Carracedo: “El volcán de La Palma tiene muy mermada su capacidad de hacer daño”
El volcán de Cumbre Vieja, casi dos meses después de entrar en erupción, tiene “muy mermada su capacidad de hacer daño”. Juan Carlos Carracedo, uno de los mayores expertos en el vulcanismo de Canarias y profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha asegurado a este periódico que “coincido con los científicos del Pevolca -los que tienen los datos y lo observan continuamente- en que el volcán está perdiendo fuerza, se encuentra en una etapa de descenso de la actividad, pero eso no significa que se vaya a apagar mañana o pasado”. “Esa fase descenso paulatino de la actividad volcánica puede durar un par de semanas o diez días, no se puede predecir con seguridad el final de la erupción”, precisa.
“Lo importante es que la capacidad del volcán de hacer daño, que ha hecho muchísimo, está muy mermada, es muy difícil que pueda emitir coladas que se salgan de la pauta general que ya está marcada por tubos volcánicos que las llevan directamente al mar, y es muy improbable que vuelvan otra vez a salirse de ese perímetro para ocupar tierras nuevas y destruir alguna casa o finca que todavía no estén tocadas”, explica.
“Hay un acuerdo general en que está dando muestras de debilidad porque los principales parámetros que indican la fuerza que tiene el volcán, por hablar en esos términos, están todos en descenso paulatino, aunque con algún repunte”, dice, y añade: “La erupción, no obstante, sigue siendo incómoda por la caída de piroclastos, va a seguir molestando durante un tiempo”.
Carracedo apunta que “la sismicidad puede que continúe meses, y aunque se apague de forma total, cuando llueva va a salir vapor de agua que puede parecer que se reactiva, pero es porque el volcán todavía estará caliente durante muchos meses, incluso años”.
Recuerda que “en el Teneguía, años después de terminar la erupción, se metía un papel de periódico en algunos puntos y ardía instantáneamente, es decir, que la erupción termine no significa que el volcán se vaya a enfriar súbitamente ni que desaparezcan los terremotos, pero todo será menos importante y, sobre todo, no tendrá capacidad de hacer más daño”, insiste.
El volcán que entró en erupción el pasado 19 de septiembre “es exactamente igual que el Teneguía, pero con muchísima mayor magnitud de la cantidad de magma que ha salido y la lava ha ocupado mucho más territorio y ha producido mucho daño en casas y en propiedades, cosa que el Teneguía no hizo”, remarca.
“Dentro de las erupciones históricas de Cumbre Vieja, este volcán es con mucha diferencia el de mayor magnitud y el que mayor daño ha hecho, y eso nos sorprendió desde el primer día, sabíamos que tendría una mayor magnitud de lo normal y por el sitio en el que estaba, una zona muy poblada, iba a producir daños considerables, como así ha sido desgraciadamente”, concluye.
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