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Moreno saca pecho de la compra de Veta la Palma, la “joya natural” destinada a ampliar Doñana

El presidente de la Junta de Andalucía junto al consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul durante su primera visita a los terrenos de la finca Veta la Palma

Sara Rojas

La Puebla del Río (Sevilla) —
24 de abril de 2024 18:21 h

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Como quien presume de casa recién comprada, el presidente andaluz Juan Manuel Moreno se ha mostrado orgulloso al exhibir este miércoles la última adquisición de la Junta de Andalucía: 7.600 hectáreas del “humedal más importante de Europa”. Se trata de la finca Veta la Palma, un terreno de incalculable valor medioambiental enmarcado en el espacio natural de Doñana y que Moreno sueña con incorporar a la superficie del parque nacional como cobijo para la avifauna. 

Los terrenos que adquirió el Gobierno andaluz a finales de 2023 por 70 millones de euros se enclavan en la zona del parque natural que pertenece al municipio sevillano de La Puebla del Río. El presidente andaluz, no obstante, se ha referido a la provincia de Huelva durante su primera visita, tropezando de nuevo con el mismo lapsus que obligó a enmendar la Ley del Presupuesto para 2024 (la partida incluida en las cuentas andaluzas para la compra de este humedal se atribuyó por “error” al capítulo de inversiones destinadas a la provincia onubense).

En cualquier caso, Moreno ha dejado claro que adquirir este espacio es “un sueño” porque supone “garantizar el futuro del mayor tesoro medioambiental de Andalucía”, avanzando hacia la ampliación del parque nacional en un 14% de su superficie. Pero hasta que llegue ese momento hay que atravesar un largo proceso cuyo final el Gobierno andaluz aún no se atreve a fechar. “Tampoco tenemos prisas”, ha confesado a los periodistas el director del espacio natural de Doñana, Juan Pedro Castellano, refiriéndose a que “lo importante es que ya está protegido”. 

Requisitos para formar parte del parque nacional

El traspaso de manos privadas a públicas significa que la gestión a partir de ahora se va a regir por “valores científicos y ecológicos”, con la mirada puesta en cuidar la biodiversidad que atesora Doñana, según lo ha reafirmado el presidente andaluz después de visitar las marismas sevillanas. Partiendo de esta premisa, una vez adquirida la finca, ahora toca desarrollar un “plan de actuación, protección y desarrollo de la finca”, así como analizar junto al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico qué zonas se pueden anexionar al parque nacional, pues le compete al Gobierno de España conceder tal declaración.

De momento, se ha creado una comisión de trabajo específica para Veta la Palma, destinada a valorar las acciones que hay que adoptar atendiendo a los requerimientos que exige la declaración de parque nacional. De acuerdo con el director del espacio natural de Doñana, los requisitos que han de cumplir las zonas para conseguir esa catalogación se pueden resumir en dos: su valor medioambiental y que no esté antropizada (es decir, que el medio no haya sido transformado por el ser humano).

Las 7.600 hectáreas adquiridas por la Junta (lo equivalente a 15.000 campos de fútbol, según los antiguos propietarios) cumplen con creces la primera condición, pues este enorme humedal funciona como una especie de “refugio” para las aves cuando Doñana se seca, llegando a albergar más de 300.000 aves acuáticas, es decir, el 60% del censo del parque (entre ellas, especies en peligro de extinción, como la malvasía o la cerceta pardilla). En cambio, el segundo requerimiento complica los deseos de la Junta, pues 3.500 hectáreas de la superficie adquirida forman un extenso humedal artificial –hasta ahora usado como piscifactoría– que aun siendo un auténtico santuario para las aves no deja de ser un escenario transformado por la mano del ser humano.

“Revolución verde”

El presidente andaluz considera que esas láminas de agua son “imprescindibles” para el entorno de Doñana, tanto para el mantenimiento de su rica biodiversidad como para su “adaptación a los ciclos de sequía y a los efectos del cambio climático”. Por todo ello, Moreno reivindica la compra de Veta la Palma como “la acción medioambiental más importante que se ha hecho en defensa de los humedales en España”.

Cabe recordar que esta operación era el golpe de efecto que necesitaba para contrarrestar el desgaste que le acarreó la polémica ley de regadíos junto a Doñana. Así pues, al adquirir este refugio para las aves, el presidente andaluz da un paso más en su estrategia de equiparar su gestión con el concepto de “revolución verde”.

En lo que respecta a Veta la Palma, este 2024 se ha planteado como un año de transición en el que los anteriores propietarios continúan gestionando el espacio, mientras que los técnicos de Doñana aprenden el funcionamiento de las compuertas para tomar el relevo definitivo a final de año.

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