Último intento para rescatar del abandono un ingenio azucarero del siglo XVI en Gran Canaria

Ingenio Azucarero de Los Picachos, situado en pleno casco urbano de Telde, que data del siglo XVI.

Alba Morales

4 de diciembre de 2020 20:16 h

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El Ingenio Azucarero de Los Picachos, situado en pleno casco urbano de Telde, en la isla de Gran Canaria, está en vías de desaparecer. Datado en el siglo XVI, transformaba la caña de azúcar en azúcar y fue uno de los motores de la actividad económica en la isla. Cinco siglos más tarde, su imagen es bien distinta. Casi en ruinas y con solo una pilastra al haber caído la anterior el 14 de febrero de 1994, se encuentra en peligro. El Colectivo Turcón Ecologistas en Acción ha iniciado un camino para que tanto el Cabildo de Gran Canaria como el Ayuntamiento de Telde se pongan manos a la obra. 

“Un bofetón a la historia”. Así define Honorio Galindo, presidente de la asociación, la desidia de las administraciones locales con este yacimiento. “Todo ese patrimonio está abandonado. El problema del ingenio permanece en la invisibilidad y vamos a exigir responsabilidades”.

No es la primera vez que el colectivo demanda una actuación institucional. Cada año, en fechas cercanas al 14 de febrero, representantes de la entidad van a la parcela privada donde se encuentra el ingenio y demandan movilización por parte del Ayuntamiento. Esta tradición comenzó en 1995, un año después de la caída de la anterior pilastra, cuando ya se reunían en el solar. ¿Qué ha cambiado desde entonces?: la promulgación en 2019 de la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias, que establece la calificación de Bien de Interés Cultural, uno de los objetivos que persigue el colectivo ecologista.

La Carta Etnográfica de la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (FEDAC) recoge que el Ingenio de Los Picachos “perteneció a Cristóbal García del Castillo”, y lo califican como “el único exponente de los ingenios que se crearon con posterioridad a la conquista de la isla”. Su mal estado, su alta fragilidad y su elevado valor científico son razones suficientes para su protección, cuya reivindicación actual comenzó con el click de una cámara.

Escombros del anterior pilar, basura o restos de maquinaria son algunos ejemplos del mal estado en el que se encuentra el yacimiento, lo que, unido a las fotografías de un vecino alertando sobre la inclinación de la única pilastra que queda y la posibilidad de su caída, motivaron al colectivo a pedir una solicitud de actuación de emergencia tanto al Consistorio como al Cabildo. A raíz de esta demanda, el 17 de septiembre, indica Honorio Galindo, un inspector de Patrimonio se trasladó hasta el solar para recabar información y redactar un informe. El resultado confirma la postura de Turcón. El dictamen no solo “reconocía el peligro inminente que hay de caída de la pilastra, así como el abandono”, sino también “la importancia que tiene y el peligro de desaparecer”. Ahora queda en manos del Ayuntamiento no solo contactar con los propietarios del solar y proceder a su protección, sino también encargarse de la planta principal del ingenio, “donde hasta hace poco la empresa guardaba maquinaria pesada, camiones...”

Una vez que se actúe sobre el terreno, supone el presidente, “se va a vallar, se va a excavar y se van a hacer todos los estudios pertinentes”. Únicamente si el Consistorio no interviene en su protección “tendremos que ponerlo en manos de la Administración de Justicia”. 

El Ayuntamiento tiene por delante una labor fundamental, la preservación histórica. Perder este vestigio supondría, según Galindo, que “esta sociedad actual no pueda ir con la cabeza alta ante nuestros hijos o ante nuestros nietos y decirles: el deber de preservar lo que es nuestro no lo hemos hecho; hemos sido una desidia y se ha perdido una información básica, vital de la historia de Telde”.

“Las negociaciones no fructificaron”

“Ni la isla de Gran Canaria ni Telde se pueden permitir el lujo de perder este referente, no solo de las pilastras que sobresalen, sino de aquello que esté en el subsuelo”. Estas palabras de Lidia Mejías, concejala de Urbanismo y Patrimonio, son una declaración de intenciones del Ayuntamiento de Telde y de las gestiones que realiza para evitar la desaparición de un yacimiento que “requiere de una atención máxima”, al ser “el único que sigue en pie en el municipio”.

Recogido tanto en la Carta Etnográfica del Cabildo como en el Plan General de Ordenación Urbanística de Telde como Suelo Cultural, el ingenio azucarero de Los Picachos fue el objeto de la solicitud de actuación de emergencia promovida por Turcón que motivó una inspección por parte del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria. Esta solicitud, recibida en el Ayuntamiento en el mes de noviembre según Mejías, supuso el inicio de los trabajos tras regularse el traspaso de competencias de los cabildos a los ayuntamientos a través de la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias de 2019. 

