Canarias puja por el gran telescopio que Jason Momoa y Bruno Mars no quieren en Hawaii
- La iniciativa, promovida por la Universidad de California, supone una inversión de 1.200 millones y generaría 160 puestos de trabajo directos y más de 300 indirectos
Canarias no abandona su empeño por albergar el Telescopio de Treinta Metros (TMT) en la isla de La Palma. Así lo sigue expresando el Cabildo, el Gobierno de Canarias y el de España, como ratificó el ministro de Ciencia, Pedro Duque, hace unos días en el Archipiélago. Los promotores del proyecto siempre barajaron Hawaii como su primera opción, después de estudiar diversas zonas de la Tierra. En Mauna Kea, un volcán considerado lugar sagrado por los nativos, encontraron características como un clima “particularmente estable, seco y frío; todas ellas importantes para capturar las imágenes más nítidas y hacer mejor ciencia”, subraya en su página web el consorcio que promueve la construcción del TMT. Sin embargo, las protestas que han sacudido la zona, y que estos días incluso han sido lideradas por actores y artistas reconocidos llevan a los promotores a buscar una alternativa y su segunda opción siempre fue La Palma.
El Cabildo reconoció recientemente a este medio que aún faltan algunos trámites administrativos para poder albergarlo. El recién nombrado presidente de la corporación insular, Mariano H. Zapata, aclara que antes de septiembre estará concluido para que el TMT tenga la licencia en mano. El problema con esos trámites se originó por la cesión de terrenos por parte del Ayuntamiento de Puntagorda (donde se pretende instalar) al Instituto Astrofísico de Canarias (IAC). Un trámite que se realizó sin un informe previo de impacto ambiental y que ha sido exigido por la justicia tras un proceso promovido por Ben Magec- Ecologistas en Acción. Se estima que una vez que se resuelva esta traba, quede todo listo para su instalación. Pablo Batista, portavoz de este colectivo en la isla explica que el telescopio, al menos, debe implantarse cumpliendo con la legalidad.
Este mismo martes, Gary Sanders, gerente de proyecto de TMT, señalaba en el periódico Hawaii Tribune-Herald, que la reconfiguración del megatelescopio solo se retrasaría unos meses si finalmente no se pudiera ubicar en ese estado norteamericano, cuya construcción en realidad estaba prevista para 2014. Esta iniciativa nunca fue vista con buenos ojos por los nativos de Hawaii, por lo que se abrió un proceso judicial en EEUU. En 2015, el proyecto fue paralizado.
Solo un año después, los promotores aseguraron que las condiciones de La Palma eran “excelentes” para llevar a cabo el núcleo científico del TMT y en octubre de 2016 designaron a la isla segunda opción. El observatorio internacional TMT (TIO) firmó entonces un acuerdo con el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) por el que durante 75 años tendrían “el derecho a construir y operar, el uso de la tierra, el acceso a la infraestructura y servicios comunes, y las instalaciones de la sede en La Palma y Tenerife”. Sin embargo, en 2017, el telescopio volvía a alejarse de La Palma después de que un juez recomendara expedir un permiso para habilitarlo.
Hawaii: un lugar sagrado, en peligro
Mauna Kea es considerado un lugar sagrado por los nativos. Se trata de un volcán inactivo de más de 4.000 metros de altura. La activista de la zona Kealoha Pisciotta es una de las personas que lidera la causa y considera el volcán un remanso de paz y de conexión espiritual. En sus conferencias insiste en que la ciencia no siempre es para el beneficio de todos, especialmente, sobre todo cuando se pretende construir “sobre los huesos de su cultura y sobre espacios sagrados”.
A las protestas, por las que Hawaii llegó a declarar el estado de emergencia, se han sumado actores y artistas reconocidos como Bruno Mars, Leonardo Dicaprio o Jason Momoa. Este último, incluso se ha llegado a escribir en su cuerpo “TMT + Islas Canarias = Descubrimiento”, para apoyar que se construya en La Palma y no en el estado en el que nació. Una imagen que ha dado la vuelta al mundo.
No obstante, en Mauna Kea ya se encuentran instalados otros telescopios, cuya construcción también generó protestas. El consorcio del TMT defiende que sí que ha tenido en cuenta los valores culturales de la zona e insiste en que precisamente este lugar se escogió por “su ausencia de impacto arqueológico, cultural o biológico” y mantiene que el emplazamiento previsto “no tiene ermitas ni características arqueológicas, ni plantas ni insectos en peligro de extinción, ni sepulturas”.
1.200 millones de inversión, pero también críticas
A la espera de convertirse en primera opción para albergar el TMT, el archipiélago cuenta ya con el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), uno de los centros astronómicos más importantes de España y que nunca ha escondido su apuesta por que este gran telescopio se instale en La Palma. El gran telescopio se sumaría así a otros ya instalados en esta isla y en Tenerife, unos centros que en la actualidad generan 600 puestos de trabajo directos y más de 1.000 indirectos, según estimaciones del propio IAC.
El TMT generaría unos 160 empleos directos y más de 300 indirectos. Pero el valor del proyecto va más allá. De hecho, especialmente La Palma y Tenerife se han situado ya como referentes globales del estudio del universo.
El proyecto también cuenta, sin embargo con detractores en Canarias. El colectivo Ben Magec- Ecologistas en Acción considera que debió existir un estudio de impacto ambiental, y por ello acudieron a los tribunales. Antes ya había acudido a los tribunales por la instalación del telescopio de Cherenkov (CTA), un caso que ha llegado al Supremo después de que el TSJC ratificara su legalidad. Para el portavoz del colectivo, Pablo Batista, el peligro es que no se respete la capacidad de carga de la cumbre de la isla y La Palma acabe llenándose de telescopios sin cumplir el plan de ordenación.
Según un informe presentado el año pasado por el IAC, la astrofísica genera en Canarias 3,5 millones de euros por cada euro invertid en el PIB. Solo en el año 2016, esta actividad contribuyó a la creación de 1.554 empleos anuales a tiempo completo, incluyendo tanto a los trabajadores contratados directamente por el sector como a los derivados del mismo. El análisis realizado también concluyó que, “si bien el sector de la Astrofísica en Tenerife representa el 0,43% del PIB insular y el 0,34% del empleo asalariado, en La Palma este dato asciende hasta suponer un 3,3% del PIB de la Isla y el 2,3% del empleo asalariado a tiempo completo”.
En un futuro se pretenden poner en marcha nuevos telescopios, como el European Solar Telescope (EST), el nuevo telescopio robótico de 4 metros (Telescopio Liverpool 2) o la Red de Telescopios Cherenkov (CTA), que ya cuenta con uno de sus primeros telescopios en el Observatorio del Roque de los Muchachos (ORM). El mismo informe ya adelantaba que la elección de La Palma como sede del TMT “podría duplicar las cifras de impacto actuales” de esta actividad en la isla.