Un triatlón para hombres de hierro... y niños con una sonrisa
Decenas de deportistas anónimos en toda España han decidido que su afición puede ayudar a los demás si involucran a amigos, empresas y patrocinadores en retos solidarios para los que no hay límite: desde carreras de barrio hasta maratones urbanos o algunas las pruebas más duras del mundo.
Es el caso del Ironman de Lanzarote, considerado el triatlón más exigente de todo el circuito mundial, que el sábado 17 de mayo será el escenario del desafío personal de Arturo Cimarra, un trabajador del sector de los seguros sanitarios al que la enfermedad del hijo de un compañero le hizo preguntarse de qué manera podía ayudar.
Cimarra es uno de los habituales en los retos que lanza la Fundación de Deportistas Solidarios en Red, un colectivo de corredores populares que hace cuatro años decidió asociarse para financiar proyectos solidarios mediante el charity running.
Su plataforma en internet, www.deportistassolidarios.org, está llena de desafíos particulares que pretenden recaudar fondos para ONG de perfil social a través del ciclismo, la natación, el atletismo, el triatlón... y que ya han aportado decenas de miles de euros a proyectos benéficos, la mayoría relacionados con los niños.
Desde esa web, Arturo Cimarra ya ha recaudado 20.000 euros en dos retos de los que se han beneficiado la asociación Menudo Corazón, que ayuda niños con cardiopatías; la Fundación Caíco, de apoyo a familias con pequeños con cáncer; y Por la Sonrisa de un Niño (PSN), que ofrece enseñanza en Camboya a chicos que viven en basureros.
Este directivo completó su primer maratón hace solo seis años, poco después de haber regresado a España tras haber trabajado para una multinacional en EEUU, donde existe la cultura de recaudar fondos por iniciativa privada para apoyar causa benéficas.
Fue en ese momento cuando al hijo de un compañero le diagnosticaron leucemia, lo que le hizo pensar de qué manera podía ayudar, según ha relatado. Tirando de amigos y contactos, lanzó a internet su primer reto: completar dos maratones en un mes.
Consiguió completarlos, mejoró su marca personal en la especialidad y de paso, recaudó 15.000 euros para los niños con cáncer a los que ayuda Caíco y los esfuerzos que realiza Menudos Corazones para apoyar a aquellas familias que tienen que trasladarse a Madrid para que a sus hijos los traten de una cardiopatía.
Sin embargo, el reto le costó una lesión en un pie que durante meses desvió sus esfuerzos deportivos a otra disciplina: la natación, desde la que saltó al triatlón y motivó su siguiente reto: correr dos medio ironman en un mes. El resultado fue 5.330 euros para Menudos Corazones y la ONG Por la Sonrisa de un Niño.
“Con miedo y respeto” a Lanzarote
La Fundación Deportistas Solidarios recoge los donativos en su web y deja constancia de quiénes son sus benefactores: patrocinadores que aportan las cantidades más importantes, pero, sobre todo, decenas de pequeños donativos de particulares.
Cimarra dice que aprecia los donativos de todos, pero, en especial, los que proceden de “amigos que tienen empresas pequeñas que han sufrido como todos la crisis y que, pese a todo, contribuyen cantidades que, para ellos, son muy importantes”.
Ahora su reto consiste en correr el 17 de mayo el Ironman de Lanzarote, una de las pruebas de más prestigio entre los aficionados al triatlón, donde le esperan 3,8 kilómetros de natación, 180 kilómetros de bicicleta y, de remate, un maratón, 42 kilómetros.
“Cuando me apunté no sabía muy bien dónde me metía”, confiesa este deportista, que dice que correrá el Ironman “sin presión”, pero “con cierto miedo y respeto” por la exigencia de la prueba.
Su objetivo es conseguir 20.000 euros para los campamentos de verano en Madrid para niños con cardiopatías y para los programas educativos de PSN en Camboya. Lleva ya recaudados 5.000.
“Si consigo cruzar la meta con mis hijos va a ser bestial. El jueves vuelo para Lanzarote, corro el sábado y regreso el domingo... no sé si un avión medicalizado”, bromea.