La plaza de San Juan es una de las más importantes y antiguas de Jaén, pero no de las más grandes, ni mucho menos. A los pies de la histórica iglesia de la Judería de Jaén ha arrancado la campaña electoral del PSOE de Andalucía. Este jueves no ha habido uno de esos históricos mítines en la que siempre fue una de las provincias que más militantes socialistas movilizaba. El propio Juan Espadas evocaba aquellos mítines de inicio de campaña electoral que se convocaban cerca de las 00:00 de la noche, donde el candidato andaba mirando el reloj para poder pedir el voto. “Parecía que había un policía en la puerta que nos iba a multar si lo hacíamos antes”, evocaba.
En 2022, esos mítines son historia y memoria. Y el inicio de la campaña del PSOE tiene mucho que ver con eso, con historia y con memoria de grandes movilizaciones que llenaban las urnas de votos. Elección tras elección, entre el 50 y el 55% de los votantes de Jaén se decantaban por el PSOE. Ni en 2012, cuando el PP obtuvo sus mejores resultados históricos con Javier Arenas rozando la mayoría absoluta, el PSOE cedió la primera posición. Este jueves, la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pronosticaba el primer vuelco de la historia, con el PP por delante de los socialistas.
Contra todos estos augurios se conjuraban los socialistas en la coqueta plaza de San Juan, el barrio del alcalde de Jaén, Julio Millán. “Tenemos a un verdadero ejército de gente que quiere lo mejor para el PSOE”, arengaba Paco Reyes, secretario provincial de los socialistas jiennense, otro histórico, sucesor de Gaspar Zarrías al frente del partido. Y ponía números: “Tenemos más de 6.000 militantes y 800 miembros de las Juventudes Socialistas”. En la plaza de San Juan, llena, desde luego, no había más de 300 personas. Tampoco cabían más.
El PSOE andaluz siempre fue una máquina de ganar elecciones en Jaén. Eso explica que hoy en día, la agrupación de Jaén sea la tercera, tras Sevilla y Málaga, que más militantes tiene, a pesar de ser la segunda provincia menos habitada de Andalucía. Y si en algo coincide cualquier socialista al que se le pregunte es que el gran problema que afronta este partido ante las elecciones del próximo 19 de junio es la desmovilización y la abstención.
En busca de la movilización perdida
El propio Paco Reyes fue el que marcó los hitos: “No va a haber ningún militante o simpatizante socialista que vaya a votar al PP a pesar de lo que digan los medios de comunicación”, arengó, en una de las intervenciones más aplaudidas. “Es más, os digo que los 50.000 votantes de Jaén que apoyaron a Ciudadanos volverán al PSOE. Esa es la tarea que tenemos”, concretó, en referencia a un auditorio repleto de alcaldes e históricos militantes.
“Lo único que tenemos que hacer ahora es movilizarnos y que vayan todos a votar, por Andalucía, por esta tierra, no por el PSOE”, concretó la vicesecretaria general de los socialistas, Adriana Lastra, que acudió a Jaén a apoyar la candidatura de Espadas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha acudido al inicio de esta campaña electoral, aunque sí ha anunciado su presencia en varios actos en toda Andalucía, el primero de ellos el sábado y después de haber acompañado a Espadas los dos últimos fines de semana.
El PSOE ha planteado un inicio de campaña de confrontación directa con el presidente de la Junta de Andalucía y candidato del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla. Y lo ha hecho hablando de las políticas que o bien ejecutó el PSOE en la Junta, o bien ejecutan los socialistas desde el Gobierno de España. “Quiero que hablemos de propuestas”, reclamaba Espadas.
Mucho menos tiempo en el 'prime time' mitinero dedicaron los socialistas a la que hasta ahora ha sido su gran batalla con el PP: si va a pactar o no con Vox, y las políticas que se vendrían a Andalucía con una vicepresidenta como Macarena Olona. Aún así, insistió en pedir el voto (sin explicitarlo) “a las andaluzas”. “¿Qué significa un gobierno del PP con Vox para las leyes contra la violencia de género?”, se preguntaba. Pero lejos de lo que ha venido ocurriendo en la larga precampaña que ya arrastra el PSOE, las referencias a la ultraderecha no fueron ni las más destacadas ni las que más tiempo ocuparon.
Presumiendo de logros
Al contrario, los socialistas han aprovechado los buenos datos del paro del mes de mayo, con España rebajando los tres millones de desempleados por primera vez desde 2008, para atacar la “falta de apoyo” del PP y de “Moreno Bonilla” hacia todas las iniciativas que “han mejorado la vida de la gente”, como la Reforma Laboral, el incremento de las pensiones o la subida del salario mínimo. “Que no engañen a nadie y mucho menos a la clase obrera”, exclamaba Adriana Lastra. “No quieren hablar de política. Esconden hasta sus siglas. Nosotros somos el PSOE. Estamos orgullosos de todo lo que hemos hecho. Ellos ocultan sus siglas por que les da vergüenza lo que han hecho”, clamaba.
Por eso, Espadas insistía en hablar de política y de propuestas en la campaña. “Estas son las elecciones más importantes de los últimos años”, explicaba a sus militantes, a los que pedía “no creer en el marketing, en la propaganda” ni “en pensar que ya está todo decidido”.
“La sociedad andaluza nos necesita y si votamos todos, ganamos estas elecciones. ¡Ni un paso atrás, adelante a por otro 28 de febrero!”, concluía tras más de una hora de mitin Juan Espadas. “¡A pedir el voto de una punta a la otra de Andalucía, el PSOE a la calle”, arengaba con los primeros sones del himno andaluz.
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