El Valencia de Marcelino doblega a una Unión Deportiva que jugó con diez desde el minuto 33
Derrota por 1 a 0 y con diez. Así ha sido el estreno de Manolo Márquez en Primera con la UD Las Palmas en Mestalla. El técnico catalán eligió jugar solo con Lemos en el centro del campo para poder alinear a Viera, Tana, Halilovic y Vitolo, mientras que Marcelino, con un equipo en construcción, decidió jugar con Cancelo, Medrán, Parejo y Soler. Y ganó el asturiano.
El orden táctico que caracteriza a Marcelino se vio en Mestalla desde el minuto 1, anulando el fútbol asociativo de los amarillos, que no conseguían conectar con los de arriba por la presión alta de Zaza y Rodrigo.
Sobre el césped se jugó a lo que proponía el Valencia y el premio llegaría en el minuto 21. En una de las oleadas de ataque del conjunto ché, Zaza cazaba un balón al borde del área que conseguía batir a Chichizola.
Las Palmas, errando en sus pases, se encomendaba a los chispazos de Viera y Vitolo. Halilovic, aguantando la pelota cerca del área, trataba de buscar un pase de ruptura, que acababa en las botas del contrario. En ese momento, cuando los de Marcelino movían la pelota, que se le escapaba a Gayá al tratar de controlarla de cabeza. Entonces el croata vio la oportunidad de resarcirse y fue con todo, con los tacos por delante, pisando al lateral del Valencia. Gil Manzano, sin dudar, le mostró una roja muy rigurosa, ya que la acción, aunque era dura, no era merecedora de tal castigo.
A partir de ahí el partido no tuvo más historia. Los locales se contentaban con el resultaba y ahorraban fuerzas y buscaban una oportunidad para ampliar distancias pero sin esforzarse con mucho ahínco
Las Palmas, por su parte, aguantaba como podía, con Viera-Lemos en el centro, y se encomendaba a la posibilidad de tener alguna contra cuando su rival se volcase arriba.
En la reanudación del partido, el balón fue para el conjunto canario, ante un Valencia replegado, que buscaba sentenciar a la contra. Lo pudo conseguir a los diez minutos Cancelo, en una rápida acción de los locales, pero Chichizola evitó el segundo tanto.
El Valencia acusó el desgaste físico conforme avanzó la segunda parte, pero el dominio canario era infructuoso, sin apenas verticalidad, mientras que los de Marcelino salían poco a la contra pero con mucho peligro, aunque la falta de acierto en el remate les privó de aumentar su ventaja pero no de sumar los tres primeros puntos de la temporada.