El desembarco del grupo italiano Pini en La Litera creará unos 2.000 nuevos puestos de trabajo

Acarreará cerca de 2.000 puestos de trabajo en una comarca, La Litera, afectada por la crisis económica y con una población joven que se ha habituado a emigrar a Lleida y Huesca. El desembarco del grupo italiano Pini el próximo año revitalizará esta zona en los márgenes de la comunidad autónoma aragonesa con una inyección de 132 millones de euros. La puesta en marcha de un nuevo matadero en Binéfar, localidad tradicionalmente ligada a la industria cárnica, será la primera de las tres acciones que va a impulsarse de manera consecutiva.

El pasado verano se concedió la licencia de las obras y, tras algunos parones que ya se han subsanado, la instalación de Binéfar se pondrá en marcha durante el primer trimestre del año. En su fase inicial, la multinacional anunció la contratación de 650 trabajadores, varios de ellos para puestos muy cualificados. Tras esta llegarán unas muy esperadas plantas en las cercanas poblaciones de San Esteban de Litera y Albelda, todas ellas en un radio de acción de apenas 15 kilómetros.

Las cifras iniciales rondan los 70 millones de euros para la puesta en marcha de una instalación que sacrificará tres millones de cerdos al año en un inicio, cifra que se duplicará en la etapa de más alta productividad. Además, creará 700 puestos de empleo cuando arranque la actividad y 1.600 en la fase final. Las instalaciones dispondrán de 55.000 metros cuadrados. Para su primer ejercicio se estiman cifras mareantes: 505 millones de euros, 1.260 millones en 2023.

Binéfar trata de ponerse a la altura de este reto mayúsculo. Se ha apostado por la construcción de un nuevo centro de salud –el actual atiende a más de 12.000 tarjetas sanitarias y no puede ofrecer un servicio óptimo– y un nuevo colegio público. También se edificarán 60 viviendas.

El matadero de San Esteban de Litera también se pondrá de largo durante los primeros meses de 2019. En este último se sacrificarán exclusivamente cerdas madres y la inversión será de 12 millones de euros. Se crearán unos 50 empleos con la posibilidad de que esta cifra se duplique. A los puestos de trabajo que generará Litera Meat, filial del grupo Pini, se suman a los 50 de la nueva incubadora de huevos de la multinacional Aviagen.

El tercer proyecto es el que atañe a Albelda. Se trata de un secadero de jamones con el que se quiere empezar a contar a mediados del año próximo. Generará 80 empleos en la localidad y producirá 3 millones de jamones y 500.000 paletas de cerdo al año. La inversión será de 50 millones de euros, con unas instalaciones de 45.900 metros cuadrados. San Esteban de Litera y Albelda comparten la preocupación por la pérdida paulatina de población, que temen que se convierta en inexorable. En este sentido, consideran estos como trenes que se han de tomar para revertir el problema.

La provincia de Huesca es una de las mayores productoras de porcino con un 10 % del total nacional, lo que ha despertado el interés de esta multinacional de la industria cárnica. El grupo Pini se muestra “satisfecho” tras haber concluido el procedimiento administrativo y su prioridad es contratar trabajadores de Binéfar y de su área de influencia, apostando por el empleo local como fórmula de desarrollo del proyecto. De hecho, la construcción del matadero y de su equipamiento han sido ya adjudicados por el Grupo Pini, que ha priorizado en todo momento la incorporación de empresas aragonesas.

El matadero se ubicará en la tercera ampliación del polígono industrial el Sosal de Binéfar. El alcalde de Binéfar, Alfonso Adán, explica que el nuevo matadero es un proyecto “muy ambicioso”, con una nave principal de 61.000 metros cuadrados y una balsa para el suministro, además de la ampliación de la subestación eléctrica y de los tendidos de gas y de luz. “Es un reto para este Ayuntamiento, por lo que tenemos que trabajar conjuntamente para que la calidad de vida de los binefarenses no se vea afectado y para que las necesidades básicas estén cubiertas”, explicó.

La construcción del matadero estuvo marcada al inicio por la polémica, ya que el grupo italiano comenzó la construcción de la planta antes de obtener la licencia de obra. El Ayuntamiento de Binéfar le abrió un expediente y ordenó parar los trabajos, aunque Pini pudo retomarlos una vez concedidos todos los permisos.