El inagotable egocentrismo de la presidenta Aguirre

Pero ahora resulta que hasta el alter ego de Pedro Jota, Casimiro García-Abadillo, ha validado, aun con matices, la historia narrada en El País por Álvaro Lapuerta ?amigo personal de Fraga Iribarne y de José María Aznar-, que es un derechista avant-la-lettre. De modo que la versión del riojano Lapuerta, el Chato de Cameros, ha recibido el placet del cuartel general de la lideresa.

Los dos validos

¿Por qué? Porque los espiados por Lapuerta, el cual fue objeto de investigación también, fueron, al parecer, Ignacio González y Francisco Granados, los dos validos de Esperanza Aguirre, a su vez peleados entre sí.

La Traviata

Como Lapuerta apoya a Mariano Rajoy y fue al líder del PP al que ?antes del Congreso de Valencia- le cantó La Traviata sobre los tejemanejes o los negocios tenebrosos atribuidos a González y a Granados, los cerebros mediáticos al servicio de Aguirre intentan ahora pasar el tanto de culpa del espionaje a Rajoy y a sus genoveses más fieles.

Tan afines, tan próximos

No debe de extrañar, por otra parte, que haya dossiers comprometedores para ambos políticos, tan afines y tan próximos a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Al fin y al cabo, Granados, entre sus múltiples responsabilidades, es secretario general del PP madrileño.

Romero de Tejada

¿Se acuerdan, por cierto, de las hazañas y de los pelotazos del antecesor de Granados en el partido, el tristemente célebre Ricardo Romero de Tejada, aquel modesto asalariado de una copistería? Romero se hizo famoso con motivo del tamayazo. Simplemente, he aquí otro dato significativo.

Negando la evidencia

Es inútil continuar negando la evidencia. Aguirre se hace la víctima y dice que políticamente van a por ella. Claro que van a por ella. De confirmarse el clandestino montaje de espías bajo las órdenes del mentiroso Marcos Peña ?que es capaz en un par de días de desmentirse a sí mismo- Aguirre no puede bajarse del escenario e irse de soslayo.

La salvadora liberal de España

Y si fueran verdad los relatos sobre las andanzas de sus dos validos, en orden a negocios no precisamente límpidos, el escándalo salpicaría a la presidenta, naturalmente. ¿Quiénes nos han presentado a Aguirre y sus consejeros como un Gobierno eficaz y transparente? ¿Quiénes la han puesto en el pedestal, loándola sin freno, como si fuera la salvadora liberal de una España a punto de romperse?

La bandera y la cartera

Estos patriotas que dicen amar la bandera, pero que lo que aman de verdad es su cartera, empiezan a tocar techo. Han exhibido sin pudor su frenesí por el poder, sus batallas a muerte entre unos y otros, su desdén por los ciudadanos, sobre todo por los más débiles, su aventurada política de privatizar hospitales, servicios sanitarios y la educación, protegiendo así los intereses de los ricos a costa del expolio a los más pobres.

Castillo de naipes

Y de pronto el castillo de naipes ?a pesar de controlar con mano de hierro Telemadrid y disponer de la COPE y de El Mundo, sin desdeñar al Grupo Intereconomía- se está viniendo abajo.

Las víctimas

Señora Aguirre; usted no es la víctima. Las víctimas son cientos de miles de madrileños que en 2003 votaron un Gobierno autonómico de izquierdas y alguien les robó su soberanía. Las víctimas son los que no se resignan a su política ultraliberal, por un lado, e intervencionista, cuando le interesa.

La guerra de los espíasguerra de los espías

Las víctimas son los ciudadanos que se hacen cruces viendo la guerra de los espías o viendo cómo -en plena crisis financiera- usted está jugando peligrosamente con Caja Madrid. Su frivolidad sólo la supera su inagotable egocentrismo.

(*) Enric Sopena es director de El Plural

Enric Sopena (*)