La puesta en marcha de un modelo energético con máxima participación de las energías renovables al mínimo coste de generación permitirá a Canarias desarrollar un sistema sostenible, lo que implica una mayor competitividad y más empleo.
Así se desprende del Estudio de viabilidad técnico y económico para garantizar un nivel de autosuficiencia energética óptimo en Gran Canaria, con máxima penetración de energías renovables, elaborado por un equipo investigador encabezado el catedrático de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Roque Calero.
En este sentido, la hasta este jueves consejera de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Margarita Ramos, ha explicado que “es imprescindible para la Comunidad Autónoma contar con un sistema energético que dé máxima participación a las renovables, ya que el actual modelo es insostenible para las islas”.
“El Gobierno de Canarias -dijo-, en materia energética, trabaja en el desarrollo de un modelo inteligente, basado en el conocimiento y la innovación, y sostenible, que haga un uso más eficaz de los recursos, más verde y competitivo”.
Según informa el Ejecutivo regional, los trabajos de investigación han sido realizados en los departamentos de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la ULPGC y en la empresa Spin off 3ids, por encargo de la Consejería de Empleo, Industria y Comercio, y han consistido en la aplicación de diez alternativas de generación que contemplan ciclos combinados y grupos diesel (quemando gas natural, diesel y fuel oil), parques eólicos, parques solares fotovoltaicos y centrales hidráulicas reversibles.
Sistema óptimo para Gran Canaria
El informe señala que el sistema óptimo para Gran Canaria, que produce la máxima penetración de las energías renovables al mínimo coste de generación se corresponde con la alternativa 10, y está formado por un parque de 851,2 MW de origen térmico (conformado por 38 grupos diesel de 22,4 MW cada uno, quemando fuel oil BIA), un parque eólico de 850 MW (369 aerogeneradores de 2,3 MW cada uno), un parque solar fotovoltaico de 100 MW, distribuido en los puntos de mayor potencial de la isla, y una central hidráulica reversible (Soria-Chira), formada por tres bombas de 50 MW cada una y tres turbinas Pelton de 50 MW cada una.
“Con este sistema óptimo la penetración de las energías renovables es del 65% y el consumo de combustible se eleva a 260.078 t/año (frente a las 828.753 t/año en la actualidad), con una producción de CO2 de 589.074 t/año (frente a las 2.616.909 t/año actuales)”, señala el documento.
Se crearían 1.042 empleos
Respecto a la creación de empleo, el estudio indica que los empleos directos e indirectos a largo plazo (fijos) suman 1.042 y que, si se contabilizan los ahorros de combustible de la opción 10 frente a otras en el año 10 de su implantación, que es de 833 millones de euros, y suponiendo que un 50% de este ahorro quedase como renta disponible en Canarias, ello equivaldría a más de 13.800 empleos indirectos (para una renta de 30.000 euros al año).
Finalmente, el estudio concluye que la puesta en práctica del sistema energético resultante será un soporte esencial de la agricultura, el confort residencial, la industria, el turismo, la protección del medioambiente, la seguridad frente a las amenazas externas, etc., para Gran Canaria, y por tanto, para el resto del archipiélago.
“El resultado de aplicar este modelo energético integrado a todas las Islas no solo conseguirá un Archipiélago más sostenibles, sino también un referente, un modelo a copiar (y exportar) por todo el mundo”, finaliza el estudio.