CGT denuncia que la nueva estación de Antequera no podrá acoger dos trenes de media distancia a la vez: “Un terrible error de cálculo”
La inauguración de la nueva estación de Antequera el 26 de enero marcó el punto final del largo y tortuoso camino de la alta velocidad a la ciudad. Desde aquel día, 22 trenes AVE o Avant con destino Madrid, Granada, Málaga o Sevilla hacen parada en una estación que acumulaba años de retraso por la crisis económica, las discrepancias entre administraciones o la pandemia. Fue proyectada en 2008.
Sin embargo, el estreno no fue absoluto: aún no se prestan los servicios de media distancia que, en un futuro, deberían conectar Antequera con el ramal de Bobadilla. Se trata de una línea de vía única pero que se bifurca a los pocos metros de llegar a la nueva estación para permitir el uso simultáneo de dos trenes. ADIF asegura que entrará en servicio “en breve”, cuando concluyan los trabajos de señalización y solicite la autorización de la Agencia de Seguridad Ferroviaria. Sin embargo, será difícil que dos trenes estacionen de forma simultánea, a juicio de la CGT. La distancia entre los ejes de las vías de acceso es de 3,70 metros, a pesar de que la normativa técnica exige una distancia de 3,80 para las vías de ancho ibérico (convencional), como es el caso.
Este es uno de los problemas que podrían lastrar la utilidad de la nueva infraestructura, que ha costado 16,7 millones de euros, de los que 10,3 millones corresponden a la nueva estación y el resto, a la plataforma para recibir trenes de ancho convencional.
El otro problema es el acceso: no hay línea de autobús urbano que incluya la estación, ni indicaciones en las carreteras de acceso. y para llegar andando se puede optar por caminar por un estrecho arcén o atravesar vías de tren, balasto y un descampado, ya que no está abierto el paso subterráneo que facilitaría el tránsito.
Distancia mínima de 3,808 salvo casos “excepcionales debidamente justificados”
CGT equipara la situación a la producida con los túneles de los Cercanías en Asturias y Cantabria. En Antequera, las vías están separadas de eje a eje por 3,7 metros, tal y como demuestran fotografías y un vídeo que ha grabado el sindicato (2,05 + 1,688). A preguntas de este medio, ADIF admite que la distancia es de 3,700, pero añade que eso cumple “con lo establecido en la normativa”.
Sin embargo, la Instrucción ferroviaria de gálibos aprobada por la Orden FOM/1630/2015, de 14 de julio, no recoge ninguna distancia de 3,700. Dispone que para las vías de ancho ibérico el “entreeje nominal” para velocidades inferiores a 140 km/h (como es el caso de la entrada a una estación) es de 3,808 metros, 10 centímetros más de lo que mide en Antequera. “Los valores dados en el cuadro anterior son mínimos”, señala la norma, que admite una distancia inferior en casos “excepcionales debidamente justificados”.
De esta forma, si la velocidad del tramo es igual o inferior a 120 km/h “se admitirá” una distancia entre ejes inferior a 3.808 mm, “siempre y cuando se demuestre la seguridad de la circulación de los trenes”, comprobando que se cumple “al menos el entreeje límite” calculado mediante una compleja fórmula.
En otras ocasiones, se recurre a soluciones más pedestres, como “encoger” el tren plegando sus espejos, cuenta un operador.
“Un terrible error de cálculo”
El pliego de condiciones del proyecto de “plataforma y vía del acceso en ancho convencional” a la estación recoge que la plataforma dentro de la estación debe ser de doble vía en los primeros 175 metros y de vía única en los 225 metros siguientes hasta el final de la estación. Lo que CGT denuncia es que la doble vía podría ser inútil, porque la separación entre ellas es diez centímetros inferior a la mínima prevista en la normativa.
“Es un error terrible de cálculo”, lamenta Miguel Montenegro, secretario general de CGT Andalucía: “No hay gálibo suficiente para que dos trenes estén a la vez en la estación y quizá por eso aún no están llegando los trenes de media distancia”. Asegura que, hace meses, una fuente presente observó la alarma de los técnicos de ADIF al comprobar el ancho entre ejes finalmente dispuesto. Fue ahí cuando se dieron cuenta del supuesto error.
El sindicato, que lleva años embarcado en reivindicar mejores conexiones ferroviarias para los pueblos del interior de Málaga, pide que la línea de Ronda se una con Antequera en el intercambiador de Bobadilla, lo que permitiría dar servicio de Cercanías a municipios de una comarca afectada por la despoblación que ya cuentan con estación, como Campillos.
Sin indicaciones, autobuses ni aceras para la llegada de peatones
La nueva estación de alta velocidad fue inaugurada por la ministra Raquel Sánchez y el alcalde Manuel Barón. Con la entrega, Antequera se convirtió en la segunda ciudad española con dos estaciones de AVE en su término municipal, tras Madrid. Cuenta con la estación de Santa Ana, ubicada en un olivar a 17 kilómetros del núcleo urbano, y la nueva. Pero esta sigue siendo un ente aislado y, por ahora, de difícil acceso.
La estación de Antequera, dispuesta en dos niveles, no tiene cafetería, las escaleras mecánicas son solo de subida y, según denuncia CGT, los ascensores son tan estrechos que no permiten que entre un acompañante con una persona en silla de ruedas.
No hay cartelería que informe de cómo llegar, porque el Ayuntamiento no ha colocado indicaciones aún. Tampoco hay aún servicio de lanzadera o autobús municipal hasta la nueva estación. En el parking con capacidad para 245 vehículos, de momento gratuito, ya se ha visto a operarios de SABA, una empresa que gestiona diversos aparcamientos de ADIF.
A las preguntas “¿Se ha cedido la explotación a esta empresa? Si es así, ¿bajo qué fórmula y por qué precio? ¿Me pueden indicar el expediente de contratación?”, Adif contestó lo siguiente: “Adif analiza el modelo de explotación del aparcamiento de la estación de Antequera AV con el objeto de obtener la mejor experiencia del usuario. Este análisis definirá también las tarifas aplicables en el aparcamiento”.
Tampoco es fácil llegar andando desde el centro de Antequera, que queda a unos 20 minutos. Dos meses después de su inauguración, sigue siendo necesario caminar junto a los coches por un peligroso arcén en curva y en cuesta hasta llegar a la acera, o acceder despejando maleza a través del descampado que queda tras la antigua estación de tren, hoy abandonada. Existe un paso subterráneo que evitaría esta travesía, pero sigue cerrado.
Adif asegura que está en conversaciones con el Ayuntamiento para cederle el suelo y su “lógica incorporación al viario municipal de Antequera”. Sería una cesión de unos 2.500 metros cuadrados que facilitarían la construcción de la futura estación municipal de autobuses. “He pedido que lo abran o lo cedan, pero con los documentos necesarios de cesión de un suelo público. Un paso subterráneo es algo delicado”, asegura el regidor, Manuel Barón.
De momento, y como Santa Ana, la nueva estación sigue pareciendo un planeta extraño que resulta difícil de alcanzar.
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