“Queremos seguridad jurídica para consumir cannabis en privado”
A simple vista, la sede del Club de Autocultivo Terapéutico pasa desapercibida en un barrio popular de las afueras de Zaragoza. Parece un local vacío más, como tantos otros que ha dejado la crisis, con un rótulo que aún informa de que allí alguna vez hubo un servicio técnico de reparaciones.
El olfato, sin embargo, no deja lugar a dudas. Desde la calle, ya se adivina la nube de humo que nos encontramos en el interior, una estancia con varios sofás, una barra de bar y una nevera para acompañar los porros con una bebida fresca. Para la entrevista, Domingo Anguis (Zaragoza, 1962) nos invita al “espacio sin humos”, una pequeña habitación con un ordenador y estanterías llenas de libros y panfletos.
¿Qué cambios legislativos reclamáis las asociaciones pro-cannábicas?
Entendemos que el consumo tiene que seguir siendo solo privado, pero nos gustaría tener más seguridad jurídica. Nosotros no somos traficantes, somos gente de todas las edades, con trabajo, que en vez de tomar una caña en un bar venimos aquí y nos fumamos un porro. Por eso, proponemos que haya más espacios de libertad individual y que se legalice el cultivo individual y a nivel asociativo. Deberían derogarse tres normas: la ley del medicamento del 67, dos artículos (el 3.68 y el 3.69) del Código Penal y la nueva Ley Mordaza.
Precisamente, la ley Mordaza endurece las sanciones contra la posesión de cannabis, ¿qué opináis?sanciones contra la posesión de cannabis
Es un texto dudoso en cuanto a cuándo se considera que el consumo es visible al público. Y lo fundamental es que aumenta las cuantías de las multas. En España, está permitido fumar privadamente, te dejan asociarte y en las tiendas te venden semillas y todo lo necesario para cultivar la marihuana. Pero, ojo, como te pillen por la calle con unos porritos en el bolsillo, te van a meter una multa, aunque no estés consumiéndolos en público. Te entra la sensación de que el objetivo solo es recaudar de vez en cuando.
¿Qué os parece el modelo holandés?
En principio, no somos partidarios. Queremos que este tipo de sustancias se queden en el ámbito privado: que quien quiera, consuma en su casa. Y quien no sepa cultivar la planta del cannabis o no tenga tiempo, pues, igual que te asocias para tocar la gaita, nos asociamos para fumar cannabis, pero siempre en un círculo cerrado, sin que llegue a terceros.
¿Cómo funcionan estos clubes privados?
Somos todos conocidos de conocidos. Cuando alguien se inscribe, hace una previsión de cuánto va a consumir y yo preparo las plantas suficientes para que los miembros del club tengan disponible ese cannabis. De esta forma, los miembros del club no tienen que plantar marihuana en sus casas ni recurrir al mercado negro, sin saber qué tipo de planta compran ni de qué calidad. Además, aquí fomentamos un consumo responsable, marcamos un tope máximo de consumo de 3 gramos al día.
¿Todos los clubes son igual de responsables?
Deberían. Nosotros respetamos los códigos de buenas prácticas que se fijaron en la plataforma ENCOD: los socios no pueden ofrecer hierba a un tercero, todas las cuentas están claras, no hay menores de edad... Preferimos que sean clubes pequeños, donde nos conocemos todos, con el espíritu de una peña recreativa, de un grupo de amigos. Un par de veces hemos tenido que avisar a algún socio de que no estaba haciendo buen uso de la sustancia. El que haga una mala praxis, que se atenga a las consecuencias.
¿Ha ocurrido que se haya interesado alguien que nunca había consumido? ¿Por ejemplo, al enterarse de que se le ha detectado un cáncer?
Sí, nos ha pasado. A esas personas que no han sido consumidores previamente, obviamente, no les decimos que fumen cannabis. Eso ni se nos ocurre. Les recomendamos que consulten con su médico y que consuman tintura de cannabis. La tintura es el extracto puro del cannabis, que no lleva THC, que son las sustancias psicoactivas. Eso, mezclado con aceite de oliva, ayuda a las náuseas, a los dolores... a sobrellevar los efectos de la quimioterapia. Aquí, el 80% de los socios tiene algún problema de salud. Suelen ser seropositivos, con cáncer, con dolores de espalda por culpa de algún accidente de tráfico... Por ejemplo, los consumidores de cannabis necesitan menos cantidad de opiáceos para conseguir el mismo efecto.
En la comunidad científica, hay consenso sobre estos efectos paliativos en los síntomas del SIDA y en las náuseas provocadas por la quimioterapia; pero también hay estudios que concluyen que el 10% de los consumidores diarios de cannabis desarrollan brotes psicóticos…
Pensamos que ocurre lo mismo que con el alcohol, que previamente la persona ya tiene una predisposición. La marihuana es psicoactiva, detecta esos problemas en los niveles de serotonina, de dopamina... Pero no creemos que no los provoque.
¿Diríais, entonces, incluso que es una sustancia recomendable?
Igual “recomendable” no es la palabra más apropiada. Solo sería recomendable para alguien que intente paliar otros problemas, como las náuseas. Para esas personas, tiene más beneficios que perjuicios y nadie se ha muerto por sobredosis de marihuana.
Los estudios contrarios a la legalización del cannabis calculan que su legalización podría suponer un aumento del consumo de entre el 75 y el 300%, ¿estáis de acuerdo?
Más bien, los consumidores “saldrían del armario”, no creo que aumentase el consumo. Al estar regularizado, desaparecería el mercado negro, habría más control y sería más difícil que los menores accedieran.
¿Y aumentaría el tabaquismo?
Aquí abogamos por que la marihuana se fume sin tabaco o vaporizada. El tabaco es malo.
Pero el 80% de los consumidores de marihuana lo mezclan con tabaco...
En España, sí. Hay mucho desconocimiento. Habría que educar mejor a los jóvenes en prevención de drogas, desde los institutos. Hasta los 18 ó 21 años, no es bueno consumir ninguna droga: ni tabaco, ni alcohol, ni marihuana.
Precisamente, en Aragón, estamos entre las comunidades con más consumo entre los más jóvenes...más consumo entre los más jóvenes
Sí. El consumo entre menores, no responsable, demuestra que están fallando los sistemas de educación y de prevención. El Plan de prevención de drogas no es efectivo. La prohibición no es el camino, llevamos así desde 1957 y no funciona.
¿Algún partido os ha comunicado ya que está dispuesto a acoger parte o todas vuestras propuestas en sus programas electorales?
Sí, Izquierda Unida ha propuesto siempre en todos sus programas electorales revisar la política de drogas, pero no han conseguido apoyos. En Podemos, se ha creado un Círculo cannábico y entendemos que está validado por silencio administrativo, porque se han cumplido todos los requisitos, pero la dirección de Podemos no ha llegado a respondernos. De momento, las propuestas no han sido incorporadas al programa electoral.