No es lo mismo el ‘Volcán de En medio’ que estar en medio de un volcán. Perdón por el chiste malo, pero no puedo evitar el juego de palabras, ya que en Tenerife y Gran Canaria andan preocupados por las señales de vida, tímidas aún, que está dando el volcán submarino que se sitúa entre las dos islas mayores. Bueno, es un hecho de sobras conocido que cuando Dios hizo el mundo primero separó los cielos de la tierra, la luz de la oscuridad y luego separó a Tenerife de Las Palmas, aunque algunos desaprensivos añaden que también separó Los Llanos de Aridane de Santa Cruz. Al parecer ese volcán al final se convertirá en otra isla dentro del archipiélago canario y en dicha isla aparecerá un cabildo y el clásico rabo de gato, aunque no forzosamente por este orden. Dentro de un par de millones de años la isla de Enmedio puede acabar de una vez por todas con el pleito insular, lo cual sería una pérdida de identidad pues desde que tengo uso de razón el pleito insular es una constante histórica e incluso diría que antropológica en nuestras islas, hasta punto que incluso en el fútbol la Unión Deportiva Las Palmas parece estar empeñada en bajar a Segunda para poder jugar con el Tenerife. Creo que ya hay empresas turísticas queriendo comprar derechos de propiedad, lo que ahora se llama Futuros, en la nueva isla, que por supuesto será reclamada por Marruecos pues al parecer nuestra nueva hermanita será rica en metales raros y todo el mundo querrá casarse con ella. En fin, habrá que decirle a todo el que vaya a ‘En medio’ con malas intenciones que se quite de en medio y excusen, que este jueguito de palabras tampoco es una gran cosa, pero dentro de dos millones de años se verá quién tiene la razón y quién se queda con los metales raros.