Despiste

Hace unos días, en el suplemento cultural de un periódico, se publicaban las respuestas a un cuestionario con preguntas como esta: “¿Quién crees que es el escritor/a español/a más relevante del siglo XXI?”. Un cinco por ciento de personas contestaron que Miguel de Cervantes. Quienes firmaban la información se creyeron muy listos –son gente que trabaja con estadísticas, datos y esas cosas– y, llenos de suficiencia, se vieron en la obligación de aclararnos lo siguiente: “Es divertido comprobar que en esta lista se cuelan respuestas de lectores despistados”. Vosotros sí que estáis despistados. Que Miguel de Cervantes es un escritor español del siglo XXI es algo indudable.

Una vez afirmé que Jorge Manrique era el principal poeta en castellano del siglo XX. No era ninguna boutade. Nadie ha explicado esto mejor que el poeta y crítico Juan Marqués en un artículo en el que recordaba el momento en el que, con once o doce años, en el colegio de los agustinos de Zaragoza, leyeron las Coplas de Manrique. Escribe Marqués: “Lo que sucedió allí fue, sencillamente, que yo sentí cómo alguien que había muerto más de quinientos años antes me estaba haciendo un regalo impagable, alguien que había vivido en una época que yo no podía concebir me estaba hablando a mí, directamente”.

A los de la encuesta les podía haber dado una pista el hecho de que, en otro punto en el que se preguntaba por cuál era el libro que te había cambiado la vida, el más citado había sido El Quijote. Pero ni así se percataron del asunto. Estaban calculando medias.

'Clásicos’, los llaman. Pero serán clásicos solo si se dirigen a nosotros por nuestro nombre para hablar un rato apartados mientras tomamos una cerveza.

Cada vez que Jorge Manrique nos cuenta que don Rodrigo, su padre, ha muerto y que también nosotros moriremos es –nadie podrá ponerlo en duda– un poeta del siglo XXI. El mejor poeta en castellano del siglo XXI.