Espacio de opinión de Canarias Ahora
La chusma y el eterno retorno
“La vida es un manantial de placer; pero donde la chusma va a beber con los demás, allí todos los pozos quedan envenenados. Por todo lo limpio siento inclinación; pero no soporto ver los hocicos de mofa y la sed de los impuros. Han lanzado sus ojos al fondo del pozo: ahora me sube del pozo el reflejo de su repugnante sonrisa. El agua santa la han envenenado con su lascivia; y como llamaron placer a sus sucios sueños, han envenenado incluso las palabras. Se enfada la llama cuando ellos ponen al fuego sus húmedos corazones; también el espíritu borbotea y humea cuando la chusma se acerca al fuego. Dulzona y excesivamente blanda se pone en su mano la fruta: al árbol frutal su mirada lo vuelve fácil de desgajar por el viento y le seca el ramaje. Y más de uno que se apartó de la vida, se apartó tan sólo de la chusma: no quería compartir pozo y llama y fruta con la chusma”.
Después viene Jorge Luis Borges, y se pone a cuestionar a Nietzsche. Intenta tumbar la idea del eterno retorno. El escritor argentino resume de esta manera (en el libro “Historia de la eternidad”) la propuesta de eterno retorno del filósofo alemán: “En un tiempo infinito, el número de las permutaciones posibles debe ser alcanzado, y el universo tiene que repetirse. De nuevo nacerás de un vientre, de nuevo crecerá tu esqueleto, de nuevo arribará esta misma página a tus manos iguales, de nuevo cursaras todas las horas hasta la de tu muerte increíble. Tal es el orden habitual de aquel argumento, desde el preludio insípido hasta el enorme desenlace amenazador. Es común atribuirlo a Nietzsche”.
Pues eso, que si sumamos el primer mensaje de la chusma y el eterno retorno contado con las palabras de Borges, podemos concluir que la chusma volverá a beber en los pozos de todos, y que nuestros pozos quedarán envenenados. La chusma volverá llamar placer a sus sucios sueños y volverá a envenenar las palabras.
Así habló Zaratustra. Pero, ¿de qué quería hablarles hoy? Ah, sí, que el magistrado del TSJC Fernando de Lorenzo archivó definitivamente el caso Salmón. Cuando vi la noticia pensé: este hombre me suena, ¡ah claro! es el que tuvo a Carmelo Padrón 14 años en el corredor de los imputados, el político socialista finalmente fue absuelto. Ahora el mismo magistrado sólo ha necesitado unos días para analizar un recurso de Justicia y Sociedad contra el archivo del caso Salmón. Pero ese recurso le había tocado al principio a la magistrada Carla Bellini. Bellini renunció porque, según contó en un escrito oficial, tiene “una estrecha amistad con José Manuel Soria muy anterior a formar parte del Tribunal Superior de Justicia de Canarias”. Cuando leí el nombre de Bellini pensé que me sonaba. Claro era la magistrada que en junio de 2007 firmó el auto de archivo de una denuncia anterior contra José Manuel Soria por falso testimonio (también firmaban esa resolución Margarita Varona y Antonio Castro). El caso es que Fernando de Lorenzo acaba de ratificar el archivo del caso Salmón que ya había archivado Margarita Varona. Esa jueza me sonaba, fue la ponente en el archivo de las feísimas conversaciones entre Domingo Berriel y Santana Cazorla, y también entre Adán Martín y Santana Cazorla, en el caso Góndola, el archivo se decidió en apenas una semana.
Estamos ante el eterno retorno de nombres de magistrados y magistradas y de algunos políticos. Si se cumple la teoría de Nietzsche todo volverá a repetirse, y nosotros podemos seguir esperando a Zaratustra, volverá a bajar por el Guiniguada y se subirá a la fuente de la Plaza de las Ranas para hablarnos de la chusma, y espero tener fuerzas para pedirle que vuelva a explicarnos lo del eterno retorno?
Juan GarcÃa Luján
“La vida es un manantial de placer; pero donde la chusma va a beber con los demás, allí todos los pozos quedan envenenados. Por todo lo limpio siento inclinación; pero no soporto ver los hocicos de mofa y la sed de los impuros. Han lanzado sus ojos al fondo del pozo: ahora me sube del pozo el reflejo de su repugnante sonrisa. El agua santa la han envenenado con su lascivia; y como llamaron placer a sus sucios sueños, han envenenado incluso las palabras. Se enfada la llama cuando ellos ponen al fuego sus húmedos corazones; también el espíritu borbotea y humea cuando la chusma se acerca al fuego. Dulzona y excesivamente blanda se pone en su mano la fruta: al árbol frutal su mirada lo vuelve fácil de desgajar por el viento y le seca el ramaje. Y más de uno que se apartó de la vida, se apartó tan sólo de la chusma: no quería compartir pozo y llama y fruta con la chusma”.
Después viene Jorge Luis Borges, y se pone a cuestionar a Nietzsche. Intenta tumbar la idea del eterno retorno. El escritor argentino resume de esta manera (en el libro “Historia de la eternidad”) la propuesta de eterno retorno del filósofo alemán: “En un tiempo infinito, el número de las permutaciones posibles debe ser alcanzado, y el universo tiene que repetirse. De nuevo nacerás de un vientre, de nuevo crecerá tu esqueleto, de nuevo arribará esta misma página a tus manos iguales, de nuevo cursaras todas las horas hasta la de tu muerte increíble. Tal es el orden habitual de aquel argumento, desde el preludio insípido hasta el enorme desenlace amenazador. Es común atribuirlo a Nietzsche”.