El informe fruto de la inspección del Cabildo, por su parte, ha llevado al Consistorio a dar respuesta en forma de solicitud. Según asegura la concejala, se ha requerido a los propietarios de la parcela donde se localiza el yacimiento para “que realicen las acciones de mantenimiento”. Estas actuaciones, añade, deben basarse en “un estudio pormenorizado” de los arqueólogos del Cabildo. “Se le ha solicitado la ayuda técnica para un plan de trabajo que determine de qué manera realizar las actuaciones”.

En medio de este ir y venir de acciones, los propietarios ya cuentan con un representante que trabajará conjuntamente con el Ayuntamiento y el Cabildo. Una mejora respecto a otros años. “Me alegra decir que, aunque en épocas anteriores el principal escollo haya sido que este ingenio azucarero está en una propiedad privada y eran los propietarios los que en última instancia decidían sobre el mismo, en la actualidad una representante se ha puesto en contacto con la concejalía posteriormente al requerimiento para buscar las soluciones”.

El ingenio, que sufrió la caída de la anterior pilastra en 1994 supuestamente por las vibraciones de un garaje mecánico de camiones, se encuentra a las puertas de convertirse en Bien de Interés Cultural. Al menos esa es la intención del colectivo ecologista, que volvió a requerir al Cabildo dicha calificación “con dos informes de El Museo Canario y de la Facultad de Geografía”. Lidia Mejías expone el apoyo de la concejalía y el trabajo conjunto con el colectivo. Es más, Turcón “nos ha puesto en contacto con arqueólogos especialistas que podrían desarrollar de manera inmediata las acciones más urgentes a la espera de lo que refleje el Cabildo en su informe”.

Este proyecto es una oportunidad más tras casi dos décadas de sucesivos intentos. Entre 2000 y 2002 se negoció con los propietarios para “compensarles con suelo en otro lugar de Telde, pero las negociaciones no fructificaron”. En un pleno de 2018 se apoyó por unanimidad a Turcón “en la solicitud de declaración del BIC. Pero no es hasta 2019 cuando cambia la competencia que supone la delegación del Cabildo a los ayuntamientos en materias de patrimonio histórico”. La protección del ingenio se encuentra ahora en manos del Ayuntamiento, que aparte de acondicionar el entorno, también se plantea instalar paneles informativos o construir un centro de visitantes. De hecho, confirma la concejala, el Consistorio “posee el solar anexo a Los Picachos” para el desarrollo de estas ideas.

“Podría haber infracción”

“Uno de los elementos del ingenio se vino abajo por el mal estado de conservación. Ahora lo que habría que evitar es que vuelva a repetirse ese percance. Sería muy desafortunado”. Así rememoran desde el Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo la caída en 1994 de la anterior pilastra. “Turcón Ecologistas en Acción es quien presenta un escrito denunciando el estado de conservación del bien y solicitando una actuación de emergencia. Nosotros fuimos a ver el yacimiento arqueológico, el ingenio azucarero”. Desde el 27 de julio, fecha en la que el colectivo demandaba la actuación, hasta el 17 de septiembre, cuando fue el inspector de Patrimonio Histórico, pasaron casi dos meses. 

La pelota se encuentra ahora sobre el tejado del Ayuntamiento de Telde, que también ha recibido el informe. “Ahora mismo es el competente para cualquier cuestión relacionada con la conservación y protección”, señalan desde Patrimonio. Lo primero que debería hacer es “un análisis y una evaluación del estado de conservación” para enfocar la intervención sobre el ingenio de Los Picachos.

La anterior tentativa para declarar BIC el ingenio de Los Picachos se topó con lo dispuesto en la sentencia 157/2019 del Tribunal Constitucional sobre la caducidad de los procedimientos. “Todos los expedientes que llevaran más de 12 meses incoados tenían que caducar de manera inmediata”. En el caso de Los Picachos, el yacimiento “no llevaba mucho más de un año incoado y ya se había resuelto casi todo lo que correspondía al Cabildo. Faltaba la remisión a la Dirección General de Patrimonio Histórico, pero esa sentencia lo hizo caducar”.

¿Esta inacción podría catalogarse como delito por abandono? No existe una respuesta exacta para esta incógnita, aunque desde el Servicio de Patrimonio confirman que “sí podría haber infracción en el caso de que a los propietarios se les requiera el deber de conservación y no lo hagan. Es la fase en la que se está ahora”.

“Esperemos que no se pierda”. Así se muestran desde el Cabildo respecto a un yacimiento cuyo mal estado es evidente. “Como Administración competente debemos evitar eso. Para eso estamos. Por eso consideramos que hay que incoarlo”. 

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