El alquiler vacacional ha ido colonizando poco a poco los rincones de Lanzarote. En los últimos meses, algunas ofertas han despertado la indignación de los residentes. La primera de ellas sigue vigente y vende como “hostal urbano camping” dormir en casetas de campaña instaladas en una terraza de Arrecife. El precio por noche es de 12 euros. “Es una tienda de campaña en un tejado, ¿qué puedes esperar? Lanzarote es una isla ventosa, así que prepárate para dormir con el viento que llama a la tienda de campaña”, cuenta un usuario en la plataforma Airbnb.
El alojamiento permite el acceso a las zonas comunes de la casa y admite estancias de hasta 28 días. Otro de los anuncios viralizados a través de las redes sociales ofertaba dormir en un coche por 40 euros la noche con fianza. El vehículo es un Renault 4 y contaba en la parte trasera con un colchón y una almohada. Estos son solo algunos de los casos que, más allá de la anécdota, han vuelto a poner sobre la mesa en esta isla de 150.000 habitantes el debate sobre la regularización del alquiler vacacional.
El informe sobre la capacidad de carga turística de Lanzarote, que concluyó que estaba turísticamente saturada, advierte que la expansión de la oferta de alojamientos turísticos ha supuesto una “revolución” en el mercado y en la estructura del alojamiento vacacional, causando un impacto directo en la población residente. En la isla se contabilizaron al menos 6.826 viviendas vacacionales en 2022, con un crecimiento del 6,5%. Esta cifra supone el 30% de la oferta alojativa insular.
“En principio, las viviendas vacacionales permitirían una redistribución de los ingresos alojativos turísticos entre otros segmentos de la sociedad local. Teóricamente, porque cuando ocurre que los mismos operadores del parque alojativo convierten sus instalaciones en vacacionales, esta premisa deja de cumplirse, al igual que cuando la oferta se concentra en unas pocas manos foráneas”, señala el estudio de Gaia Consultores Insulares SLU.
En esta línea, la Asociación Canaria del Alquiler Vacacional (Ascav) ha reclamado en varias ocasiones que el control sobre las plataformas de pisos turísticos se extienda a todo el sector alojativo. Ascav recuerda que lleva años reclamando una regulación diferente entre la vivienda vacacional tradicional “en manos de familias canarias” y la nueva tendencia de crear “pseudo-hoteles”. “Existen políticos que defienden que es necesario dejar la vivienda vacacional únicamente en manos de empresarios”, señaló la asociación en un comunicado.
Menos alquileres de larga estancia y más caros
La posibilidad de obtener mayor rendimiento económico ha llevado a reconvertir decenas de viviendas residenciales en turísticas. “El efecto inmediato es la reducción de la oferta de viviendas para el alquiler residencial de larga temporada y un fuerte aumento de los precios”, sostiene el informe. Según el estudio, si el crecimiento se mantiene al ritmo actual, podría dibujarse un escenario futuro en el que más del 50% de la oferta alojativa se correspondiera con viviendas vacacionales. Controlar la calidad y la sostenibilidad de esta oferta sería “prácticamente misión imposible” con estas cifras.
En Canarias, el alquiler vacacional se concentra en los municipios donde es más caro vivir, según los datos del Índice de Alquiler de Vivienda del Ministerio de Transportes. En el caso de Lanzarote, el municipio donde esta relación es más clara es Yaiza. En este enclave del sur de la isla se sitúa Playa Blanca, uno de los grandes núcleos turísticos de la isla. Los pisos vacacionales registrados en Yaiza suponen un 12,82% del total y quienes buscan alquileres de larga estancia deben gastar al menos 550 euros al mes.
Le sigue Teguise, que también alberga uno de los puntos turísticos más reconocidos de Lanzarote: Costa Teguise. En este municipio hay registradas 1.044 viviendas vacacionales, un 9,40% del total de oferta alojativa. Los residentes en Teguise pagan también una media de 550 euros por una casa de alquiler.
En Tías se ofertan 1.211 alquileres vacacionales (7,8%). En este municipio, las familias por una vivienda pagan una media de 515 euros al mes. Solo 15 euros menos se pagan de media en Tinajo por un arrendamiento unifamiliar, donde hay 152 viviendas turísticas (6,29%).
En el caso de la capital, las familias pagan una media de 467 euros al mes por alquiler. En la ciudad hay al menos 466 viviendas vacacionales (2,01%). En San Bartolomé, donde se han contabilizado 151 viviendas vacacionales, un 1,82% con respecto al total, el alquiler cae a 482 euros. Haría, por su parte, es según esta estadística el municipio con los alquileres más bajos (457 euros) a pesar de que la penetración de las viviendas vacacionales en este punto del norte de la isla es cada vez mayor, suponiendo un 9,40% del total.
En Lanzarote, la mayoría de la población vive en zonas tensionadas. La nueva Ley de Vivienda considera zonas tensionadas aquellas en las que el alquiler más los suministros superen el 30% de la renta. El nuevo consejero de Vivienda del Cabildo de Lanzarote, Miguel Ángel Jiménez, indica que entre los planes de este gobierno insular está adquirir vivienda social, así como también ceder suelo al Gobierno autonómico para poder crear vivienda y “ayudar a los vecinos”.
“Con respecto a la vivienda vacacional, nos encontramos con un problema bastante grave. Se debe regularizar de alguna manera. Tenemos que dar una buena imagen no solo de destino turístico, sino también de isla Reserva de la Biosfera, y no vale todo”, señala Jiménez. Además, el consejero reconoce la influencia de la vivienda vacacional en la escasez de vivienda y en el aumento de los precios de alquiler.