Espacio de opinión de Canarias Ahora
Nueve meses de dictadura en el PP de Fuerteventura por Leonardo Fernández Vega*
No ha tenido que pasar ni un año para que la dictadura se asentara definitivamente en el Partido Popular de Fuerteventura. Desde el comienzo, más que dudoso, de la nueva presidenta insular del partido, Dña. Águeda Montelongo, todos los afiliados sabíamos que ella no era la mejor opción, sino simplemente una alternativa temporal, ya que esperábamos un proceso democrático que permitiera definir una estructura orgánica lógica y querida por la mayoría.
Pero lejos de fomentar la democracia, las andaduras de la presidenta insular y su equipo comenzaron con el retraso o la ocultación de las convocatorias de los comités locales en cada municipio. En una situación de normalidad estos comités deberían ser elegidos por los afiliados, con la nueva presidenta insular se cambiaron las tornas. Los eligió a dedo y luego hizo el paripé de la celebración para pasar el trámite de cara a la opinión pública.
Pájara
Uno de los mayores beneficiados de esta situación fue D. Domingo Pérez Saavedra, empresario del Sur, con amistades a nivel regional dentro del PP canario y antiguo contrincante de Águeda Montelongo en el congreso insular, donde llegó a presentarse incluso a la presidencia del partido en contra de la candidatura de ésta. Aunque finalmente retiró su candidatura a cambio de la presidencia del comité local de Pájara, además de otros acuerdos que se verán en las elecciones de 2011. Todo ello, siempre de espaldas a los militantes y sin que fuera debatido en los órganos internos del partido.
Esta es la forma de trabajar de la presidenta insular del PP, pactos a las espaldas de los afiliados y de los órganos del partido demostrando que las ansias de poder priman por encima del interés del partido y sus militantes. Sería injusto acaparar toda nuestra atención en la autodenominada 'reina' del PP de Fuerteventura, pues hay otro personaje que está siendo incluso más nocivo en el seno del partido. Un Secretario General, liberado como concejal en Puerto del Rosario que trabaja para sus intereses desde la sombra, porque no puede ser visto en la calle, el Sr. Carlos Figueroa y alguno más de sus limpia botas.
Su afán de poder llega a ser mayor que el de la presidenta insular, ya que monta toda la estrategia del partido a espaldas de los comités y los afiliados, y realiza la elección de los cargos del partido a dedo de forma deliberada y bajo su propio interés.
Comunicación
Como presidente de Nuevas Generaciones de Fuerteventura comuniqué por escrito a la dirección y a los afiliados mi desacuerdo con estas formas de proceder del Secretario general d. Carlos Figueroa, así como la presidenta insular dña. Águeda Montelongo. Hasta el día de hoy, ni desde la dirección regional, la provincial o la insular he recibido ni una sola respuesta al respecto.
El Partido Popular al día de hoy se encuentra totalmente roto por esta dictadura de Montelongo y Figueroa, pero también por otros motivos derivados de lo anterior: falsas promesas, nombramientos en el seno del partido sin contar con la militancia ni con los órganos locales ni insulares, campañas de desprestigio contra los socios de gobierno dentro de la administración insular, llegando incluso a proponer la ruptura del paco con CC para poder así gobernar con el PSOE a nivel insular? En definitiva, una política de dedocracia para dirigir un barco que cada día está más hundido.
Nuevas Generaciones
Los jóvenes del Partido Popular de Fuerteventura seguimos sin contar para los altos cargos, siendo una herramienta de campaña de pega de carteles y poco más. La política del Partido Popular no se acerca lo más mínimo a una alternativa para un bienestar general de los ciudadanos de Fuerteventura, por ello no se alcanzarán las expectativas puestas en esta dirección ya hace nueve meses.
Cuando la democracia interna en un partido político no existe, vemos como afiliados, simpatizantes y cargos orgánicos empiezan preguntarse si la decisión tomada en su momento fue la correcta.
Cuando una presidenta insular de un partido recalca que la labor que se está realizando es “su proyecto personal” deja mucho que desear. Escondiéndose siempre detrás del “ahora no toca” cuando se plantea algún tema de debate con el que ella no está de acuerdo, recordando algunos dictadores más propios de otra época.
Sin libertad
Me veo en la obligación de explicar la actual situación del Partido Popular en Fuerteventura, ya que no todos los compañeros que están en disconformidad con la dirección no pueden permitirse la libertad de exponer su total desacuerdo con el mayor cargo insular y su mano derecha por diferentes motivos? laborales por ejemplo: “Si hablas, a la calle”.
Puerto del Rosario
Decisiones como las de celebrar los comités locales de todos los municipio, menos el de Puerto del Rosario, siguen demostrando quienes son los que mandan dentro del partido. Ya que el Sr. Figueroa está interesado en que no se celebre la asamblea en Puerto, puesto que se demostraría que los afiliados no lo quieren y que el futuro del PP en Puerto del Rosario no pasa por él.
Betancuria
Por culpa de la nefasta dirección insular, municipios como el de Betancuria se ha quedado sin representación del Partido Popular, ya que no se celebró asamblea alguna y se perdió la única representación que tenía el partido con un concejal. Los afiliados tampoco entendimos como la presidenta del PP de Fuerteventura pudo apoyar públicamente que el Museo Arqueológico no se hiciera en el pueblo, a espaldas de la opinión pública, del sentir mayoritario del partido y de toda lógica. Esa forma de proceder, inspirada únicamente por Figueroa, ha hecho un daño irrecuperable al partido.
