Nos causa mucha pena ver a personas en situaciones de vulnerabilidad y sufriendo por lo que más quieren, por su animal de familia. Personas que por situaciones muchas veces sobrevenidas están al filo de perder a su amigo fiel y no saben a quién recurrir. Las administraciones públicas no cubren ese hueco que hay entre una persona y esa parte de su familia, no hay nadie que preserve ese vínculo tan maravilloso. Se trabaja por separado, entidades que se ocupan de la persona y entidades que se ocupan del perro o gato de esa persona, pero ninguna entidad cuida de que ese vínculo no se rompa cuando hay una situación que pone en riesgo esa relación.
Es por eso que se creó Hope & Help, una fundación sin ánimo de lucro que cuida de muy diferentes maneras el vínculo entre las personas y los animales que forman parte de su familia. Por otro lado, nos sorprende ver cómo se trabaja, a través de las intervenciones con un animal, en beneficio de las personas, de lo mucho que se habla de los beneficios que nos aporta un animal, pero en cambio, cuando se presenta un problema se opta muchas veces por la retirada del animal y dejar a la persona sin ese amigo fiel que lo da todo y tanto bien le hace.
En paralelo, hay muchísimos animales en perreras que podrían acabar con muchas depresiones, podrían ayudar a personas con problemas de salud mental, podrían ayudar a superar adicciones o a no caer en ellas, y, sobre todo, podrían acabar con la soledad de personas mayores y no tan mayores.
Hope & Help trabaja para preservar ese vínculo, esa relación de amistad tan valiosa, y para evitar el desconsuelo de la separación forzosa. También trabaja para que el animal sea el eje motivador de muchas personas en fase de rehabilitación y de socialización. Dicen que una imagen vale más que mil palabras y un ejemplo puede explicar mejor cualquier discurso. Así que, vamos a explicar con ejemplos qué hace la FUNDACIÓ HOPE & HELP.
Imaginaos por un momento la siguiente situación del proyecto 'Bella Vella Ánima': La señora Montse tiene serias dificultades de movilidad y tiene a su cargo a Nino, su fiel compañero peludo. El perro hace semanas, incluso meses, que no sale a la calle. Montse se desespera al ver que su Nino no puede ni siquiera hacer sus necesidades a fuera y se las hace en un periódico (con mucha suerte). Los servicios sociales le han facilitado a una cuidadora que viene unas horas y atiende a Montse, pero descuida al perro ya que no es su trabajo y tampoco tiene tiempo de atenderlo. Nino está cada vez más nervioso y ansioso, y la convivencia entre ambos se hace cada vez más difícil. Montse quiere con locura a Nino, pues llevan más de 12 años juntos, y teme que puedan tomar la decisión de retirarle a Nino y que éste acabe en una perrera. Montse empieza a estar muy preocupada y triste.
En esa situación, personas voluntarias de Hope & Help se organizan para ayudar a Montse. Se llevan a Nino de paseo, a que corra y se desahogue, a que visite al veterinario (que hace tiempo que no visita), o a que lo pongan bien guapo en la peluquería canina. Nino vuelve a casa contento y solo tiene ganas de acurrucarse plácidamente al lado de Montse. Además, los voluntarios han animado a Montse a salir a pasear, a que le dé el aire, y han tenido una charla alegre y distendida. Si Montse alguna vez lo ha necesitado, la persona voluntaria le ha hecho la compra. Cuando Montse ha sido ingresada por unos días en el hospital, Nino ha pasado esos días en una casa de acogida como si de unas vacaciones se tratara, con todo pagado. La tranquilidad de Montse de saber que Nino está bien cuidado y que cuando vuelva a casa va a reencontrarse con él, le da fuerzas para su rápida recuperación. Montse ya no se siente sola.
Otro proyecto es 'Ànimes bessones' (Almas gemelas): Javier es un chico con problemas de salud mental y con dificultades en su integración en la sociedad. Los responsables del centro que acompañan a Javier han considerado que hacer un voluntariado en Hope & Help puede ser muy útil para ayudarle en el proceso de socialización, aumentar su autoestima y autonomía.
Le ofrecemos formar parte del equipo de voluntarios y que nos ayude a sacar a pasear a perros de personas que no lo pueden hacer, como el perro de Montse. Por otro lado, tenemos a David, un voluntario de soporte que ayudará a Javier en todo, le enseñará hasta que pueda ser autónomo y pueda atender, él solo, a los animales. Estará a su lado en todo el proceso, de la misma manera que el equipo humano de Hope & Help. Damos fe de que en este tiempo Javier ha aumentado su autoestima, se siente útil en la sociedad, se siente integrado y feliz de poder ayudar.
Con estos proyectos se evita la soledad de muchas personas, el aislamiento de muchas otras, el abandono o la desatención de animales, se consigue la integración a la sociedad de personas en riesgo de exclusión social, personas con adicciones, personas que han sufrido y sufren la violencia de género. En todos los casos, el animal es el eje motivador para conseguir el bienestar y una sociedad mejor.
Igualmente hemos dado y damos soporte a muchas personas en tiempo de COVID. A través del Suport a les Quarantenes de la Generalitat de Catalunya hemos conseguido que muchas personas no tengan que sufrir por no poder sacar a pasear a sus animales de compañía mientras dura su confinamiento.
Todas estas acciones son posibles gracias a nuestro gran quipo de cerca de 240 personas voluntarias. Sin ellas no sería posible llegar a tantas personas, a tantos animales. Sin ellas muchas otras personas no podrían disfrutar de esos beneficios tan maravillosos que nos brinda convivir con un animal.
Hope & Help tiene casi dos años de vida y por fortuna nos van conociendo y considerando una herramienta a tener en cuenta en las administraciones públicas y en entidades privadas. Pero para crecer más, necesitamos las aportaciones de personas y empresas generosas que crean en nuestros proyectos y nos ayuden a cubrir los gastos que se producen, tanto a nivel veterinario como administrativo. Hemos recibido subvenciones del Ajuntament de Barcelona y la Diputació, y a nivel privado de empresas, pero no son suficientes para cubrir todos los gastos.
Nuestro equipo está formado por cinco personas al pie del cañón, dispuestas a organizar, a gestionar, a ayudar y a darlo todo, y aun estando desbordadas de trabajo, nos ilusiona y nos motiva enormemente salvar vínculos y crear nuevos donde nos los había. Una voluntaria nos comentaba que gracias a esa labor ahora tiene “otra yaya y muchos perritos”, porque el vínculo también se crea con las personas a las que atendemos y con los animales a los que ayudamos.
Recordamos con especial cariño el caso de un matrimonio al que habían echado de su vivienda. Les ofrecieron ir a vivir, mientras las administraciones les buscaban una nueva vivienda, a un piso en el que no admitían animales, así que nosotros cuidábamos de su perrita en una casa de acogida. Nos demostraron que el amor hacia un animal puede ser muy grande, ya que prefirieron instalarse durante largos meses en una pequeña habitación de una pensión, dónde sí admitían perros, y de esa manera estar al lado del ser más querido, su perrita.
Este y muchos casos que hemos atendido, nos demuestran lo grande que es el amor hacia los animales y los beneficios que estos pueden llegar a aportar a las personas. En nuestras acciones, todos ganan. La persona a la que atendemos, la persona voluntaria y el animal. Esperanza y Ayuda es nuestro lema, porque donde hay ayuda, hay esperanza.
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