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Los trabajadores rondan los 1.000 euros de sueldo, mientras que los jefes (alrededor de nueve personas que forman la cúpula directiva) se embolsan 1.300.000 euros al año. Es lo que sucede en la Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (Sarga), es decir, la empresa del Gobierno de Aragón que presta servicios agroambientales.
La respuesta desde la DGA ante la considerable diferencia salarial es tajante: “En todas las empresas gana más el jefe que los empleados”.
La Candidatura Independiente de Sarga, un sindicato que surgió porque estaban “cansados de los sindicatos habituales” y que, en la actualidad, tienen el 55% de la representación sindical en la empresa, facilita los datos de los altos salarios de los directivos. Añaden, con ironía, que el sueldo del consejero de Medio Ambiente y presidente de Sarga, Modesto Lobón, no está incluido en las cifras.
En Sarga se ocupan de la extinción de incendios y el cuidado de los espacios naturales en la Comunidad y denuncian la “precariedad laboral” con la que se ven obligados a trabajar. El más afortunado, dice Andoni Corrales, representante del sindicato, trabaja siete meses al año y cotiza el 88% a la Seguridad Social, “eso sí, tenemos que estar localizados 24 horas al día”.
Apuntan que el Gobierno de Aragón no ha cumplido el acuerdo al que llegaron en 2012, cuando el director general de Gestión Forestal, Roque Vicente, firmó un compromiso por el que paulatinamente aumentarían el tiempo de trabajo anual hasta llegar, en 2015, a los 10 meses a los que obliga el artículo 102.1 de la Ley 15/2006 de Montes de Aragón. “Lo único que pedimos es que se cumplan las leyes y cada día vamos a peor”, afirma Corrales.
También se quejan de que “están enviando a incendios a personas de nueva incorporación, que no tienen la formación básica necesaria”. En el Gobierno aragonés lo niegan y aseguran que “sí se les da la formación precisa”.
Según los trabajadores, la administración autonómica no se preocupa por el medio ambiente, lo que provoca que algunos espacios naturales estén “descuidados”. En el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, según explican desde el sindicato, han pasado de 126 trabajadores en 2006 a 63 en la actualidad.
En total son unas 800 las personas que integran el operativo de incendios y parques naturales de Sarga. Las protestas de algunos de ellos, dice Corrales, provocan “represalias, encontronazos con la empresa y privaciones de empleo y sueldo sin un motivo coherente”.