“Energías renovables sí, pero no así”: Aragón no quiere producir electricidad para “el beneficio de unos pocos”

Miguel Barluenga

25 de julio de 2023 05:34 h

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El proyecto de una autopista eléctrica que uniría las localidades aragonesas de Valsalada y Laluena con Isona, en Lleida, ha levantado críticas de los afectados por esta infraestructura con capacidad para 400.000 voltios. Los ecologistas y una plataforma ciudadana que se ha creado como reacción a este lo consideran un proyecto “sobredimensionado”, que servirá para “privatizar la producción de la energía eléctrica” y para dejar “los beneficios en manos de unos pocos” a costa de “una subida en las facturas de la luz”.

En las últimas semanas se han llevado a cabo actos de protesta en poblaciones como Tolva, Graus, Binéfar, Benabarre o Arén en pos de una transición energética “sostenible” que “no sacrifique el territorio ni la naturaleza en aras del beneficio exclusivo de macroempresas y el oligopolio energético”. Con el lema: “Despierta. Renovables sí, pero no así”, la Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica Valsalada-Laluenga-Isona critica una línea de más de cien kilómetros y unas torres de electricidad con hasta 85 metros de altura.

En junio, el proyecto recibió la Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Los seis parques eólicos que contempla el proyecto, con 47 aerogeneradores en vez de los 54 previstos en un principio, se localizan en los términos municipales de Almudévar, Gurrea de Gállego y Alcalá de Gurrea. En cuanto a la infraestructura de evacuación, se plantean catorce modificaciones en el trazado de la línea hasta la SET Isona (de Red Eléctrica Española) y el resultado es una alternativa con mayor número de apoyos y mayor longitud que la original, según recoge la resolución ministerial.

Esta línea de evacuación atraviesa, en el Alto Aragón, los municipios de Almudévar, Tardienta, Sangarrén, Huesca, Albero bajo, Albero alto, Argavieso, Alcalá del Obispo, Blecua y Torres, Antillón, Angües, Pertusa, Barbuñales, Laluenga, Berbegal, Ilche, Castejón del Puente, Monzón, Almunia de San Juan, Azanuy, Peralta de Calasanz, Benabarre, Tolva, Viacamp y Litera y Puente Montañana. La longitud original era de 152,70 kilómetros en aéreo, mientras que la alternativa planteada tiene 159,530 en aéreo y 15 soterrados en dos tramos: el primero en Almudévar (3.900 metros) y el segundo en Benabarre y Tolva (11.100 metros).

Según Ecologistas en Acción, el proyecto y su DIA “vulneran abiertamente la legislación vigente”:  Además, supone un “grave precedente” de lo que podría ser una doble privatización de la red de transporte eléctrico, que “acabará pagando muy caro toda la ciudadanía a través de la factura de la luz”. Chunta advierte a través de su presidente, Joaquín Palacín, de que supone “una amenaza para municipios de la Hoya de Huesca, Somonanto de Barbastro, Cinca Medio, La Litera y Ribagorza, ya que tiene capacidad para 80 centrales de MW, una barbaridad”.

Palacín denuncia que “los impulsores de la autopista eléctrica la han tramitado como si se tratara de una línea de evacuación, cuando se trata de una línea de transporte de unos 200 kilómetros, y la Ley del Sector Eléctrico deja claro que tiene que ser Red Eléctrica Española la transportista única, por lo que no tiene cabida que una empresa privada se dedique a transportar energía, ya que supondría un grave precedente de lo que podría ser una doble privatización de la red de transporte eléctrico”.

La formación afirma que “la energía debería producirse cerca de los principales puntos de consumo, y es que no podemos caer en los errores del pasado que tanto sufrimiento provocaron en comarcas del Alto Aragón, ni podemos permitir otro proceso de colonización extractiva que pone los territorios con baja densidad de población al servicio de las zonas más pobladas con fines puramente lucrativos y de forma incontrolada”.

Joaquín Palación manifiesta que “todo este proyecto entra en los parámetros de una política de colonización extractiva, y es que Aragón produce el doble de la energía que consumimos y pretenden en cinco años que produzcamos 20 veces nuestras necesidades actuales, por lo cual estamos sufriendo una saturación de proyectos de parques eólicos y fotovoltaicos que en muchos casos provocan no solo fuertes impactos paisajísticos, sino también sociales y económicos en los municipios afectados”.

La Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica Valsalada-Laluenga-Isona señala que esas “supuestas infraestructuras de evacuación” son, en realidad, “la primera de las autopistas eléctricas o MAT con las que la empresa Forestalia pretende dotarse, en contra de lo que establece la legislación vigente, de una red de transporte eléctrico propio. En palabras más llanas: estamos ante otra vuelta de tuerca a la privatización de la red eléctrica de transporte, y con el beneplácito de un ministerio que, como el Gobierno de Aragón, en absoluto puede aducir ignorancia en este feo asunto”.

Sería, según la plataforma ciudadana, parte de una red de transporte que convertiría Aragón en una “pila” o colonia energética para los “sumideros de toda la vida (Barcelona, la industria vasca…)”: “¿Pueden considerarse infraestructuras de evacuación líneas de 400 kV de cientos de kilómetros de trazado?”, se preguntan. Estas infraestructuras de evacuación serían “enormemente ineficientes y dilapidarían, solo por su extenso trazado, una gran cantidad de la energía que transportarían”