Accidentes de montaña: las autoridades piden extremar las precauciones ante las alarmantes cifras del verano en el Pirineo

Miguel Barluenga

27 de agosto de 2024 23:02 h

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Las cifras de accidentes y rescates que se están registrando este verano en el Pirineo aragonés han encendido las alarmas. Desde el mes de junio se han producido 16 muertes en montaña, 27 en todo el año 2024. El año pasado se produjeron 14 decesos. Las cifras de personas que han sufrido contratiempos de mayor o menos importancia no dejan de crecer, con 170 rescates en julio y alrededor de un centenar en agosto, y desde las federaciones de montaña, las oficinas de turismo y localidades próximas a estos espacios se pide con énfasis que se extremen las precauciones en un medio natural que no tiene por qué convertirse en hostil.

El último fallecimiento tuvo lugar el domingo 18 de agosto en Torla (Huesca), cuando un montañero neerlandés de 71 años sufrió un tropiezo y cayó a una canal de la Forqueta de Gabietos cuando iba acompañado de un grupo de gente. Días antes, el lunes 12, una mujer navarra de 54 años había muerto cerca del refugio de Góriz, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, después de golpearse la cabeza contra una piedra.

Otros accidentes leves han estado provocados por caídas de menor importancia, golpes de calor, cortes de digestión, deshidratación, desorientación o por no contar con el material adecuado para la práctica deportiva. También, por la inexperiencia al acometer la subida a cimas que entrañan una dificultad no siempre asequible para los menos experimentados.

Las oficinas de turismo de localidades como Canfranc, Panticosa, Aínsa o Benasque cuentan con especialistas que dan una información específica y consejos para planificar excursiones, con el afán de que el usuario pueda ir a la montaña con más conocimiento del terreno que va a pisar y de los riesgos que puede conllevar la práctica de actividades al aire libre.

El departamento de Hacienda, Interior y Administración Pública del Gobierno de Aragón ha intensificado la campaña Montaña Segura, en la que se advierte de la necesidad de planificar cualquier actividad, desde senderismo a alta montaña o vías ferratas. El 1 de agosto comenzó en la oficina de Aínsa; en Benasque y Panticosa arrancaron el día 5, y en Canfranc el 6 de agosto. Por ellas han pasado ya alrededor de dos mil personas con Benasque como principal foco de actividad y el senderismo como especialidad que más preguntas despierta.

La Federación Aragonesa de Montañismo (FAM) recuerda que siempre que se salga de excursión hay que aplicarse protección solar con un factor de protección mínimo de 20 aunque el día esté nublado. Es necesario informarse sobre la ruta que se quiere realizar, para poder evaluar si es adecuada a la formación (necesidad de trepar, fuera de sendero...) y capacidad física.

Se recomienda comer y beber “cada cierto rato” para evitar deshidratarse e ir reponiendo fuerzas; además, se debe recordar que la excursión no finaliza en la cima sino en casa, por lo que hay que reservar energías para el regreso, que es cuando más accidentes se producen según las estadísticas.

Se señala que hay que llevar siempre un mapa de la zona y una brújula, que pueden resultar de gran ayuda en el caso de desorientarse o no conocer el camino. Para ello, antes de salir al monte se debe haber practicado y saber usarlos adecuadamente. Los GPS funcionan con pilas y estas suelen agotarse muy pronto y se pide llevar de repuesto. Además, estos dispositivos dan problemas en zonas muy angostas y por bosques.

La FAM continúa aconsejando que se medite bien acerca del material que se necesitará en la actividad, con el afán de ahorrarse kilos de más con aquello que no va a emplearse y teniendo cuidado con los objetos de cristal, que se rompen fácilmente y podrían herir al usuario. Se recomienda llevar siempre un pequeño botiquín con productos como tiritas, agua oxigenada o vendas.

En actividades donde se requiera del empleo de técnicas especificas de progresión (escalada o barranquismo), es imprescindible conocer correctamente el material técnico a emplear; de lo contrario, se podría poner en peligro la vida del deportista o de sus acompañantes. Estos materiales están pensados para trabajar con determinados grosores de cuerda y situaciones.

“Cuando salgas deja dicho donde irás y qué ruta emplearás y sus posibles cambios si los contemplas, para en caso de necesidad poder localizarte lo antes posible”, apela la FAM a los deportistas de montaña. En caso de emergencia hay que llamar al número 112 e indicar la posición lo más exactamente posible, el estado de los accidentados y todos aquellos datos que puedan ser de interés.

Si el usuario se está iniciando en la montaña, es conveniente que contacte con alguno de los muchos clubes de montaña que existen y que programan salidas periódicas. Cuando se sale con niños, es importante vigilar sus fuerzas y planificar la actividad y el regreso de tal forma que la vuelta no se convierta en un martirio de cansancio y sufrimiento para todos.

Si el niño va a llevar una mochila su peso no ha de ser superior al 10% de su peso; es decir, un niño que pese 28 kilos podrá llevar una mochila que pese 2,8 kilos. Se ha de estar pendiente de los pequeños en todo momento, ya que pueden despistarse o desorientarse con facilidad y perderse y no disponen de un sentido de la orientación tan desarrollado como el de un adulto.