FESTIVAL DE SEVILLA
El cine se reivindica desde Sevilla como “espacio de libertad”
Una luna y un gato conforman la estatuilla del “premio a la libertad” con el que se reconoce por noveno año a aquellas películas del Festival de Sevilla (SEFF) que contribuyen a visibilizar desde el arte al colectivo LGTBIQ+. Se trata del Premio Ocaña, galardón concedido por la asociación Cultura con Orgullo en colaboración con los ayuntamientos de Sevilla y Cantillana, en honor al artista José Luis Pérez Ocaña. Pintor autodidacta y pionero de la performance, este vecino de la citada localidad sevillana falleció en 1983 con tan solo 36 años y desde entonces se ha convertido en icono de la lucha por la igualdad y la libertad sexual.
En la 19ª edición del SEFF que arranca el próximo 4 de noviembre, optan al galardón un total de siete cintas incluidas en las secciones competitivas del certamen. Durante el acto de presentación de esta nueva convocatoria del Premio Ocaña a la mejor película LGTBIQ+, el director del Festival, José Luis Cienfuegos, ha subrayado su compromiso con la diversidad y ha puesto en valor la calidad de la producción cinematográfica que aborda este tipo de temática.
A modo de ejemplo, ha recordado que en ediciones anteriores películas de corte LGTBI como Great Freedom se han alzado con el Giraldillo de Oro, el máximo reconocimiento de este festival de cine europeo. De nuevo, en esta ocasión, se presentan títulos de tramas y estilos muy diversos pero con un denominador común: ofrecer una mirada íntima y cruda del colectivo, invitando a la reflexión. En este sentido, más allá de la orientación sexual y el género, hay propuestas que exploran los preceptos tradicionales de identidad y sexualidad como Skin Deep, de Alex Schaad, y otras que apuestan por la estética y la impronta del arte para acercarse a disputas internas que sufren las personas trans como Christina, obra de Nikola Spasic, o Fuego Fátuo, con la firma del portugués João Pedro Rodrigues,
Impacto en la vida de las personas
Para su novena edición, la estatuilla del Premio Ocaña cuenta de nuevo con el sello del artista al que homenajea: la luna, símbolo característico de sus pinturas, y Enrique, su fiel amigo gatuno que lo acompañó durante su estancia en Barcelona, donde se mudó en busca de libertad porque “en el pueblo se ahogaba”, como ha explicado la alcaldesa de Cantillana, Ángeles García, en la presentación celebrada en el Espacio Santa Clara de la capital andaluza.
La lucha interna y externa que han tenido que librar y siguen librando hoy los miembros de la comunidad LGTBI se refleja en las películas que se disputan este año el galardón. Es el caso de Blue Jean, de Georgia Oakley. Ambientada en la Inglaterra de 1988, retrata el panorama hostil al que se tuvo que enfrentar el colectivo con la aprobación de la Sección 28, una ley que prohibía “promover la homosexualidad” y que obligó a hombres y mujeres homosexuales a ocultar su forma de ser y amar por miedo a la represión. En concreto, el film narra la historia de Jean, una profesora de gimnasia que sufre el chantaje de una de sus alumnas.
Otro ejemplo de los estragos que llegan a causar en la vida de las personas LGTBIQ+ es Close, de Lukas Dhont. Con la sensibilidad y delicadeza que caracterizan al cineasta belga, esta cita aborda “los efectos devastadores” de los modelos de masculinidad impuestos sobre la vida de dos jóvenes en pleno desarrollo vital, en un punto crucial de su propio proceso de construcción de identidad.
'Performance' en una sala de cine
Además de los títulos incluidos en el apartado competitivo del festival, otros tantos cortometrajes y proyecciones del SEFF orbitan en torno al debate social y formulan valientes representaciones de la diversidad afectivo-sexual en los años duros del estigma y la controversia. En esta línea, se va a proyectar A Woman like Eve, estrenada en 1979.
Asimismo, dentro del marco de este certamen cinematográfico de referencia, encontramos otras actividades que entroncan con la diversidad, como es el evento especial (entre el teatro y la performance) que va a acoger la sala 8 de Mk2 Cinesur Nervión Plaza el sábado 5 de noviembre: La carn. Esta singular propuesta del bailarín y performer Lluís Garau trata de la historia de Ferrán, un chico de la Generación Z que le pone precio a su cuerpo.
Como complemento a la programación LGTBIQ+, durante el acto se ha presentado la revista Código Queer, editada por la Fundación Triángulo Andalucía en colaboración con el SEFF y Andalesgai. La publicación recoge todos los detalles relativos a este ámbito del programa e incluye en sus páginas artículos y entrevistas sobre la realidad queer dentro de la industria del cine europeo.
Precisamente, el director del festival Andalesgai, Andrés Vega, que ha sido el encargado de presentar la revista, es también uno de los miembros del jurado que junto al periodista Juan Carlos Roldán y Remedios Málvarez, la directora del documental Pico Reja, se encargarán de entregar el Premio Ocaña. El año pasado, la cinta galardonada fue Flee, que tiempo después lograría un hito histórico: tres nominaciones a los Oscar.
Para concluir el acto, la delegada de Igualdad del Ayuntamiento de Sevilla, Clara Macías, ha intervenido para anunciar que en la próxima edición del SEFF, coincidiendo con su 10º aniversario, el Premio Ocaña contará con una dotación económica para “elevar el nivel” de este galardón que reconoce el papel del séptimo arte “como elemento de transformación social”. “Las administraciones recogemos el guante de las personas precursoras, que lucharon por la igualdad de oportunidades y por poner en valor la diversidad sexual”, ha señalado Macías en referencia a Ocaña.
En definitiva, la programación del SEFF vuelve a apostar por construir sociedad desde la cultura y a reivindicar el Festival como “espacio de libertad”, en palabras de su director. Se trata así de “situar al colectivo donde se merece”, esto es, a la altura “de un festival europeo como el que organiza Sevilla”.
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