Uncastillo homenajea y entierra a Antonio Plano, vicepresidente de la Diputación de Zaragoza y sindicalista fusilado en 1936
El próximo sábado 13 de abril se celebrará en el cementerio de Uncastillo un homenaje público a Antonio Plano Aznárez, alcalde socialista y vicepresidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, asesinado públicamente el 5 de octubre de 1936 por los fascistas. Posteriormente su cuerpo recibirá un entierro digno en dicho cementerio.
Hace un año la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo y el Equipo Arqueológico Forense de Aragón llevaron a cabo la exhumación de los restos de Antonio Plano a solicitud de sus familiares. La intervención arqueológica contó con plena la colaboración de familiares, vecinos y vecinas de Uncastillo y otras personas voluntarias, como los miembros de la asociación memorialista Batallón Cinco Villas, así como del Ayuntamiento de Uncastillo. La financiación llegó a través de la Diputación Provincial de Zaragoza.
Los trabajos culminaron con el hallazgo de la fosa en el lugar señalado por la familia, donde se exhumó un cuerpo de un varón con una edad comprendida entre 33 y 46 años y una estatura de 173’14 cm. El individuo presentaba una muerte violenta por múltiples impactos de proyectiles de arma de fuego, recogiéndose hasta 16 balas y 4 casquillos de arma corta, además de una fractura en la tibia derecha realizada con un arma contundente.
Antonio Plano nació en Uncastillo el 24 de mayo de 1896, fue fundador en 1919 de la Agrupación Obrera Socialista de Uncastillo y posteriormente de la UGT local. La victoria electoral el 12 de abril de 1931 llevó a Antonio Plano Aznárez a la alcaldía y días después fue designado diputado en la Diputación Provincial de Zaragoza.
Tras la huelga general revolucionaria convocada por la UGT para el 5 de octubre de 1934, el día 8 fue destituido el Ayuntamiento por orden gubernativa. En marzo de 1935 dio comienzo el Consejo de Guerra contra 118 procesados por los hechos ocurridos en Uncastillo, que permanecían encarcelados en la prisión de Torrero. El fiscal calificó los sucesos como rebelión militar y pidió hasta seis penas de muerte. El juicio se saldó con la pena de muerte para Antonio Plano, 65 condenados a diversas penas de prisión mayor, tres condenados a penas menores y la absolución de 44 procesados.
Tras la victoria electoral del Frente Popular el 16 de febrero de 1936, el nuevo Gobierno aprobó el Decreto de Amnistía y el 22 de febrero fueron puestos en libertad 235 presos políticos de la cárcel de Torrero, entre ellos los de Uncastillo. Antonio Plano recuperó la alcaldía y a principios de marzo fue nombrado vicepresidente de la Diputación Provincial de Zaragoza. Antonio Plano formó parte de la comisión que se reunió en Zaragoza con el gobernador civil durante el golpe de Estado, debiendo posteriormente buscar refugio entre sus conocidos en Zaragoza.
El 22 de agosto de 1936 su esposa, Benita Cortés Lasilla, y sus dos hijos mayores, María y Antonio Plano Cortés, fueron detenidos e ingresaron en la prisión de Ejea de los Caballeros. Una vez detenido Antonio en Zaragoza, bajó desde Uncastillo un grupo de falangistas, que lo condujeron hasta la villa para ser asesinado justo dos años después de los sucesos de octubre de 1934.
El 5 de octubre de 1936 Antonio Plano Aznárez fue asesinado en de forma pública frente al resto del vecindario, obligado a presenciarlo. A Plano le llevaron ya medio muerto por las palizas y el aceite de ricino desde el cuartel de la Guardia Civil hasta la plaza del Olmo. Antonio fue “fusilado” por un piquete de ejecución. Luego subieron su cadáver a un camión y lo trasladaron al cementerio municipal. Su mujer Benita y sus siete hijos quedaron en la miseria tras la pérdida de sus bienes y la multa de 25.000 pesetas impuesta por el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas a Antonio y otra de 1.000 pesetas para Benita.
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