LONDRES, 2 (EUROPA PRESS)
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos fue la encargada de elaborar la lista de peticiones sobre información concerniente al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y a otros altos cargos y diplomáticos del organismo, como los de China e Irán. Así se desprende de cables diplomáticos revelados ahora por la organización Wikileaks, los cuales apuntan a una posible violación de la legislación internacional.
El portavoz del Departamento de Estado, P.J. Crowley, ha intentado rebajar la preocupación entorno a estas revelaciones al sugerir que los cables diplomáticos tienen su origen en otra agencia, pese a contar con la firma de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y de su predecesora Condoleezza Rice. Crowley no quiso precisar de qué agencia se trata.
El diario británico 'The Guardian' precisa que una vez al año el máximo responsable de la unidad de la CIA Humanint elabora la lista con los objetivos de los seguimientos. Este departamento fue creado en 2005 para mejorar la coordinación de inteligencia a raíz de los atentados del 11-S. El jefe de Humanint envía sus prioridades al Departamento de Estado, que redacta un formulario en base a ello. No obstante, todas las agencias de inteligencia contribuyen en a confección de la lista de objetivos.
Mientras, Washington insiste en que no emplea a sus diplomáticos como espías, una función que podría poner sus vidas en peligro. Un alto cargo de la inteligencia estadounidense estima que “nadie debe sorprenderse de que funcionarios de Estados Unidos busquen información sobre qué piensan otros países de temas de preocupación común”.
La información requerida incluía números de tarjetas de créditos, números de cuenta de clientes de aerolíneas y distintos datos de contacto.
Los cables divulgados este jueves revelan que la Embajada estadounidense en Asunción (Paraguay) recibió la orden de recopilar la fecha, la duración y el número de las llamadas telefónicas realizadas y recibidas de diplomáticos chinos, iraníes, cubanos, venezolanos y bolivianos. El Gobierno norteamericano está preocupado por la posible presencia de terroristas islamistas en Paraguay y por la creciente influencia de China en ese país latinoamericano.
Washington también quería información “biométrica” sobre “líderes y asesores actuales y emergentes” en Rumanía, Hungría y Eslovenia. También solicitó datos sobre el estado de salud y presuntos casos de corrupción de dignatarios de dichos países.
Mediante otros cables se ha sabido que Clinton buscó además los mismos datos sobre representantes del Consejo de Seguridad permanente de Naciones Unidas, así como de otros países como Corea del Norte.
Estos documentos desclasificados son algunos de los más de 250.000 cables hechos públicos por Wikileaks el pasado domingo a través de cinco medios impresos: 'The New York Times', 'The Guardian', 'Der Spiegel', 'Le Monde' y 'El País'. Antes se habían publicado 400.000 informes sobre la guerra de Irak y 70.000 sobre la misión en Afganistán.