Sobre la polémica de las terrazas

Recientemente nos han llovido las críticas sobre la ordenanza de terrazas que hemos presentado. De manera interesada, los críticos ignoran:

La ordenanza no se ha aprobado de manera definitiva. Es un texto básico para su debate y discusión por todos.

Hemos convocado a los grupos de la oposición para el próximo día 30 e iniciado una ronda de contactos para reunirnos con las asociaciones de empresarios afectados.

Es nuestra intención realizar esa misma ronda de reuniones con las asociaciones de vecinos y comunidades afectadas por la actividad de las terrazas.

Estamos dispuestos a reunirnos con cualquier colectivo que considere que tiene algo que decir al respecto.

Es decir, hemos abierto un proceso de discusión participativa al final del cual deberá salir una ordenanza que respete:

El derecho al descanso de todas las personas que residen en nuestra ciudad.

El derecho al libre tránsito de todas las personas que circulen por la ciudad.

Ello implica el cumplimiento estricto de las leyes estatales sobre ruido y accesibilidad universal. Leyes que el ayuntamiento no puede ignorar y se ve obligado a cumplir.

Es decir, alguien se ha preocupado en convertir en conflicto lo que es un proceso de discusión de una ordenanza que acaba de empezar. Una ordenanza que debe preservar el derecho al descanso y la accesibilidad a la vez que regular el uso privado por los empresarios del espacio público. Pues en realidad, lo que late en el fondo del problema es el intento de privatizar el espacio público en beneficio de los empresarios. Puede que terminemos con una ciudad convertida en un parque temático pero privada de residentes y vecinos y entregada a los fenómenos de la especulación inmobiliaria. Y es curioso, la oposición se ha apresurado a reunirse con los empresarios, pero no se ha reunido con los vecinos de las zonas afectadas por las terrazas.