Europa rechaza la petición de los ecologistas sobre si es adecuado destinar fondos de la UE a las estaciones de esquí de Aragón
El Comité de Peticiones del Parlamento Europeo, que estudia demandas planteadas por ciudadanos, rechazó este jueves estudiar si es adecuado financiar con los fondos de recuperación europeos proyectos para crear nuevos accesos o unir estaciones de esquí en el Pirineo de Aragón.
La demanda la presentaron las cinco organizaciones ecologistas más importantes de España (Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF) y fue tumbada con los votos en contra del Partido Popular Europeo, los socialdemócratas europeos, los liberales y los ultraderechistas del Grupo de Conservadores y Reformistas, al que pertenece Vox.
Los Verdes y La Izquierda sí que votaron a favor de estudiar esta queja, que alerta del uso de 50 millones de euros de fondos comunitarios para proyectos que “suponen un impacto en ecosistemas sensibles de alta montaña”, según dijo la representante de las ONG denunciantes, la activista María Gros Breto, en su intervención durante la sesión del Comité de Peticiones de la Eurocámara.
Entre los proyectos, figura la unión de las estaciones de esquí de Candanchú y Astún por telecabina, la creación de un teleférico entre los municipios de Benasque y Cerler y la construcción de una carretera que justamente amplíe el acceso a la estación de Cerler, conectándolas con Fonchanina, en el Valle de la Castanesa.
En su demanda, los ecologistas destacaron “especialmente por su impacto ambiental” otro proyecto que pretendía usar 26,4 de los 50 millones de euros previstos de fondos europeos para unir, con un telecabina de 4 kilómetros, las estaciones de Astún y Formigal, aunque en mayo la Diputación de Huesca renunció a llevarlo a cabo.
Los grupos políticos que votaron en contra de estudiar la queja de los ecologistas argumentaron que con la marcha atrás de este proyecto, el más controvertido de todos porque travesaba el valle de Canal Roya, no había razones para mantener abierta en la Eurocámara la demanda de las ONG.
Además, el representante de la Comisión Europea que intervino en la audiencia, Daniel Fernández Gómez, trasladó a los eurodiputados que el Ejecutivo comunitario “considera que no hay motivos para que se dé seguimiento a esta demanda por lo que respecta a las cuestiones medioambientales”.
Con todo, la Comisión también recordó que los fondos europeos se entregan de forma escalonada, por lo que cabría la posibilidad de paralizar la financiación si las construcción de las infraestructuras no respeta los estándares fijados.
En su turno de palabra, la eurodiputada de Izquierda Unida Sira Riego se mostró “alucinada” por esta respuesta de la Comisión y les preguntó “cómo se recupera una zona destrozada de alta montaña una vez se ha puesto en marcha un plan que la va destrozar, por mucho que se pueda paralizar el segundo pago”.
En cambio, el eurodiputado del PP Pablo Arias, cuyo partido preside el actual Gobierno de Aragón, aseguró que el Ejecutivo autonómico “no hará nada que no cumpla con todos y cada uno de los requisitos medioambientales que exige la ley”.
Además, Arias expuso que las autoridades aragonesas ya han pedido reasignar a otras iniciativas los fondos que, en un inicio, debían destinarse al proyecto más controvertido, el de la unión de Astún y Formigal por el valle de Canal Roya.
Precisamente, en su demanda rechazada por la Comisión de Peticiones de la Eurocámara, las ONG ecologistas también instaban a los eurodiputados a estudiar vías para incluir este valle de Canal Roya en la red europea Natura 2000, a fin de protegerlo “de futuras amenazas” blindando su protección legal.
El grupo de Los Verdes señaló el valor natural de este paraje y su eurodiputada Ana Miranda, del BNG, advirtió de que “no es aceptable la extracción interesada” de la red Natura 2000 de aquellos espacios que sí “reúnan los valores que justifiquen su protección”.
Por su parte, el eurodiputado del PSOE César Luena expresó su “simpatía por la defensa de Canal Roya y la protección de la naturaleza”, pero remarcó que el proyecto de unión de las estaciones de esquí que lo travesaba “cumplía con todos los requisitos”.
El eurodiputado de Ciudadanos Jordi Cañas lamentó que este plan terminara aparcándose y a pesar de declararse “muy amigo de la tierra”, también dijo que “las personas deben tener expectativas y opciones de desarrollo económico”.
En su turno de réplica, la representante de las ONG ecologistas demandantes objetó que, con el cambio climático, el de la nieve va a ser “un negocio muerto” que va a “dejar en la estacada a los valles del Pirineo”, dijo la activista María Gros Breto.
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