Los políticos se retratan en las vallas publicitarias

El poco respeto de los partidos por el estado de derecho se ve retratado de manera tan diáfana como lo están las fotos de sus candidatos: utilizan un medio para su propaganda electoral que está expresamente prohibido en la legislación nacional y en la autonómica, en concreto, por las respectivas leyes de carreteras. El artículo 32 de la norma de la comunidad autónoma dice en su apartado uno: “Fuera de los tramos urbanos de las carreteras queda prohibido realizar cualquier tipo de publicidad dirigida al usuario de la carretera.” Está claro, no cabe interpretación ni excepciones, pero los partidos políticos que aprobaron la ley, están acostumbrados a saltárselas y a eludir su cumplimiento. Desgraciadamente, este fenómeno afecta a todo el espectro ideológico y se sienten amparados por la lentitud de la Justicia y la poca repercusión electoral de este tipo de prácticas. Es la misma razón por la que compran y venden el suelo público de Las Teresitas, por la que permiten atentados paisajísticos como el de Radazul, descatologar especies, hacer campos de golf en espacios naturales, etcétera, etcétera, lo único que importa es llegar a mantenerse en en las poltronas, eso lo justifica todo, hasta saltarse el estado de derecho, de actuar como las leyes no fueran con ellos.

Con motivo del cuarenta aniversario de ATAN se ha hecho una exposición que trata de reflejar las actividades de la asociación en estas cuatro décadas y, en uno de los paneles, figura la lucha que llevó a cabo ATAN para erradicar estos soportes publicitarios de las carreteras de la Tenerife. A comienzos de los años noventa las autopistas de la isla estaban llenas de vallas publicitarias, sus llamativos colores destacaban sobre los amarillo y ocres que predominan en el sur, mientras que en la curva del Sauzal, en el norte de la isla, la exuberante vegetación apenas se veía entre las abundantes vallas. Anta la flagrante ilegalidad, ATAN denunció estos visibles cuerpos del delito. No se tomaron medidas. (con una notable excepción, Paulino Rivero, entonces alcalde del Sauzal, retiró las que habían en su municipio). Sí se pusieron dos denuncias en los juzgados de Güímar y Granadilla por los empresario de publicidad contra el portavoz de ATAN por los daños sufridos (una mañana amanecieron emborronadas) por la que tuve que ir a declarar sin que hasta la fecha haya recibido más noticias. La pasividad de las autoridades e instituciones fue total, afortunadamente una noche, y por razones todavía inexplicadas, más de 60 vallas situadas en la autopista del sur perdieron sus paneles y solo quedaron sus estructuras metálicas rompiendo la línea del paisaje divisado desde la carretera. Veinte años más tarde seguimos en lo mismo, gastando el dinero del contribuyente en promociones turísticas disparatadas que tratan de vender las singularidades canarias en el mercado turístico y, al mismo tiempo, incumpliendo las leyes y deteriorando aún más nuestro escaso territorio.

*Portavoz de ATAN

Eustaquio Villalba Moreno*