Los investigadores concluyen en Tijarafe que el poblamiento canario es de origen amazigh y llegó en dos oleadas del norte de África
La teoría del origen amazigh del poblamiento de las Islas Canarias cada vez está más confirmada a tenor de las investigaciones multidisciplinarias que se están llevando a cabo y que sitúan al norte de África como lugar de procedencia de los antiguos habitantes del Archipiélago.
Así ha quedado de manifiesto en el desarrollo de las jornadas Raíces que sobre el poblamiento indígena de Canarias se han celebrado en Tijarafe, y en las que han participado diferentes investigadores expertos en culturas indígenas, en Arqueología y Prehistoria, entre otras disciplinas.
El catedrático de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, Víctor Fernández Martínez, que ha desarrollado gran parte de sus investigaciones en África, expuso en estas jornadas ejemplos de parecidos entre las sociedades de los pueblos del África oriental y meridional y la población indígena canaria.
Entre otras muchas similitudes, Fernández Martínez destacó por ejemplo las encontradas en los motivos de la decoración de la cerámica, así como en su formas, o incluso los grabados rupestres existentes en islas como La Palma y su parecido con las manifestaciones descubiertas en el Sahara y otro lugares, donde están asociados a ritos propiciatorios de lluvias. “Hemos podido documentar que aún hoy en día en diferentes comunidades del norte de África se practican rituales para pedir lluvias y fueron plasmados en manifestaciones rupestres similares a las existentes en las Islas; eso refuerza la hipótesis de que en Canarias se hacían también para lo mismo”, señaló el catedrático.
José Farrujia de la Rosa, doctor en Historia y coordinador de estas jornadas, profundizó en las raíces del poblamiento amazigh de Canarias, del que dijo que no se produjo de forma masiva. “Cuando hablamos de poblamiento de las Islas Canarias, no necesariamente tenemos que pensar en la llegada masiva de personas, está demostrado que con poco individuos se puede llegar a colonizar un entorno insular”, aclaró Farrujia. “Hoy en día hay dos teorías acerca de cómo llegaron los primeros pobladores a las islas: por un lado están los investigadores que defienden que desconocían la navegación y que fueron traídos contra su voluntad; y de otra, los que aseguran que llegaron por sus propios medios cruzando desde las costas africanas en pequeñas embarcaciones”, explicó el investigador canario.
Según Farrujia de la Rosa, se han realizado investigaciones que demuestran que los amazigh podrían haber usado propias embarcaciones para llegar hasta las islas. Así, Farrujia citó al profesor balear Víctor Guerrero Ayuso, quién tras realizar un estudio, “plantea que muchas de las embarcaciones que aparecen representadas en el ámbito rupestre de Canarias se corresponden tipológicamente con embarcaciones documentadas en el norte de África desarrolladas por las poblaciones indígenas de aquella zona”.
El doctor en Historia de la Universidad de La Laguna explicó que la colonización de las islas se produjo en al menos dos oleadas y fue a principio de la era. “Hay dataciones absolutas de radiocarbono que sitúan el poblamiento temprano a mediados del primer siglo antes de nuestra era, si bien parte de la comunidad científica plantea que el poblamiento puedo ser posterior a la era con la presencia de los romanos en el norte de África y las deportaciones de bereberes a las islas”, indicó. No obstante, los trabajos desarrollados por el propio José Farrujia y colaboradores, en relación a las representaciones rupestres de escritura en islas como El Hierro o Gran Canaria, “dejan de manifiesto una cultura amazigh arcaica en las islas a partir del primer milenio, por lo que estas evidencias epigráficas nos permiten argumentar que las siete islas se poblaron antes de la presencia romana en el norte de África”. Por otro lado, según el investigador “desde la época del emperador Augusto y de Juba II, llega la cultura amazigh romanizada y que está presente en las islas con posterioridad a las anteriores, dadas las inscripciones denominadas clásicas con la técnica de incisión y rayado que revelan un contexto de escritura latino-canario frente al líbico-bereber anterior al comienzo de la era”. También expuso otros ejemplos que argumentan esta segunda oleada de poblamiento como son los materiales cerámicos encontrados en yacimientos arqueológicos como los existentes en la isla de Lobos.
Otro de los factores en los que se asienta la teoría de la procedencia amazigh de los indígenas canarios son los análisis de ADN realizados a partir de muestras obtenidas de las momias canarias y su cruzamiento con el de los antiguos habitantes del norte de África.
Así, la doctora y experta en genética de la Universidad de La Laguna Rosa Fregel expuso en su ponencia en estas jornadas los datos obtenidos de diversos estudios, algunos en proceso aún, realizados a partir del ADN mitocondrial y que sitúan a los antiguos canarios en el entorno biológico de las tribus amazigh. “A partir de nuestros estudios de ADN hemos concluido sin género a dudas que el origen de los primeros pobladores canarios es norteafricano y que no todas las islas experimentaron la misma dinámica poblacional”, indicó Fregel, que no pudo anticipar a los asistentes más resultados concretos al encontrarse aún en estudio y análisis.
Además la científica en paleogenoma de la Universidad de La Laguna aseguró que “la colonización de las islas ocurrió en más de una oleada, circunstancia que también queda manifiesta al analizar el ADN de las muestras de las momias canarias por islas en relación a la presencia de distintos haplogrupos genéticos, entre ellos el denominado U6b1 y su comparación con los análisis obtenidos a partir de muestras del norteafricano de hace 7000 años”.
Por último, el arqueobotánico e investigador de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Jacob Morales aseguró que el uso de semillas así como las técnicas de conservación llevadas a cabo por los indígenas canarios eran las mismas de las tribus norteafricanas.
Morales explicó que las investigaciones realizadas a partir de semillas de cereales encontradas en diferentes yacimientos arqueológicos de las islas vienen a determinar su origen en el Norte de África, que en el caso de la cebada aborigen es la misma que en la actualidad. “El origen de estos cultivos están en el norte de África y quizás lo más interesante es que hay una continuidad, lo que convierte a la especie de la cebada en el único legado directo que han dejado los indígenas canarios y que pervive en la actualidad”, expuso el investigador canario.
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