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Aspa aboga por lograr la Identificación Geográfica Protegida para el aguacate de La Palma

El aguacate de La Palma tiene una gran calidad.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

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El presidente de la Asociación Palmera de Agricultores y Ganaderos (Aspa), Miguel Martín, considera que en 2019 “hay que empezar a trabajar para lograr la Identificación Geográfica Protegida (IGP) para el aguacate de La Palma, esta es la gran asignatura pendiente”, ha asegurado a La Palma Ahora

La IGP es un distintivo que certifica que un producto procede de una zona geográfica determinada y que su calidad se corresponde con la obtenida en esa área concreta. 

En algunos establecimientos de La Palma se están comercializando aguacates que no cumplen la normativa en cuanto a su grado de maduración. En este sentido, Miguel Martín apunta que “tengo constancia de que se han hecho algunas pruebas de grasa, pero está claro que con vistas al futuro lo que nosotros estamos demandando es, por un lado, organizarnos de cara a la exportación, porque lógicamente es un producto que desde La Palma hay que exportar mucho dado que el mercado local es muy corto, y por otro, tener claro qué cantidad de materia seca o materia grasa debe tener el aguacate que se va a recoger para exportar y ahí hay un trabajo que hacer por parte de las administraciones y del sector, que es empezar a caminar para lograr una Identificación Geográfica Protegida (IGP) que nos permita identificar ese producto de muy buena calidad y que se demanda en Europa y en todo el mundo por sus cualidades”, subraya. “Organizarnos de cara al futuro es vital”, insiste, y añade: “No obstante, entendemos que las administraciones tienen que actuar para que el producto que se vende en el mercado cumpla la normativa legal que es del 21% de materia grasa”. 

Martín espera que el sector esté cumpliendo con esa normativa porque, recalca, “está claro que no puede recolectar aguacate al mismo tiempo un agricultor de la parte alta de la zona norte que un agricultor de la parte sur de la zona baja puesto que, lógicamente, las condiciones de luz y de calor, y las condiciones climáticas en general, son diferentes”. “Hay que llamar a la responsabilidad por parte del propio sector, que los agricultores recolecten cuando tengan que recolectar y que los receptores reciban el producto con las condiciones óptimas de recogida”, remarca. 

Miguel Martín asegura que “hemos avanzado mucho en otros aspectos del cultivo del aguacate, como en formación, pero quizás no en su organización, y la gran asignatura pendiente para 2019 es empezar a trabajar por la IGP”, concluye. 

Según el Mapa de Cultivos de La Palma, presentado en mayo del pasado año, el aguacate ha aumentado en la Isla en 253,5 hectáreas, alcanzando la cifra de 748 hectáreas, aproximadamente, lo que supone la mayor superficie de este cultivo en Canarias, que se sitúa en 1.400 hectáreas. 

Algunos técnicos consideran que el cultivo del aguacate en La Palma puede considerarse una alternativa al plátano en zonas de medianías en las que las condiciones no son óptimas para las plataneras. 

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