Este es el desgaste que está sufriendo el Partido Popular de Fuerteventura tras la elección de la presidenta Águeda Montelongo y su Secretario general Carlos Figueroa, con decisiones tomadas en despachos cerrados bajo llave, ocultos a los afiliados.
Gran Tarajal
Los afiliados tampoco entendimos cómo, siguiendo una nueva consigna de sus ideólogos alejada totalmente del sentir popular, la propia presidenta insular del PP se atrevió a usar la tribuna del Parlamento de Canarias para llamar 'manipulados' a los vecinos de Gran Tarajal que se manifestaron contra la central en Agando. Y, más aún, se atrevió a volver a proponer que se retomara el debate sobre su ubicación, cuando ya existía un consenso social e institucional al respecto.
Falta de respeto a los históricos
Uno de los mayores 'logros' que han conseguido Montelongo y Figueroa ha sido descartar por completo a los históricos del partido, compañeros como Santiago Cabrera, ex presidente local de Pájara, etc.
El objetivo principal del proyecto de Montelongo fue el derrotar por todos los medios a aquellas personas que le hacen sombra a su mandato, como por ejemplo el actual vicepresidente del Cabildo de Fuerteventura, Guillermo Concepción Rodríguez; o Antonio Olmedo Manzanares, concejal del PP en el municipio de Pájara. El miedo a no salir en la foto la ha llevado a una dictadura sin complejos, intentando tener a sus alrededores a simples peones que les hagan fotos, notas de prensa y sonrían ante su temida mirada dictatorial. La foto es la prioridad.
Entiendo la repercusión de pronunciarme como cargo orgánico del PP de Fuerteventura y de Canarias, pero las injusticias no deben ser silenciadas y cuando no se pueden luchar desde dentro hay que aunar fuerzas desde fuera para poder combatirlas.
Es muy difícil admitir que las decisiones tomadas en su momento fueron las equivocadas, pero no puedo entender que la dictadura implantada en el Partido Popular de Fuerteventura por sus dos cargos de mayor importancia, el secretario general y la presidenta insular; no haya sido frenada por el presidente regional José Manuel Soria.
Cabildo
El Vicepresidente del Cabildo Guillermo Concepción mostró su total desacuerdo con la 'dueña' del PP en Fuerteventura, repercusiones que no tardaron en llegar por parte de la presidenta insular, quitándolo de las comisiones de Industria y Transportes y Servicios Sociales. Y Montelongo, como portavoz del grupo, designa a la persona que preside esa área por parte del partido dentro del cabildo insular, como objetivo final lograr el cese del vicepresidente actual.
Nuevas incorporaciones
Las nuevas incorporaciones en el partido como la de Alejandro Jorge, ex consejero del Cabildo aumentaron las esperanzas de que el proyecto mejoraría, pero todo fue una nube de humo. Lo ilusionaron con un proyecto de futuro y lo terminaron engañando, llegando a ofrecerle que se marchara con el acta de consejero y gobernar con el PP en el Cabildo para así tener presionados a los demás consejeros de gobierno.
Sanidad
Con la hasta hace poco delegada del área de Salud en Fuerteventura, Dña. Concha López, más de lo mismo, por un capricho más de la presidenta insular (no se la invitó a una visita oficial de Mercedes Roldós al Hospital: la foto, siempre la foto), cesa a ésta para poner a alguien de su misma línea de juego y, ¿por qué no decirlo?, promocionar a una persona que no es conocida en la capital de la isla. ¿Y la Sanidad, ya no es una prioridad? ¿Ahora es una herramienta de juego político?
La militancia del Partido Popular está más que descontenta por las formas de proceder. El Partido Popular de Fuerteventura es a día de hoy de una señora que, según ella, quitó a un dictador para traer la democracia al partido; un secretario general que está buscando su jubilación política en un alto cargo del gobierno regional o insular; y algún personaje sin escrúpulos capaz de pisar al mejor de los amigos con tal de conseguir su objetivo.
Es por todo esto que me dirijo a la militancia del Partido Popular de Fuerteventura y a los ciudadanos de la Isla, informándoles de lo que está ocurriendo y comunicándoles que estos personajes son incapaces de gestionar la administración pública, ya que no han sabido ni llevar a buen puerto su propio partido. Estas valoraciones han sido hechas previamente en el propio partido, sin que la dirección haya permitido debatirlas con todos los militantes ni haya emprendido ninguna acción para corregirlas.
* Presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular en Fuerteventura.
Leonardo Fernández Vega**
No ha tenido que pasar ni un año para que la dictadura se asentara definitivamente en el Partido Popular de Fuerteventura. Desde el comienzo, más que dudoso, de la nueva presidenta insular del partido, Dña. Águeda Montelongo, todos los afiliados sabíamos que ella no era la mejor opción, sino simplemente una alternativa temporal, ya que esperábamos un proceso democrático que permitiera definir una estructura orgánica lógica y querida por la mayoría.
Pero lejos de fomentar la democracia, las andaduras de la presidenta insular y su equipo comenzaron con el retraso o la ocultación de las convocatorias de los comités locales en cada municipio. En una situación de normalidad estos comités deberían ser elegidos por los afiliados, con la nueva presidenta insular se cambiaron las tornas. Los eligió a dedo y luego hizo el paripé de la celebración para pasar el trámite de cara a la opinión pública.