Tres pueblos de Teruel lanzan la Ruta Verde del Reciclaje, un recorrido por el arte de aprovechamiento y el patrimonio
Hasta hace poco a Bueña, Blancas y Burbáguena solo les unía la pertenencia a una misma comarca, El Jiloca turolense, pero la obra de tres artistas del metal de cada una de estas localidades ha trazado un vínculo, y al mismo tiempo una oportunidad para estos pueblos de dar a conocer su oferta arquitectónica, cultural y paisajística.
Fue la Asociación A-Bueñíza-Te, la que se puso en contacto con sus homólogas de las otras dos localidades para proponerles una acción conjunta y así dar visibilidad a las obras de estos creadores. Tras una reunión, las Asociaciones Amigos de Blancas y Burbaca (Burbáguena) estuvieron de acuerdo en diseñar una Ruta Verde del Reciclaje, con visitas por los distintos pueblos para propiciar el turismo.
Las obras de los artistas Cesáreo Gimeno, vecino ya fallecido de Bueña, del blanquense Jesús Guallar y de José Azul, residente en Burbáguena, son el denominador común y la punta de lanza del proyecto, pero el objetivo es aprovechar las visitas para dar a conocer el resto de patrimonio artístico que poseen estas localidades.
“Creemos que es un proyecto diferente, nuevo y que nace de la inquietud de la gente de los pueblos, que quiere potenciar a sus artesanos y dar valor a su patrimonio”, explican desde A-Bueñíza-Te, y subrayan la necesidad de crear sinergias entre localidades vecinas para hacerse notar.
Para ello, el primer paso será movilizar a los propios habitantes para que visiten sus localidades vecinas. “Porque somos los primeros que desconocemos lo que tenemos a solo unos pasos”, señalan. Así, el 6 de agosto se llevará a cabo una primera visita guiada por Burbáguena, el 16 será el turno de Bueña y el 27 en Blancas.
No obstante, el proyecto, explica Manuel Picazo, presidente de Burbaca es mucha más ambicioso y su idea es dar a conocer estas visitas guiadas por toda la comarca y el territorio a través de redes, para atraer al mayor número de interesados. “El patrimonio y el arte son las armas que tenemos para revitalizar nuestros pueblos”, apunta.
Desde las asociaciones proponen que sean los locales, tanto niños como adultos, quienes hagan de guía en sus pueblos. Además, entre otras actividades previstas para dar a conocer esta Ruta Verde se plantean charlas y exposiciones por parte de los artistas, así como un taller de reciclaje.
El arte del reciclado
Esta Ruta Verde ofrecerá un itinerario por los diferentes pueblos y también por los lugares donde se ubican las obras de los artistas. En el caso de Blancas, por ejemplo, se dará a conocer el parque escultórico que reúne 300 figuras de hierro forjado del creador Jesús Guallar. Así como su obra más destacada, una reproducción a tamaño original en hierro reciclado de la Sabina milenaria del pueblo. La escultura está hecha con piezas de aladros recicladas que fueron donadas por los vecinos de la localidad.
La ruta se completará por el casco histórico de la localidad, con un recorrido por la Casa Grande, el Museo Etnológico o la iglesia, entre otros atractivos.
En Burbáguena se hará un recorrido por el barrio del Arrabal, el barrio Moral, el centro histórico, y también la parte alta del pueblo, incluido el castillo. Además, se hará un alto en lugares como la casa de los Templarios, la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles que acaba de ser restaurada o el Palacio del Marqués de Montemuzo, una casa solariega del siglo XVIII. A lo largo de la visita, prestando atención a las fachadas de las casas y a los rincones del pueblo se podrá admirar la obra de José Azul, el artista de este pueblo.
Azul se sirve de herramientas antiguas como unas tijeras de podar, material de labranza como una azada o piezas de bicicletas viejas para hacer sus creaciones. La mayoría toman forma de animales marinos, aunque también hay insectos, aves, etc. El creador cuenta además con un espacio cedido por el Ayuntamiento donde expone sus obras, que se podrá visitar con esta ruta.
Por su parte, desde A-Bueñíza-Te recuperaron hace algunos meses con la ayuda de los vecinos la Era del tío Cesáreo. Un espacio lleno de vegetación y de elementos fabricados con material reciclado. Su creador fue Cesáreo Gimeno, un vecino ya fallecido y herrero de profesión que recuperó botellas de vidrio, herramientas e incluso aparatos como una lavadora para darles una segunda vida. Ahora la Era del Tío Cesáreo es un museo a cielo abierto donde pueden verse elementos de su creador como un invernadero fabricado con piezas de un Seat 600, un columpio con un sistema de piñones de bicicleta que hace sonar una campana cuando alguien lo utiliza o una veleta hecha con una rueda.
Además, la localidad cuenta con otro artista, el acuarelista Javier Santos, que ha pintado quince baldosas que sirven para señalizar los lugares más distintivos del pueblo entre ellos el camino que sube al yacimiento fósil de Bueña, el castillo, la ermita, la iglesia, el lavadero, o la Era del Tío Cesáreo, entre otros. Además, el artista cuenta con su propio museo de acuarelas en la localidad.
Desde las Asociaciones destacan, además, el hecho de que todas las obras incluyen materiales de desecho o reciclados. Es una demostración, dicen, de que en los pueblos siempre ha habido una tradición de otorgar una segunda vida a lo que ya no sirve o ha dejado de usarse. Así mismo animan a otros municipios a unirse al proyecto y poner en valor su patrimonio.
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