BBVA ve “malo” que el FROB permanezca en entidades nacionalizadas cinco años

BILBAO, 14 (EUROPA PRESS)

El consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, ha asegurado que “sería malo” que los recursos públicos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario (FROB) permaneciese en el capital de las entidades financieras durante cinco años en casos de nacionalización.

Cano ha afirmado que, “al final, se va a producir una intervención o una participación pública en algunas entidades financieras” y se ha expresado en contra de que el Estado permanezca en el accionariado de las cajas hasta volver a privatizar esas entidades financieras.

A su parecer, esto significaría que el Estado “sigue teniendo una cuestión sin arreglar durante mucho tiempo abierta encima de la mesa” y “cuanto antes se cierren estas incertidumbres mejor”.

Para Cano es “muy complicado” que el mercado preste dinero o invierta en las cajas “mientras la incertidumbre esté abierta”, por lo que ha advertido de la necesidad de “acelerar” las reformas adoptadas por el Gobierno central.

Dicha aceleración permitiría “matar la incertidumbre del mercado”, porque “tan importante es el concepto que está detrás de la reforma, como que se ejecute en tiempo y forma lo antes posible”.

En su intervención en el Forum Europa Tribuna Euskadi, Cano se ha referido a la reforma del sistema financiero, que prevé un capital mínimo del 8% para las entidades que cotizan en bolsa y un 10% para las que no.

“Si no hubiera una situación de incertidumbre en el sistema financiero, ahora mismo”, la postura en España “sería como en el resto de países, esperar que vayan saliendo las diferentes normativas que tienen que ver con requerimientos de capital”, dijo Cano.

Sin embargo, en el caso de España el consejero delegado de BBVA cree que es “insuficiente, porque tenemos que ser capaces de matar esta incertidumbre que se ha quedado asentada en general en los mercados”.

A su juicio, “va a ser muy complicado que el mercado te preste ese dinero o que invierta en tu entidad, mientras tengas esa incertidumbre abierta y, al final, se va a producir una intervención o una participación pública en algunas entidades financieras”.

En ese sentido, se ha referido “a uno de los datos que aparecen en estos cambio o requerimientos, que es un plazo de cinco años para volver a privatizar esas entidades financieras, que sería malo tanto tiempo porque, al final, sigues teniendo una cuestión sin arreglar mucho tiempo abierto encima de la mesa y cuanto antes se cierren estas incertidumbres mejor”.

Cano se ha referido a las reformas puestas en marcha por el Gobierno central, como la de pensiones, cajas o laboral, y ha precisado, en cuanto a la “velocidad la hora de implementar esas reformas que están pendientes”, que “se habla y escribe mucho” pero, la hora de implementarlas “se deja el tiempo en el camino”. En su opinión, “en intención vamos bien” pero la hora de aplicar las reformas “vamos lentos”, como es el caso de trasladar la implantación de la reforma de las cajas a “septiembre” .

“El mercado quiere quitarse la incertidumbre de encima y es tan importante el concepto que está detrás de la reforma como que se ejecute en tiempo y forma lo antes posible”, ha insistido, para remarcar que “acelerar las reformas pendientes, hacerlas en fondo y en tiempo lo antes posible es matar la incertidumbre”.

Tras subrayar que “la solvencia y sostenibilidad del sistema en su conjunto está fuera de toda duda”, ha precisado que “las necesidades de recapitalización del sistema, de las que tanto se está hablando, aplican a un número acotado y reducido de entidades y, según las diferentes estimaciones que manejamos, son perfectamente asumibles en comparación con las de otros países como, por ejemplo, Irlanda”.

No obstante, en su opinión, “para garantizar la solvencia y sostenibilidad del sistema financiero español en el largo plazo hay que adoptar una serie de reformas” y, una de ellas, “debe ir encaminada a resolver sus problemas de sobredimensionamiento en comparación con otros países europeos”.

SIN INSTRUCCIONES DEL BANCO DE ESPAÑA.

Por otro lado, Cano, que ha insistido en que “lo que se va a producir es una bancarización voluntaria u obligada” de las cajas, ha asegurado que el BBVA no ha recibido, ni cree que vaya a recibir, “ninguna instrucción del Banco de España ni del Gobierno de compra de ninguna entidad”.

En ese sentido, ha asegurado que en el BBVA estarían “encantados de tener más clientes de los que tenemos” y, por ello, a los responsables de negocio de España y de cualquier país se les indica que “más ganar cuota de mercado de negocio se gane cuota de mercado con cliente”.

Cano ha explicado que analizarán “cualquier oportunidad que venga y que esté disponible desde el punto de vista de generación de valor del accionista que, al fin y al cabo, es el que nos exige generar valor”.

“Participamos, como hemos participado en otras geografías para comprar entidades, pero tiene que ser desde el punto de vista del valor y no desde el punto de vista de una buena obra, porque nuestros accionistas son los que mandan”, ha reiterado.

El consejero delegado de BBVA ha advertido que “el que se deje llevar por la corriente de sobrevivir un año más va a acabar en rentabilidades por debajo del 10 por ciento y aquí hay que diferenciarse a toda costa”.

Por eso, ha añadido, son “tan importantes todas las tareas que se hagan desde el punto de vista de productividad y eficiencia en sus canales de distribución”, así como “invertir en tecnología”. Así, ha destacado que BBVA tiene previsto invertir en 2011 un total de 2.100 millones de euros en tecnología.

En su opinión, “el cliente, en cómo obtengamos los canales tecnificados y cómo crezcamos desde el punto de vista de diversificación va a ser el reto más evidente que tengamos todos”. A eso ha añadido que “aquellos que no hagan solo por sobrevivir sino por construir el futuro van a ser capaces de diferenciarse de sus competidores”.

EMPLEO Y DÉFICIT FISCAL.

En cuanto al empleo, ha señalado que “iremos viendo como se va atacando y reduciendo el déficit fiscal con las medidas adoptadas” y ha advertido que este objetivo “lo tiene que cumplir la Administración central y todas las autonomías”, pero ha considerado que “lo fundamental que queda de fondo es el crecimiento potencial del país y cómo somos capaces de reducir este 20 por ciento de cuota de desempleo”.

Tras recordar que hay “un 40% de desempleo en los colectivos jóvenes” y considerar que “hay que recuperarlo lo antes posible”, se ha mostrado convencido de que “la gente, lo que quiere es tener trabajo y no si el contrato es de una forma o de otra”.

“Los empresarios quieren tener la seguridad de que pueden volver a contratar a gente con condiciones más estables desde el punto de vista de no atarse las manos o de no generarse restricciones a futuro”, ha subrayado.

Caño ha reconocido que “los temas de empleo que tienen que ver con el convenio colectivo, los contratos únicos, con la ligación con la inflación, con la vinculación o no en función de la empresa con el sector donde se produce el convenio colectivo y una mayor flexibilidad en el mercado laboral”, puede llevar a algunos a acabar traduciéndolo en abaratar el despido“, pero ”los cuatro millones y pico de parados lo que quieren es que ojalá que abaraten el despido porque eso quiere decir que vuelvo a tener trabajo“. ”Cómo se puede atacar esto de forma rápida es lo fundamental“, ha reiterado.