Grupo Anaya cancela la línea de ficción de su filial en Andalucía y fulmina a su editor, Miguel Ángel Matellanes
Un jarro de agua fría acaba de caer sobre el ámbito literario andaluz: Algaida, la filial sureña del Grupo Anaya, verá cancelada en breve su línea de ficción, poniendo fin a casi tres décadas de brillante trayectoria en la que han descubierto a un buen número de talentos y publicado también a muchos nombres consolidados. Una mala noticia que afecta, también, a las instituciones que publicaban sus premios a través de este sello, en especial al Ateneo de Sevilla, que sacaba a la luz sus prestigiosos galardones anuales con Algaida desde 1996.
Aunque el Grupo Anaya no ha anunciado aún oficialmente este cierre, el despido fulminante de los dos editores que estaban al cargo, Miguel Ángel Matellanes y Charo Cuevas, comunicado el pasado 22 de julio sin un relevo aparente, parece indicar que la línea de ficción del sello no tendrá continuidad: cuando acaben de ver la luz los libros comprometidos hasta el final del año (los premios Ateneo 2024, Sixto Sánchez Lorenzo y Angélica Yuste; y nuevas obras de autores como Nerea Riesco, José Ángel Mañas o Jerónimo Tristante), si nada lo remedia, se pasará definitivamente una página más que significativa de la historia de la edición en Andalucía. En este caso, Algaida solo se mantendrá con su línea de libros educativos.
Cabe recordar que Algaida S.A.U. (sociedad unipersonal del Grupo Anaya) ha funcionado durante las últimas décadas como cantera de valores de la narrativa, a la manera de esos equipos deportivos modestos condenados a ver cómo muchos de sus jugadores se marchan a los clubes más pudientes. Entre los escritores que han sido descubiertos por Algaida, o han encontrado en este sello su trampolín definitivo, destacan nombres como los de Félix J. Palma, Juan Soto Ivars, Jimina Sabadú, Marta Rivera de la Cruz, Carmen Amoraga, Nerea Riesco, Nacho del Valle, Óscar Esquivias o Vanessa Montfort, entre otros. Entre los veteranos de su catálogo, se puede citar a Ramón Pernas, Fernando Marías o Espido Freire.
Preocupación en el Ateneo
Aunque elDiario.es ha tratado de confirmar con la editorial esta cancelación, sin éxito hasta la fecha, sí ha podido hablar con fuentes del Ateneo de Sevilla, que recibieron la noticia por burofax. “Ignoramos la situación de la empresa, lo único que sabemos es la comunicación que nos envió el Grupo Anaya transmitiéndonos su intención de renunciar al convenio de colaboración que tenía con el Ateneo, luego tuvimos alguna llamada extraoficial en la que se nos informaba que se cerraba la unidad de ficción de Algaida”, comentan a este periódico.
“Estamos a la espera de que alguien nos comunique la persona que va a hacerse cargo de las ediciones pendientes, en concreto de los premios Ateneo de novela de este año, pues los contratos están firmados, las cubiertas están decididas, pero no sabemos en qué fecha estarán disponibles –normalmente suelen salir en la primera semana de noviembre– o cómo se hará la campaña de promoción”, añaden desde la institución.
Si bien los autores ganadores de la edición 2024 ya tienen acordado el pago de su dotación respectiva, las mismas fuentes del Ateneo afirman estar “un poco preocupados por la imagen que podamos dar con las publicaciones, pero tenemos confianza en que finalmente se cumpla el convenio”.
Sobre el posible relevo de Algaida en la publicación de los premios Ateneo, aseguran que “ya estamos muy avanzados en eso, está prácticamente acordado, pero nos gustaría anunciarlo al día siguiente del lanzamiento de las novelas ganadoras”, dicen. “Sí teníamos claro que nos gustaría que fuera una editorial andaluza y que publique autores andaluces con regularidad, a ser posible un grupo andaluz potente. Algaida había abandonado en los últimos tiempos su plan editorial, y venía publicando mucho menos”, añaden desde el Ateneo hispalense.
En resumen, los responsables del Ateneo de Sevilla subrayan que a lo largo de estas casi tres décadas han tenido “una excelente relación” con Algaida, sus editores, Miguel Ángel Matellanes y Charos Cuevas, y su equipo al completo, aunque “veníamos viendo que algo como esto podía ocurrir”.
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