El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, llamó este jueves a la movilización de la comunidad internacional en la lucha contra la pobreza y a favor de la cohesión social, el eje de la cumbre iberoamericana de Santiago de Chile.
Zapatero y el Rey llegaron este jueves a la capital chilena, y antes de las sesiones oficiales de la cumbre, el presidente del Gobierno participó junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y la presidenta chilena, Michelle Bachelet, en una mesa redonda sobre la Alianza Mundial para el desarrollo. Fue ahí donde el jefe del Gobierno español hizo un repaso de las iniciativas adoptadas por España para colaborar en la lucha contra la pobreza y donde advirtió de que si la comunidad internacional no cumple los objetivos fijados por Naciones Unidas en ese ámbito, sería merecedora de una “moción de censura colectiva”.
Una moción a la que garantizó que no será acreedora España porque seguirá dando pasos y logrará, en la próxima legislatura, destinar el 0,7% de su Producto Interior Bruto (PIB) a ayuda al desarrollo. Tras llamar a los países a seguir esa misma senda, defendió la cohesión social por entender que “no consume riqueza” sino que la construye, y se mostró convencido de que se va a entrar en un tiempo histórico en el que hay que ser conscientes de que la única guerra que ha de declarar la Humanidad es contra la pobreza.
La defensa de la cohesión social va a ser también una constante en las intervenciones de Zapatero en la cumbre iberoamericana, según fuentes del Gobierno español que destacan la importancia de que un evento como la cita de Santiago de Chile dedique el foco de sus debates a este asunto.
“Avanzar en el mayor bienestar”
Una cumbre a la que el ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, auguró este jueves un gran éxito después de considerar que estas reuniones de los jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica han alcanzado su “velocidad de crucero” al centrarse en los problemas de los ciudadanos.
Moratinos no tiene sólo en su agenda las reuniones propias de la cumbre, sino que, según avanzó, prevé reunirse con sus homólogos de Argentina y Uruguay para intercambiar puntos de vista sobre la situación que atraviesa el conflicto entre Argentina y Uruguay por la ubicación de una papelera. Un problema ya tratado en la cumbre iberoamericana del año pasado, celebrada en Montevideo, y en la que los dos países enfrentados aceptaron al Rey Juan Carlos como “facilitador” de sus negociaciones para llegar a una solución.
El Rey acude por decimoséptima ocasión a una cumbre iberoamericana y es el único que ha estado presente en todas ellas desde que comenzaron en Guadalajara (México) en 1991. Nada más llegar a Santiago de Chile expresó su deseo de éxito a la cumbre y destacó que persigue “avanzar en el mayor bienestar” de los pueblos iberoamericanos.
A su juicio, la cohesión social es “un desafío y una ambición” para Iberoamérica en su conjunto y para cada uno de los países que la integran. El rey Juan Carlos y Zapatero, antes de participar en la sesión inaugural de la cumbre, visitaron la exposición España, encrucijada de Civilizaciones, en el centro cultural del Palacio de la Moneda.
El viernes se reunirán con los líderes de los países centroamericanos y el Rey recibirá a la presidenta electa de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y al jefe de Estado de Ecuador, Rafael Correa. Entre las entrevistas que mantendrá Zapatero figura una con Correa y otras dos con los presidentes de Perú, Alan García, y Costa Rica, Oscar Arias,
En un acto previo a la cumbre, el presidente de la patronal española, Gerardo Díaz Ferrán, abogó por emprender un proceso de “cambios necesarios” en la comunidad iberoamericana, fundamentado en el diálogo social, para garantizar seguridad jurídica a las empresas. Díaz Ferrán participó en el III Encuentro Empresarial Iberoamericano y puso como ejemplo las negociaciones en España entre empresarios y sindicatos, un diálogo “responsable, coherente y constructivo” que consideró “clave” para el desarrollo económico del país.
Encuentro Venezuela-Colombia
Por otro lado, el presidente venezolano, Hugo Chávez, confirmó este jueves que viajará en las próximas horas a Santiago de Chile para participar en la XVII Cumbre Iberoamericana. Chávez aseguró que viajará “durante la noche para amanecer en Santiago de Chile” el viernes, y que espera reunirse allí con su colega colombiano, Álvaro Uribe.
El Poder Electoral venezolano anunció este jueves que están convocados a las urnas 16.109.694 ciudadanos para el referendo sobre la reforma constitucional del próximo 2 de diciembre, promovido por Hugo Chávez. Se establecerán 11.132 centros de votación, de los que 10.547 serán automáticos y 585 manuales, informó Sandra Oblitas, presidenta de la Comisión de Registro Civil y Electoral del Consejo Nacional Electoral (CNE).
El número total de urnas dispuestas será de 33.614, de las cuales 32.939 son automáticas y 675 manuales. La reforma constitucional afecta a 69 de los 350 artículos de la Carta Magna de 1999.
Entre los artículos más polémicos se establecen la posibilidad de la reelección presidencial indefinida, un nuevo ordenamiento territorial, una reducción de la jornada laboral a seis horas y nuevas formas de propiedad, como la comunal, además de la privada. En la última semana varias protestas estudiantiles en contra de la reforma en Caracas y al menos otras dos ciudades han culminado en incidentes con la policía y se han registrado heridos.
Chávez defiende la reforma constitucional con el argumento de que dará “más poder al pueblo” y reforzará un proyecto que considera “revolucionario” para instaurar el sistema socialista. Por su parte, los partidos de oposición, la cúpulas empresarial y de comerciantes y el Episcopado critican la reforma al señalar que “acaba con la democracia” y otorga poderes “imperiales” a Chávez.