Un año de juventud

El pasado domingo se cumplía un año desde que entré a formar parte del Consejo de la Juventud de Canarias. Desde el 2 de octubre del 2015 he tenido que asumir la responsabilidad de ser el único representante de la Isla de La Palma en el órgano, y todo lo que eso conlleva. El año pasado, a pocos meses de fundarse nuestra asociación, supimos que se había abierto el plazo para solicitar la entrada en un órgano de representación juvenil a nivel autonómico, el CJCanarias. Realmente, en ese momento no éramos del todo conscientes de cuál era su función y qué se debía hacer allí. Puede que fuera la ilusión por algo nuevo o puede que fuera la curiosidad, pero decidimos entrar. De esta forma, asistí al Pleno de Constitución del Consejo de la Juventud de Canarias. Constituimos la mesa de edad la compañera Noemí Rodríguez y yo, de la que fui secretario al ser el miembro de menor edad (19 años).

De los 14 miembros representantes de 11 asociaciones, tan solo 8 pasamos a formar parte de la Comisión Gestora, cuyo principal cometido sería la redacción de un Reglamento de Régimen Interno. A partir de entonces, establecimos como prioridad que otras asociaciones tuvieran conocimiento que existía el CJCanarias, y que era nuestra principal herramienta para participar activamente en las políticas de juventud de la Comunidad Autónoma Canaria. A continuación, hicimos un tour por las islas durante los meses de octubre y noviembre; allá donde fuimos, escuchamos también las necesidades específicas que tenía la juventud de cada asociación, de forma que pudimos hacer una radiografía sobre la realidad que vive la juventud canaria en función de su procedencia. Desde principios de año, comenzamos a trabajar en el proyecto de capitalidad europea Canarias Olas de Juventud 2019. Quizá un tanto apresurado, teniendo en cuenta que aún nos encontrábamos en gestora, pero desde la Dirección General se nos incitó a participar.

La idea original, a la que yo me negué en rotundo, era presentar una cocapitalidad entre las ciudades de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. En el momento justo en que nos trasladaron la intención de presentar el proyecto en esos términos, expresé mi disconformidad; al ser representante de una isla no capitalina, me parecía una falta de respeto que se le diera prioridad -como de manera equívoca se había hecho en el pasado- a las dos islas capitalinas, desmereciendo la potencialidad de islas como La Palma. Tras solicitar un informe al Foro Europeo de la Juventud (European Youth Forum), órgano responsable de la elección de la ciudad ganadora, se determinó que ni siquiera era viable esa cocapitalidad.

Por ello decidimos presentar, de manera definitiva, a Canarias como candidata a la Capital Europea de la Juventud 2019, entendiéndola como un territorio fragmentado. Finalmente, otras cinco ciudades de Francia, Italia, Reino Unido y Serbia pasaron a la siguiente fase, mientras que Canarias se quedó a las puertas. El fracaso en el intento de lograr ser capital europea no nos supuso un gran varapalo. Éramos conscientes de la dificultad que entrañaba, y de por sí conseguimos, gracias a la inestimable ayuda del Consejo de la Juventud de España, grandes hitos como el apoyo institucional del Senado o del Congreso de los Diputados; en ambas cámaras se aprobó por unanimidad el apoyo al proyecto de capitalidad europea presentado por Canarias. Entremedio me quedan algunos recuerdos bonitos, como la Asamblea Constituyente del Consejo de la Juventud de Gran Canaria que tuvo lugar en junio. Aparte de tantas otras vivencias en estas idas y venidas entre islas. Apenas hemos hecho una mínima parte de lo que podemos llegar a hacer.

Todavía estamos en Comisión Gestora, y reconozco que estamos limitados por ello. Espero que no pase mucho tiempo hasta que se constituya finalmente una Comisión Permanente; tengo muchas ideas que aportar, sobre todo en el área de comunicación, para que el Consejo sea escuchado en cada uno de los rincones de Canarias. Es importante que los jóvenes sepan que pueden contar con nosotros, sea cual sea su problema.