Moreno: “El objetivo de la oposición es el adelanto electoral en Andalucía. Y si siguen así, lo conseguirán”
El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, no asistirá este viernes al pleno extraordinario que la oposición ha forzado en el Parlamento para obligar a su Gobierno a rendir cuentas por el “colapso” de la sanidad pública en la sexta ola de la pandemia y la gestión del superávit en las arcas de la Junta. Cuando se aprobó el pleno, en la Diputación Permanente del miércoles, Moreno “ya tenía agenda” en Madrid y en Salamanca, donde hoy acompañará en un acto de campaña al presidente de Castilla y León y candidato a la reelección, Alfonso Fernández Mañueco. “Que decidan que haya un pleno es absurdo. Yo no puedo ir, porque esto se decidió ayer y yo ya tenía agenda con otros señores”, ha explicado en una entrevista en RNE.
El presidente andaluz estará ausente, aunque el portavoz del PP en la Cámara, José Antonio Nieto, advirtió el miércoles a sus rivales políticos de que esperaba que el hemiciclo estuviera lleno de diputados, si finalmente se celebraba un pleno con el que la Junta no estaba de acuerdo. Es una potestad de la oposición, recogida en el reglamento del Parlamento, pero Moreno lo considera “una estrategia de erosión” a su Gobierno. “La oposición está en campaña. Su objetivo es erosionar a mi gobierno y forzar un adelanto electoral, y si siguen así, lo conseguirán”, ha avisado.
La fecha de las elecciones, que depende en exclusiva de Moreno, revolotea a diario sobre la política andaluza. El presidente de la Junta insiste en que su intención es agotar el mandato, y plantea llamar a las urnas en el mes de junio, al final del actual periodo de sesiones, o en octubre. Pero, a la vez, acusa a la oposición de “utilizar la pandemia políticamente” y de convertir el Parlamento “en un elemento de hostilidad al Gobierno”. En realidad, las fiestas de la primavera, que en Andalucía tienen una importancia extraordinaria [Semana Santa, Feria de Abril y romerías varias] dejan poco margen en el calendario para encajar una campaña de 15 días y unas elecciones antes de finales de mayo, principios de junio. Cuando le han preguntado si el pleno de este viernes acerca más el adelanto electoral, ha sido más cauto que otras veces: “Quiero esperar. No es la primera vez que nos quedamos solos”.
Es la segunda vez que Moreno acompaña a Mañueco en la campaña de las elecciones en Castilla y León, donde el andaluz ha pedido a los populares que, “por Dios”, saquen una mayoría suficientemente holgada para gobernar en solitario y no depender de Vox. Es el gran temor del presidente de la Junta. Moreno quiere “gobernar en solitario” y confía, incluso, en que “una parte del centro izquierda desea en el fondo que haya un gobierno para todos”. Las izquierdas en Andalucía andan rotas y enfrentadas, en el inicio de un proceso de reunificación complejo. El PSOE de Juan Espadas no termina de coger fuelle. La gran preocupación electoral de Moreno es que el auge de Vox, sobre todo en circunscripciones pequeñas y espacios rurales, frustre el crecimiento que el PP necesita para reclamar ese gobierno en solitario.
“La relación con Ciudadanos es buena, pero yo busco un gobierno monocolor del PP, para que no me pase como ahora, que estoy condicionado desde fuera. La mayoría absoluta en Andalucía no la veo viable ahora mismo”, ha admitido, aunque matiza que espera lograr un resultado lo bastante holgado como para legitimar ese Gobierno en solitario, como hizo Isabel Díaz Ayuso en Madrid, con un apoyo de Vox a la investidura. Moreno ha reconocido que su distancia política respecto a los de Santiago Abascal es mayor que con el PSOE, aunque ha aclarado que una “gran coalición PP-PSOE” no es posible ahora, porque el socialismo “no está maduro”. “Me parece difícil. El PSOE no está por la labor, no hay una madurez cultural para llegar a acuerdos PP-PSOE, y quizá la responsabilidad es de nosotros los dirigentes”, asegura.
Moreno marca distancias con Vox, el partido que ha sostenido su Gobierno durante los tres primeros años de legislatura, pero cuando le preguntan si el PP debería tener un “criterio único” sobre su relación con la extrema derecha, como hace la FDU en Alemania, tanto en el Gobierno federal como en los lander, el andaluz vacila: “Se podría hacer, pero aquí cada territorio es de una manera. Al final todo depende de las personas, por encima de las siglas. Hay dirigentes más dogmáticos y otros menos”, afirma, para ilustrar que entenderse con el grupo andaluz de Vox ha sido más fácil que tratar con sus líderes nacionales o en otras circunscripciones, como en Madrid, donde el alcalde José Luis Martínez Almeida (PP) se encuentra muy condicionado por sus aliados de ultraderecha.
El presidente de la Junta reclama superar la polarización y buscar vías de entendimiento entre todas las fuerzas. “¿Por qué siempre antagónicos? ¿Por qué blanco o negro? En la vida hay matices”, dice, para reivindicar una “política suave y educada”. Al ser preguntado sobre si comparte más proyecto político con el PSOE que con Vox, Moreno ha respondido que “depende de qué PSOE”. Yo con el PSOE de Felipe González sí sintonizaba. Tengo que confesar públicamente que yo asistí a un mitin de Felipe González. Con el sanchismo no, con ese PSOE es difícil entenderme“, avisa.
Por último, Moreno se ha desmarcado de la estrategia del PP de Pablo Casado y de Isabel Díaz Ayuso de “judicializar la gestión de los fondos europeos”. Ayuso ha recurrido el reparto de una pequeña partida de esos fondos ante el Tribunal Supremo. El presidente andaluz no ha llegado a los juzgados, aunque esta semana ha estado en Bruselas, donde también ha cuestionado la distribución del dinero que el Gobierno de España ha hecho entre las comunidades, aunque Andalucía es la que más fondos ha recibido, al ser la región más poblada. “Es que no podía ser de otra forma”, ha subrayado el dirigente popular, tras reclamar más diálogo entre el Ejecutivo de Sánchez y la Junta de Andalucía. Sobre si la judicialización de los fondos europeos puede retrasar la recepción de los mismos, Moreno ha evitado cuestionar la estrategia de sus compañeros de partido, aunque sí ha matizado: “Yo siempre prefiero la miel a la hiel. Hablando nos entendemos”.
2