Las claves financieras de Podemos

Cuando veo las energías que gastan los mentideros mediáticos en darle vueltas a las finanzas que sustentan el fenómeno que representa PODEMOS, me doy cuenta de hasta qué punto determinados poderes están preocupados. Y ello a pesar de que ya son cuatro las querellas archivadas por la justicia:

Desde luego, si algún día tienen posibilidad de imputar algún delito financiero a cualquier dirigente de PODEMOS, por mínimo que sea, no lo archivarán ni marearán la causa; como debe ser, por cierto, sea quien sea el imputado o imputada. Ojalá la lupa que hay sobre PODEMOS hubiera estado dirigida, y lo esté en el futuro con esa intensidad, sobre todos los partidos, empresas y poderosos que han alimentado la corrupción, la evasión y la elusión fiscal en este país, tal y como se está demostrando.

El otro día, en un corrillo de las Cortes, una alta dirigente del PP comentaba en tono semicordial: “… hombre, no me podéis decir que un partido como PODEMOS se monta en menos de dos años sin unos cuantos millones de un sitio o de otro…, que yo me sé como se lanzó el PSOE en la transición”. Y creo que lo decía sinceramente. Como también debo decir que comprendo lo difícil que puede resultar a gente como ella aceptar que miles de activistas consideremos habitual pagarnos los viajes para ir a dar charlas y conferencias, por las que no cobramos, o poner dinero en las mil campañas sociales que se han organizado, se organizan y se organizarán …

Poco antes de las elecciones, alguien me llamó desde Madrid, para pedirme si podría formar parte de la pequeña comitiva que acompañaría a Pablo Iglesias en los desayunos del Ritz a los que estaba invitado. Consulté mi agenda y acepté. Al poco, la misma persona me volvió a llamar, nerviosa … “es que, no sé como decirle algo más que debo decirle…”. Me va a pedir que vaya con corbata, pensé. Pero no, lo que al final me dijo, apurada, fue que si podría pagarme yo el viaje … Y por supuesto me lo pagué, con gusto … Y ojalá que dure esa verdadera austeridad, pensé yo.

Comprendo que se hace difícil para quienes se han profesionalizado en la política, y más si lo han hecho en altos cargos, que personas como yo ganemos un 30% menos desde que somos diputados o diputadas de PODEMOS; que renunciemos a más de la mitad de lo que el Congreso prevé pagar por nuestro alojamiento en Madrid; o a los taxis a costa del Estado … Comprendo que les resulte difícil entender por qué yo, profesor de universidad, como tantas otras personas, en PODEMOS o en otros partidos de la izquierda, nos metamos en estos compromisos, cuando podríamos ganar mucho más dinero, aún sin meternos en asuntos oscuros …

Recuerdo otra pequeña anécdota significativa, el día que presentábamos la candidatura al congreso, que yo tuve el honor de encabezar. La primera palabra fue para una señora que estaba en la primera fila. Se dirigió a Julio Rodríguez:  “Cuando me enteré que le habían puesto a usted de segundo en la lista, discúlpeme, pero me llevé un disgusto grandísimo, porque soy antimilitarista; pero, permítame 2 preguntas: ¿usted era Jefe del Alto Estado Mayor, verdad?... ”  Si, contestó Julio Rodríguez. “ Pero cuando dejó de serlo, con las puertas giratorias, podría haber entrado en la industria de armamento, en España o en otros países, a ganar un pastizal, ¿no es así? ”. Pues si, contestó Julio. “Y en lugar de eso, se ha venido a PODEMOS ¿verdad? … Pues¡ ya está! …”. En efecto, está claro…; aunque comprendo que muchos no lo comprendan.

Y es que, asumir el compromiso, de forma pública y radical, de no pedir jamás un crédito a los bancos, para preservar por encima de todo, nuestra independencia política , puede que algunos no lo entiendan. Y sin embargo, desde mi punto de vista, es uno de los compromisos más valiosos que define hoy a PODEMOS. Y que dure …