Las Mareas Blancas andaluzas atacan la “privatización sanitaria” y acusan a la Junta de enfrentar a sanitarios y pacientes
En octubre del año pasado, las Mareas Blancas andaluzas se movilizaron con el viento de cola de que el Gobierno de Juan Manuel Moreno (PP) había reservado 734 millones para derivar pacientes a clínicas privadas dentro y fuera de Andalucía. Menos de medio año después, la situación no ha cambiado mucho y, al margen de que el presupuesto para derivaciones se ha incrementado todavía más, tiene ahora la apostilla de que el viceconsejero de Salud hasta hace tres meses, Miguel Ángel Guzmán, no sólo ha fichado por el sector privado, sino que además lo ha hecho por una empresa (Asisa) a la que adjudicó a dedo 44 millones de euros. Así que la plataforma cree que sobran los motivos para la movilización que ha convocado el próximo domingo, 7 de abril, en las ocho capitales de provincia para exigir la mejora de la sanidad pública.
El llamamiento lo hace la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas, y el día se presenta con varios frentes abiertos. Por un lado, la cita lleva como mensaje Defendamos la sanidad pública, enmarcada en lo que se anuncia como Jornada Andaluza de Lucha por una Sanidad 100% Pública. La cosa no queda ahí, porque la Red Europea Nuestra salud no se vende ha declarado el domingo como Día Internacional contra la Privatización Sanitaria. ¿Y por qué este 7 de abril? Pues porque se celebra el Día Internacional de la Salud.
A esta cascada de eventos se llega con la denuncia de las Mareas Blancas andaluzas de que la Junta de Andalucía de Juan Manuel Moreno (PP) se está afanando en “desmantelar” la sanidad pública. Y no sólo eso, sino que también se acusa al Gobierno andaluz de desviar la atención intentando enfrentar a sanitarios y ciudadanos, para lo que estaría siguiendo una doble estrategia: por un lado, pregonando los pacientes que no acuden a su cita en atención primaria y, por otro, poniéndose de perfil ante las campañas que denuncian que las consultas están vacías por la supuesta mala gestión de los profesionales.
Marta García, médica de familia en activo y una de las portavoces de la plataforma, ha rebatido estos argumentos señalando que la pérdida de citas tiene como causa principal que “no se comunican correctamente”, de ahí que considere “tremendamente injusto culpabilizar al paciente”. Y en cuanto a las imágenes de salas de espera vacías que no dejan de circular por redes sociales, con las que se denuncia que los médicos no hacen su trabajo, está convencida de que la administración sanitaria no se está deslomando para desmentir estos bulos.
“Catástrofe sanitaria”
“Si las salas están vacías es porque no hay médicos”, ha insistido, además de recordar que la jornada laboral de un facultativo incluye atención telefónica y visitas a domicilio además de la asistencia presencial. “Si la administración considera que no estamos trabajando está tirando piedras a su propio tejado”, ha lamentado García, para quien este runrún no deja de ser un intento de poner el foco en estos dos colectivos (sanitarios y ciudadanía) para así apartarlo de la “catástrofe sanitaria” que sufre Andalucía.
Esta última afirmación es de Juan José Monedero, médico jubilado residente en la Sierra Sur de Sevilla, una de las comarcas que se están mostrando más beligerantes ante lo que considera “abandono sanitario”. “La atención primaria ya no existe en muchas zonas rurales”, ha lamentado, lo que se estaría traduciendo en un aumento de la mortalidad evitable y deja imágenes como la de centros de salud cerrados y otros con colas desde el amanecer para hacerse con alguna de las pocas citas que se reparten para el día.
Un sistema “desmantelado”
En las zonas rurales, dicho sea de paso, “no puedes ir a la sanidad privada ni aunque quisieras”, porque las empresas del sector no se instalan en los pueblos pequeños y hay que hacer kilómetros para plantarse en un municipio de mayor tamaño. Ello contrasta con una privatización creciente hasta el punto de que lo prioritario hoy es “recuperar la sanidad pública”, tal y como ha reivindicado otro portavoz, Antonio Vergara, también médico jubilado. “El sistema sanitario andaluz no funciona no porque esté deteriorado, sino porque lo han desmantelado”.
Con este telón de fondo, ¿cuáles son las reivindicaciones de cara a las manifestaciones del domingo? Pues poco más o menos que volver a una sanidad pública como la de hace 20 años, basada en unos principios que ahora están en entredicho. Un sistema que sea universal, accesible, gratuito, solidario e integral, según ha desgranado el propio Vergara.
“El problema clave es la universalidad”, ha apostillado Marta García, porque se están quedando atrás los entornos rurales, los migrantes, los mayores, las personas con bajas competencias digitales... Y encima, lo centros de salud son entornos laborales degradados, en los que hay profesionales con contratos de un mes y que no dejan de rotar por diferentes puestos, cuando la “evidencia científica” demuestra que mantener el mismo médico de primaria durante años “reduce un 25% la mortalidad.
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