El Jardín de la Sal ficha a Juan Carlos Rodríguez
El cocinero Juan Carlos Rodríguez Curpa, un referente en la gastronomía isleña, se ha puesto al frente de los fogones de El Jardín de la Sal. Con este fichaje, el singular restaurante, acondicionado en el entorno de las salinas de Fuencaliente, “contribuirá a continuar trabajando por una cocina en constante transformación y evolución”, según se expone en un comunicado. Este joven profesional comparte “al igual que los propietarios de las salinas, una gran admiración y fidelidad hacia los productos locales por su gran calidad y riqueza culinaria, por lo que serán estos los protagonistas en nuestro restaurante”.
Rodríguez Curpa ha cursado sus estudios en el IES Virgen de Las Nieves y desarrollado su actividad profesional principalmente en el Parador de Turismo de La Palma. Ha participado, además, en varios encuentros y campeonatos como es el IV Encuentro Regional de Cocineros de Canarias 2012 obteniendo el segundo premio, Concurso de Cocina para Jóvenes Profesionales 'Isla Bonita 2007', V y VI Campeonato Regional Absoluto de Cocineros de Canarias 2008 y 2010, Madrid Fusión 2011 y Fitur 2010, entre otros. “Todo esto hace de él un cocinero con una dilatada experiencia en diferentes frentes que le hacen valedor de un amplio conocimiento del mundo de la gastronomía”, se apunta en la nota de prensa. Es también socio fundador de Acopalma, Asociación de Cocineros de La Palma, única asociación de profesionales del gremio en la Isla compuesta por cocineros de La Palma en la que tratan de divulgar las virtudes de la cocina tradicional canaria, así como de asesorar y orientar a aquellos interesados en cualquiera de sus ámbitos.
El Jardín de la Sal, inaugurado a comienzos de septiembre del pasado año, está ubicado en el Espacio Natural Protegido de las Salinas de Fuencaliente, siendo un punto de referencia natural, turística y etnográfica de la Isla de La Palma, donde recibe anualmente más de 70.000 visitas.
El restaurante se encuentra dentro de un centro temático diseñado para causar el menor impacto posible a la zona con una arquitectura moderna y acorde con el entorno, lo que ha supuesto un ejemplo de armonía y respeto al paisaje y ha causado la admiración de técnicos arquitectos y visitantes, pues, según su gerente, Andrés Hernández “la principales protagonistas son las propias salinas y, como promotores, siempre hemos tratado de que este nuevo espacio no supusiera ningún impacto visual en el entorno”.