ESTOCOLMO, 19 (EUROPA PRESS)
La coalición Alianza del primer ministro Fredrik Reinfeldt ostenta una importante ventaja de casi diez puntos sobre la oposición liderada por Mona Sahlin, Rojo-Verde, de cara a las elecciones generales que tendrán lugar este en Suecia y en las que el partido Moderado de Reinfeldt podría convertirse en el más grande del país, arrebatando a los socialdemócratas esta consideración, que han mantenido durante más de 80 años.
El centro-derecha que representa Reinfeldt ha vivido a la sombra de los socialdemócratas desde la década de 1930. El partido que ahora lidera Sahlin se ha mantenido en el poder durante 65 de los últimos 78 años, amparado en la considerable habilidad de sus dirigentes para guiar el rumbo económico del país.
En este sentido, la capacidad del centro-derecha para gestionar la crisis económica ha sido un factor esencial en su ventaja: el sondeo publicado el pasado jueves por TV4/Novus concede a Alianza un 51,2 por ciento de los votos frente a un 42,3 por ciento que obtendría Rojo-Verde. Habida cuenta de los problemas experimentados en el ámbito económico por los predecesores de Reinfeldt --Thorbjorn Falldin a finales de los 70 y principios de los 80, Carl Bildt a principios de los 90--, nadie esperaba que el partido Moderado se adaptara tan bien a la crisis financiera.
MANEJO DE CRISIS
Lo ha conseguido gracias a un programa centrista, que aceptaron fácilmente sus socios de coalición y los votantes. También le favorece que las legislaturas duren ahora cuatro años, en lugar de tres. Con el antiguo sistema, de haberse celebrado elecciones el año pasado, en el peor momento de la recesión, expertos de 'The Economist' apuntan que podría haber perdido. También se destaca, desde el diario británico, la unidad exhibida por Alianza frente a sus oponentes. Por último, “el sistema presupuestario es mucho más sólido, y confiere al Gobierno un mayor control sobre la política fiscal”.
Para uno de los principales periodistas políticos de Suecia, Henrik Brors, “la hegemonía de los socialdemócratas apunta a su fin”, según escribe en el diario 'Dagens Nyheter'. “Suecia se convertirá en un país europeo normal, donde otros partidos, y no sólo uno, podrán decidir sobre los asuntos”. El escenario político presenta un aire de cambio para los socialdemócratas, con la presentación de oportunidades de coalición con el partido Medioambiental y el partido de la Izquierda.
Un cambio más: es muy posible que, por primera vez, llegue al Parlamento un partido con raíces neonazis. Son los Demócratas de Suecia (DS), que según el sondeo superan por tres décimas el 4 por ciento mínimo de votos necesario para acceder al Parlamento.
POLÉMICA CAMPAÑA
Si lo consiguen, será gracias a un polémico anuncio televisivo censurado por la cadena TV4, que consideró que la campaña suponía un ataque deliberado contra los musulmanes. En su versión original se veía a un grupo de mujeres ataviadas con un burka sobrepasar con sus carritos de bebé a un anciano en muletas para arrebatarle su pensión.
Los DS tacharon la decisión de la cadena como un atentado contra la libertad de expresión. La dirigente de extrema derecha del Partido Popular danés, Pia Kjärsgaard, aprovechó el caso para pedir al Consejo de Europa el envío de una delegación para supervisar los comicios en Suecia, país que no dudó en calificar de “república bananera del norte de Europa”. Finalmente, la cadena decidió emitir el anuncio alterado por los propios Demócratas de Suecia. El nuevo anuncio presenta un recuadro con la palabra “censurado” que cubre casi toda la pantalla.
Las dos principales coaliciones en liza han asegurado que no dialogarán con los Demócratas de Suecia. Bildt, ahora ministro de Exteriores, preferiría tener un “gobierno en minoría” antes que contemplar esa opción. Otra opción para Alianza sería ganarse la confianza de los Verdes (8,2 por ciento de intención de voto, según el mismo sondeo), según 'The Economist'.
Sahlin puede terminar convirtiéndose en la política peor parada de estos comicios. Los Social Demócratas sólo obtendrían, por sí mismos, un 28,1 por ciento de los votos, uno de los peores resultados de su historia. Su predecesor, Goran Persson, ha advertido de que cualquier resultado por debajo del 30 por ciento sería un desastre. Hay una probabilidad elevada de que Sahlin abandone la dirigencia del partido, a pesar de que no existe un sucesor claro.