El Iberostar Tenerife busca obtener la victoria decisiva en Europa
El Iberostar Tenerife afronta este martes una nueva jornada de la Liga de Campeones FIBA (19.30 horas), un partido que para los laguneros será vital, ya que un triunfo ante el Era Nymburk, de la República Checa, supondría dar un paso casi definitivo en su lucha por terminar la primera fase como primer clasificado del Grupo C de esta competición europea.
El conjunto de Txus Vidorreta, que en la Liga ACB acaba de lograr su clasificación como cabeza de serie para la Copa del Rey, se medirá al segundo clasificado de la Liga de Campeones FIBA, un equipo que suma ocho victorias y dos derrotas, por una de los tinerfeños.
Es por ello que los insulares se encontrarán a un adversario dispuesto a todo, dispuesto a conseguir ese primer puesto a falta de cuatro jornadas para terminar esta primera fase.
En principio, Txus Vidorreta podrá contar con la totalidad de su plantilla, a la espera de conocer el estado físico de Sasu Salin, que el pasado sábado, ante el Casademont Zaragoza, no pudo actuar debido a una afección gripal.
Ya con dos días más de descanso, es posible que al menos pueda estar dentro de las rotaciones del equipo en un partido vital para alcanzar un nuevo objetivo esta temporada.
Y es que se acerca un mes y medio intenso de competición de alto nivel para los de Txus Vidorreta : Copa Intercontinental en el Santiago Martín, a principio de febrero; la Copa del Rey, en Málaga, a mediados del mismo mes, y todos los partidos de la ACB correspondientes a la liga Regular y que todos se asumen como auténticas finales, ya que el Iberostar Tenerife también quiere estar en el “playoffs” por el título, una competición que le faltó la temporada pasada.
El Era Nymburk marcha invicto este curso en su competición doméstica con un balance de 20/0 y es un equipo acostumbrado a desenvolverse con soltura en competiciones europeas.
Acumula más de un centenar de partidos entre Eucorcup y Euroliga. Los hombres que dirige el israelí Oren Amiel ya ganaron esta campaña en canchas tan exigentes como la del Bamberg o el Peristeri.
Su roster cuenta además con una cara nueva con respecto al cruce de la primera vuelta, celebrado en Praga (68-78 para los laguneros).
Ya sin el caboverdiano Iván Almeida en su plantilla, los checos ficharon en diciembre al estadounidense con pasaporte georgiano, Michael Dixon, un base con mucha calidad, que cumplirá su segunda etapa en el Nymburk, al que ya lideró hace tres años y medio para hacerse con el título de liga.
El rival de este martes tiene igualmente en sus filas a varios internacionales checos, que aportaron lo suyo en el brillante sexto puesto de su selección en el reciente Mundial de China, caso del zurdo Bohacik o de Hruban, entre otros.
A eso hay que añadirle la calidad del internacional croata Roko Rogic, veteranos como Petr Benda o el ex Obradoiro, Pavel Pumprla; y varios estadounidenses que se han adaptado muy bien al proyecto, como Dalton, Booker y Hankins.
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