Valladolid: multar por ser pobre

Según su alcalde, el objetivo es “mejorar la calidad de vida” de los ciudadanos, permitiendo al Ayuntamiento luchar contra las mafias de la mendicidad, que explotan en su mayoría a gitanos rumanos.

No sé si ese nombre será el real, “ordenanza antivandalismo”. Espero que no, por que eso equivaldría a llamar vándalos, en su mala acepción, a quienes piden para no morir de hambre, en muchísimos casos. En cualquier caso, con ese o con otro nombre, multar a personas que no tienen recursos, hasta el punto de tener que pedir limosna para comer, y precisamente por ese hecho, me parece no solo lamentable e injusto, sino además, estéril. Quien no puede perder nada por que nada tiene no se detendrá por una multa que ni podrá pagar ni le podrán cobrar. ¿Multará reiterativamente el Ayuntamiento a los mendigos, de forma que personas que son insolventes, que no tienen nada, acumulen una deuda de miles de euros con su administración local? Es un resultado absurdo, triste e injusto.

Me pregunto en qué ciudadanos piensa el alcalde al decir que mejorará su calidad de vida. Supongo que a los que tienen casa, trabajo y dinero para comer, vestir y pagar sus impuestos locales. Y que la mejora supondrá que no tendrán que verse en la “desagradable” situación de que un mendigo mal vestido y sucio les pida dinero. Porque desde luego con esas multas no solo no mejorará, sino que agravará todavía más la calidad de vida de los mendigos. Que también son personas y ciudadanos, independientemente de cualquier otra condición o situación.

Que esa medida de imposición de multas permita al Ayuntamiento luchar contra las mafias de la mendicidad es tan desatinado que no acierto a ponerle un calificativo que no suene excesivamente ofensivo. Multar a las personas que, según el alcalde, son usadas por mafias es sancionar a la víctima en esos presuntos delitos. Además de una forma harto estéril, por que sabiendo que no pueden pagar, nada les compele a no seguir pidiendo al día siguiente. Y más ineficaz aun, por que no se persigue a los responsables, a los culpables, de esas prácticas al parecer mafiosas.

Estas medidas no solo son ineficaces, como se ha expuesto, sino que pueden producir incluso un empeoramiento en la calidad de vida del resto de ciudadanos si se producen enfrentamientos entre la policía local y los mendigos, como es previsible que alguna vez suceda.

Si se quiere mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, lo cual no solo es loable, sino que debe ser uno de los objetivos principales e irrenunciables de todas las administraciones públicas, habría que combatir el origen de la mendicidad, que no es otro que la extrema pobreza de algunas personas. Suministrándoles lo básico para que al menos vivan, como comida y alojamiento nocturno. Mejores oportunidades en la vida, mejor preparación. Reintegración en condiciones dignas al funcionamiento normal de una comunidad en mutuo provecho.

Y si es cierto que existen esas mafias que usan la mendicidad, contra ellas se lucha persiguiendo a sus responsables y poniéndolos a disposición judicial, por que esa actividad tiene todos los visos de ser delictiva. Y por parte del Ayuntamiento, prohibiendo la actividad de dichas mafias y combatiéndolas en la medida que puedan, no persiguiendo a sus víctimas. Pero no quitando lo que queda feo o desagradable de la vía pública, por que son personas, no un estorbo.

Tony González