La Caldera advierte de desprendimientos en la ‘Cascada de Colores’ y entorno
El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, en sus redes sociales, “lanza un mensaje a todos aquellos visitantes o población local que se acerquen este otoño-invierno a la ‘Cascada de Colores’ o su entorno”.
Señala que “es importante prestar especial atención, no sólo en los días de lluvia (normalmente si esto ocurre el acceso a esta zona se cierra), sino también los días posteriores, una vez abiertos los accesos, ya que es bastante frecuente que ocurran desprendimientos”.
“No es algo nuevo”, añade, “pero sí es cierto que por el efecto de la sequía prolongada estos años atrás y los cambios en la propia geomorfología del barranco por la dinámica de lluvias (algunos episodios sí han sido de una cierta intensidad puntual), se hace más patente el peligro concentrado de desprendimientos en algunas zonas”.
Al efecto, muestra viarias imágenes de “una parte del barranco del Almendro Amargo, en el cual se ha formado desde hace un tiempo una pequeña cascada y muchos visitantes quieren acercarse hasta ese punto. Se ha balizado impidiendo el paso (a la espera de la señalización correspondiente), porque este lugar es un punto negro de constantes desprendimientos que vienen desde mucho más arriba y la mayoría de las personas que acceden hasta allí, no son conscientes del riesgo”.
Por otro lado, recomienda “a las personas que acceden hasta la 'Cascada de Colores' que, en el trayecto de ida y vuelta hacia ella, no se detengan bajo paredes verticales demasiado tiempo”,
A veces, indica, “nos sentamos buscando un poco de sombra, pero si lo hacemos, que no sea bajo una pared agrietada o donde veamos indicios de caídas de piedras en el lecho del cauce”.
Los cambios que “se producen en La Caldera de Taburiente por efecto de la erosión son muy patentes a simple vista. Continúa su proceso. Seamos prudentes, respetemos la señalización y sigamos las indicaciones al respecto para hacer de nuestra visita a este espacio una experiencia segura y única”.
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