saltando el caso a los medios de comunicación. Permaneció un mes en paradero desconocido, contando con el respaldo de buena parte de la sociedad y hasta de la clase política, esperando que la presión mediática jugase a su favor. Finalmente, no ocurrió y tuvo que devolver a los niños a su padre, condenado en 2009 por un delito de lesiones contra Rivas, que desde entonces residían con él en Italia, hasta que el mayor ha vuelto a España. Desobedecer entonces a la justicia le costó en 2019 una condena de cinco años de prisión y seis de pérdida de la patria potestad. Una pena a la que se sumó días después la pérdida de la custodia de los niños por orden de la justicia italiana, asunto que ha llegado hasta este día.
Reducción de su condena hasta la libertad
Después de aquello, la granadina afrontó todo un periplo judicial que ha tenido éxitos notables. Juana Rivas recurrió ambas sentencias logrando fallos a favor de sus intereses. Primero el Tribunal Supremo redujo a la mitad su pena de prisión, aunque eso no evitó que entrase en la cárcel hace ahora un año. Después, ya en noviembre de 2021, el Gobierno central le concedió a la granadina el indulto parcial por el que su condena de prisión quedaba reducida a año y medio de cárcel y la pérdida de la patria potestad se conmutaba con servicios sociales durante 180 días.
Al no haber delinquido antes, Rivas podía salir en libertad al no tener antecedentes y tener una pena privativa de menos de dos años. Sin embargo, el mismo juez que la condenó en 2019, alegando que la granadina no mostraba arrepentimiento y que podía ser un peligro para sus hijos, se lo negó en principio. No obstante, la Audiencia de Granada desoyó al magistrado y anuló su fallo a finales de marzo permitiendo que Juana Rivas pudiese estar en la calle.
Ahora, la justicia italiana le niega la custodia del menor de los niños -el mayor se queda con ella porque puede así lo ha decidido él al ser mayor de 14 años-, después de que sus letrados apelasen en marzo de 2019 al perder en primera instancia la custodia de ambos. El tribunal de Cagliari, que ha llevado el caso, deniega así que Juana Rivas pueda volver con el niño, cuatro años después de perder su guarda y custodia. La defensa de la granadina recurrirá el fallo para revertir una situación que consideran injusta. Por su parte, la defensa de Arcuri mantiene en curso su apelación contra el indulto concedido en noviembre al considerar que el Gobierno no es competente para decidir sobre la patria potestad, sino que ese es un principio que debe regirse a través de los juzgados.
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