El colectivo Turcón denuncia un “arboricidio sin escrúpulos” en unas obras junto al hospital Doctor Negrín

El colectivo ecologista Turcón ha denunciado la eliminación de más de 10 ejemplares vegetales, entre arbustos y árboles, en una parcela aledaña al Hospital Dr. Negrín de Gran Canaria donde se están realizando unas obras, una tala que considera “un arboricidio sin escrúpulos”, por lo que reclama “sensibilidad” en este tipo de actuaciones que, a decir de los vecinos y vecinas, “crean alerta social”.

Los ecologistas se han dirigido a la Gerencia del Hospital denunciando la actuación y al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, al considerar que la tala no tiene los títulos habilitantes municipales para esta eliminación de tantas especies vegetales, lo que, en opinión de este colectivo, contraviene el principio de preservar las masas verdes, forestales o incluso las especies aisladas para aminorar y suavizar las olas de calor y los efectos del cambio climático.

“Necesitamos vegetación, máxime al lado de un hospital, con la necesidad que tenemos de espacios verdes y todos los beneficios que reportan para la salud y el bienestar de las personas, no solo usuarios del hospital, sino, además, al resto de población residente en las cercanías”, exclama el colectivo.

La importancia de los árboles

Turcón ha querido recordar las palabras de Antonio Cardona Sosa en su libro El Día del Árbol en Gran Canaria, 1969-2015: “Plantar un árbol no es simplemente una operación manual, más o menos técnica y delicada, porque cuando se planta un árbol también se incluye en esa sencilla acción lo intangible, pero no menos valioso, que es la intención, la sensibilidad y mentalización”.

Los árboles y espacios verdes, añade el colectivo, mejoran el medio ambiente, “ennobleciendo y dando vida” a las ciudades. Y recuerda que los elementos vegetales, los árboles, modelan las temperaturas, mejoran la calidad del aire, protegen del viento y las lluvias, evitan la erosión del suelo, restablecen la armonía natural y ayudan a reducir el efecto invernadero.

Con los árboles se crean refugios climáticos que protegen de los rayos solares y del calor ambiental, haciendo los espacios donde se encuentran amigables y cordiales, explica. Se han constituido como “sumideros de carbono”, lo que contribuye a mitigar los efectos del cambio climático. En términos generales, concluye Turcón, “los árboles nos hacen la vida más agradable, armoniosa y favorecedora del intercambio y encuentro social entre las personas, mitigan el cambio climático en coordinación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.